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Trombosis venosa profunda y periférica en sitios inusuales en la mujer transexual (página 2)



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Por eso, la mujer transexual diagnosticada, la secundaria a un trastorno mental con síntomas de disforia de género, en travestis del sexo servicio y las de oficio para imitación que consumen hormonales, debe entender que el hecho de consumir hormonas del sexo opuesto, se condiciona un estado de trombofilia adquirida o estado de hipercoagulabilidad y en suma por otras causales y factores sanguíneos anómalos o con defecto, el riesgo de trombosis venosa aumenta considerablemente, pero también la trombosis arterial es observada.

La mujer transexual está obligada a que se le efectué una historia clínica para proporcionarle el mejor régimen con hormonas del sexo opuesto para el cambio de sexo, la documentación de sus antecedentes familiares y personales, que deben ser completos, se incluyen, familiares con edema (hinchazón) de miembros pélvicos o el fallecimiento por causa desconocida, medicamentos, incluso cáncer y otros, es la base para evitar riesgos, debido al compromiso que adquiere por el uso de hormonales de por vida, es decir, una trombofilia adquirida o estado de hipercoagulabilidad, considerado también un estado protrombótico y no debe ser manejada de forma empírica, ni tampoco como un modelo experimental, como ha sucedido por décadas en Los Estados Unidos de Norteamérica y algunos países de Europa, como Holanda y España, se incluye Tailandia y Singapur, solo de complacencia a sus peticiones, sea para el cambio de sexo en usuarios con síntomas de disforia de género, por efecto de algún trastorno mental, o para sexoservidores un cambio de sexo para cumplir con las fantasías sexuales de clientes que solicitan sexo servicio. Además, tampoco debe establecerse un diagnóstico de trombosis de forma apresurada, en los casos que exista algún signo clínico o de manifestación en miembros inferiores y evitar un tratamiento anticipado que no le va a ocasionar ninguna mejoría por un mal diagnostico o tratamiento empírico.

La mujer transexual está obligada a no mentir, ni proporcionar datos falsos de sus antecedentes o simplemente negarlos, con solo este hecho, el consumo de hormonales solo le ocasionara complicaciones, lesiones irreparables y permanentes o su fallecimiento.

Los estudios de laboratorio, como el Dimero D, se eleva ante una trombosis, pero debe tener una precisión para tomarle valor, es decir, debe interpretarse con cautela esta elevación, ya que existen diferentes factores que lo elevan o aumentan y lo hemos observado en transexuales, después de una fractura de tibia y peroné a la cual se le coloco placa y tornillo (osteosíntesis), es considerado como sensible, pero no especifico de trombosis, debido a que forma parte de otros estudios, debe de indicarse e interpretarse en conjunto con otros exámenes de laboratorio, como es la antitrombina y Factor V (trombofilia primaria), que es observada en usuarios con predisposición a la trombosis, así como el perfil de trombofilia secundaria, por mencionar ejemplos y que la mujer transexual entienda, que lo mencionado, requiere de un especialista como es el cirujano vascular y hematólogo.

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La importancia del ejercicio físico aeróbico y anaeróbico es el único instrumento que permite evitar o prevenir la trombosis venosa profunda y el riesgo de trombosis arterial disminuye, debido a la conservación de su endotelio vascular, que su integridad evita una lesión de la pared arterial y venosa, ocasionado por otros causales como el estancamiento o estasis y la hipercoagulabilidad, en los casos de las venas profundas de miembros inferiores, que este sitio ocupa una prioridad para el desarrollo de la trombosis y su embolismo a la arteria pulmonar.

El tratamiento o trombolisis en sitios inusuales por trombosis vascular con anticoagulantes en algunos casos, es la más aceptada y los resultados obtenidos son de variabilidad y de difícil pronostico, pero sus resultados son prometedores solo en algunos casos, que cumple con requisitos y estos son también variables. A partir de estos hechos, la calidad de vida disminuye y en aquellos usuarios con algún régimen hormonal, la suspensión hormonal es obligada definitivamente. Por igual la trombectomia mecánica, es eficaz, pero decepcionante en sus resultados a corto y largo plazo, de acuerdo con las conclusiones de algunos autores y su explicación ha permitido por igual, sin cambios en la mortalidad de los usuarios, su pronóstico con riesgo de recurrencia y mortalidad, no es predecible, pero si es heterogénea entre las diferentes manifestaciones de la trombosis inusual, ya que depende principalmente de las causas predisponentes, antecedentes heredofamiliares, la cronicidad del padecimiento, extensión y sitio de la trombosis.

La trombosis en sitios inusuales, la trombosis recurrente o trombosis provocada y factores de compromiso permanente, es un riesgo de potencia en toda mujer transexual que consume hormonales de por vida. A pesar de los progresos realizados en aquella usuaria en que se sospeche de trombosis con los estudios de imágenes, que deben ser justificados, así como el conocimiento que se tiene en la actualidad de la trombofilia y sus anormalidades, permiten el diagnóstico de la trombosis en sitios inusuales y principalmente entender los mecanismos patológicos de esta eventualidad para tomar una decisión si la mujer transexual es candidata o no, para la "aplicación" de un régimen hormonal de por vida, para su cambio de sexo.

Permitir tomar una serie de medidas preventivas y de tratamiento previo al régimen hormonal, que son irreversibles y que deben cumplirse en su totalidad, basado en sus antecedentes familiares y personales de la usuaria, someterla a un régimen de alimentación apropiada y el ejercicio físico aeróbico y anaeróbico que debe efectuarse con una disciplina y su variabilidad, de por vida, así como un cambio radical en sus hábitos y costumbres, evitar el consumo de drogas, tabaquismo y algunos fármacos.

Concluir, que los estrógenos que consumirá la mujer transexual de por vida, es la causa de su síndrome de adversidades metabólica y todo lo que conlleva, ocasionarse un estado protrombótico o de hipercoagulabilidad, es todo un riesgo para su salud, con lesiones irreparables y permanentes, la trombofilia adquirida consecuencia de los estrógenos, es la responsable de la trombosis venosa, con daño importante de su endotelio vascular, que en suma con otras causales y factores hereditarios o congénitos de trombofilia, el compromiso vascular arterial es inevitable. Todo lo mencionado es de muy mal pronóstico y no predecible en que momento de su vida estos hechos sucederán, ya que la mayoría son de inicio silencioso o subclínico, pero en otros casos de forma aguda se manifiesta, con muerte fulminante y fallo orgánico, con su fallecimiento. Pensar que en gran parte de todo lo manifestado es ocasionado por la propia mujer transexual, por el uso desmedido de anticonceptivos y por tiempo de consumo mayor a los 2 años, por enfermedades no trasmisibles, procesos infecciosos recurrentes sistémicos bacteriano o virales o de transmisión sexual, consumo de drogas, tabaquismo y por otros motivos, la trombosis en sitios inusuales es manifestada que requiere tratamiento con anticoagulantes o trombolisis y el resultado también es incierto a corto o largo plazo, ocasionado por la recurrencia de la trombosis, con o sin participación de trombofilia heredada o congénita.

Actualmente, en los casos de déficit de antitrombina III, la administración de concentrados, derivados del plasma, son de utilidad en este tipo de anomalía o déficit congénito, con la administración previa antes de someterse a una cirugía, como una medida profiláctica, que permite elevar el nivel de antitrombina hasta cerca del 80-100 % del valor normal, con una duración aproximada de unas 65 horas en promedio.

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"La antitrombina III es un inhibidor de la coagulación conocido. Su heterocigótico déficit se demuestra a través de concentraciones reducidas aproximadamente en un 50 p. 100. A nivel clínico, alrededor del 40 p. 100-70 p. 100 pacientes se presentan con la trombosis venosa profunda (visceral en general) y embolias pulmonares de la pubertad. Hay dos déficits cualitativos y cuantitativos, que el mismo aparece ser sobre todo frecuente. Sólo cálculo de la actividad en presencia de heparina (co-factor de heparina) permite diagnosticar estos dos tipos de déficit. El tratamiento realizado incluye tanto AT III agentes concentrados y heparina en los casos graves. La prevención de las recurrencias se lleva a cabo gracias a antivitaminas K. Si el tratamiento quirúrgico o la entrega, una prevención de cualquier incidente gracias a una terapia explícita (AT III agente de concentrado) se va a utilizar."

Recomendaciones

Siempre se ha recomendado en aquella mujer transexual que consume estrógenos, bajo un régimen o protocolo de seguridad o en autoconsumo, sin importar el tipo de estrógeno o en asociación e incluso la administración antiandrógenos, es necesario la suspensión de los estrógenos ante cualquier eventualidad, que condiciones un compromiso local o sistémico, por tiempo temporal, como son los proceso infecciosas bacterianos principalmente, pero también incluyen los virales , pero en otros casos debido a su cronicidad es obligado la suspensión, hasta el control del padecimiento, no únicamente demostrado por la clínica, es decir, con síntomas y signos, específicamente por laboratorio e incluso estudios de ecodoppler o ultrasonido es una de las opciones que permiten la vigilancia de alguna trombosis o su detección en usuarios con antecedentes de consumo de estrógenos o anticonceptivos con síntomas subclínicos o no "sugestivos" de compromiso vascular por trombosis.

Los datos estadísticos (porcentajes) de trombosis venosa arterial y venosa en sitios inusuales, son muy variables, dependiendo del país y origen de su publicación, pero se proporciona algunos datos obtenidos de países occidentales, por ejemplo. Existe paralelismo de casos publicados y sus porcentajes, además de causas de trombosis venosa por el uso de anticonceptivos, en la trombosis venosa mesentérica, miembros superiores y trombosis venosa cerebral, en el resto de las trombosis venosas o en otros sitios, existen otras causales y factores involucrados, se incluyen genéticos y los propios de la persona transexual, es una complicación orgánica muti-sistémico, ocasionada por diferentes causales, en suma, para su entendimiento.

Se recomienda la lectura de las publicaciones, proporcionada en la lista bibliográfica, en su idioma nativo para ampliar la compresión de datos estadísticos que son variables, dependiendo de las causales y factores, como se ha mencionado, se incluye la edad, raza, tipo de alimentación y sobre todo hábitos y costumbres, así como una serie de procesos infecciosos sistémicos, locales y de transmisión sexual.

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Autor:

Dra. Mireille Emmanuelle Brambila

Higiene mental – Trastornos y enfermedades somáticas.

Psiquiatría somática.

Mexicali Baja California.

México (1,24,2017)

Partes: 1, 2
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