Monografias.com > Administración y Finanzas > Finanzas
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Gasto fiscal y bien común



Partes: 1, 2, 3

    1. Introducción
    2. Bolivia: efectos dinámicos y efectividad de la política fiscal
    3. Datos y metodología
    4. Resultados
    5. Bolivia: financiación y arreglos institucionales para retirar
      barreras a los caminos de los pobres
    6. Suficiencia y eficacia de la inversión en Bolivia, (1989-2009)
    7. Tamaño, estructura y eficiencia del gasto público en Bolivia
    8. Conclusiones
    9. Bibliografía

     

    Introducción

    En el país
    de Bolivia se encuentran sistemas económicos, políticos y fiscales con una
    estructura similar al resto de los países latinoamericanos, sin embargo, todos
    los métodos, programas y estrategias en los diferentes sistemas del país son de
    bajo rendimiento, por tanto, existe una falla en el posible avance nacional a
    largo plazo.

    En la
    sección de finanzas, se ha cambiado la estructura debido a reformas desde el
    año 1985 hasta el año 2006, con el propósito de mejorar la situación de los
    pobres que poseen barreras en sus oportunidades de poseer los servicios
    públicos de primera necesidad. Las finanzas del país se consideran de forma
    deficiente que evita el control de los gastos en el sector privado y público,
    requiriendo programas, cambios o simplemente un mejor control en las acciones
    que requieren gastos y alteran el valor de porcentaje de tendencia del PIB.

    Bolivia ha
    sido influenciado por informaciones de investigaciones hechas por económicos e
    investigadores sociales, aplicando las estrategias mencionadas, aliviando las
    deudas y mejorando la estructura de gastos público, los cuales obtuvieron
    resultados positivos, desafortunadamente no lo suficiente con las condiciones
    actuales, el país se ve necesitado de estudios más detallados o programas
    especiales en aviación de la deudas en el sector público.

     

     

     

    CAPITULO I

    Bolivia: efectos dinámicos y efectividad de la política
    fiscal

    REVISIÓN DE LA LITERATURA

    TEORÍA GENERAL SOBRE LA EFECTIVIDAD DE
    LA POLÍTICA FISCAL  Y EL SECTOR REAL

    Para comenzar a analizar la efectividad del
    multiplicador fiscal en la economía boliviana, a través de un modelo VAR, es
    necesario reconocer primero el contexto teórico bajo el cual estamos
    desarrollando el presente modelo. Es de esta manera que encontramos necesario
    repasar los fundamentos de las teorías keynesianas y neo-keynesianas así como sus
    críticas y observaciones por su contraparte clásica y neo-clásica.

    EFECTOS
    DE POLÍTICAS FISCALES SOBRE LA DEMANDA

    El punto de inicio más frecuente para el análisis de
    los efectos de una política fiscal sobre el lado de la demanda es el enfoque
    keynesiano. En su versión más sencilla, este enfoque supone una rigidez
    absoluta en los precios así como un exceso en la capacidad agregada de
    producción, de modo que el producto está determinado por la demanda agregada.
    Es dentro de este modelo que la demanda agregada y la productividad reaccionan
    a una expansión fiscal a través del efecto multiplicador. En este enfoque el
    multiplicador es superior a uno y aumenta con la sensibilidad del consumo
    frente al ingreso corriente; y es más grande cuando aumenta el gasto que cuando
    se reduce la carga impositiva. Finalmente, si un incremento en el gasto se da
    de manera paralela a una reducción en los impuestos, el multiplicador de
    presupuesto equilibrado es igual a uno. (Hemming et al., 2002).

    Entre las críticas y observaciones más comunes que se
    dan a este modelo se encuentra el efecto crowding out o desplazamiento, que
    ocurre debido a las consecuencias de la intervención fiscal sobre las tasas de
    interés y el tipo de cambio. Esto es sin mencionar el crowding out directo, que
    ocurre cuando el gobierno adopta el rol de productor de bienes y servicios,
    llegando ocasionalmente a sustituir así al sector privado y a las importaciones
    a través de las fuerzas de oferta y la demanda.

    Otros elementos que pueden determinar la magnitud del
    efecto crowding out son la flexibilidad en los precios y los efectos de la
    riqueza en la demanda agregada. Para el primero, los neo-keynesianos adoptaron
    este fenómeno a su modelo abriendo espacio para la flexibilidad de precios, a
    pesar de que todavía existen rigideces nominales si los precios no se ajustan
    completamente a los mercados (Mankiw, 1985). El segundo efecto emerge en el
    caso particular en el cual el consumo depende del estado actual de la riqueza
    financiera. Un incremento en las tasas de interés normalmente reducirá el valor
    nominal de los activos financieros, así también lo hará una apreciación del
    tipo de cambio en el caso de activos en divisas.

     

    EFECTOS
    NO-KEYNESIANOS DE UNA POLÍTICA FISCAL

    Surgen de los modelos
    neo-clásicos que hacen referencia a las ya conocidas limitaciones del enfoque
    keynesiano, en especial a su falta de fundamentos microeconómicos. A pesar que
    los modelos neo-clásicos tienden a concentrarse en los efectos de las políticas
    fiscales sobre la oferta,  se seguirá el enfoque propuesto por Hemming et al.
    (2002) en lo que se refiere a modelos neoclásicos con implicaciones sobre el
    lado de la demanda.

    ü En primer lugar, las expectativas racionales tienden a conllevar
    ajustes a futuro en variables que ocurrirían de manera más progresiva con las
    expectativas adaptativas (que sí fueron incorporadas en algunas variaciones de
    los modelos keynesianos). Es de esta manera que los efectos a largo plazo de la
    política fiscal tendrán influencia incluso sobre el corto plazo, y es aquí donde
    adquiere importancia la diferenciación entre políticas temporales y
    permanentes. (Krugman y Obstfeld, 1997).

    ü El efecto de la Equivalencia Ricardiana es también sumamente
    importante al momento de considerar los efectos de una política fiscal. Ya que,
    el enfoque keynesiano se basa en la suposición de que el consumo se relaciona
    con el ingreso corriente, pero si los consumidores son ricardianos, en el
    sentido de que tienden a mirar hacia el futuro, y están completamente
    conscientes de las limitaciones del presupuesto inter-temporal del gobierno,
    anticiparán que un corte en los impuestos hoy día, financiado con emisión de
    deuda del gobierno, resultará en impuestos más altos en el futuro. En este caso
    el consumo no cambiará debido a que el ingreso permanente tampoco se verá
    afectado dada la ausencia de restricciones en la liquidez y en mercados
    perfectos de capital (Barro, 1974).

    ü Otro elemento importante es la suavización del consumo, que
    presenta dos modelos que hacen énfasis en este efecto como consecuencia de una
    política fiscal de emisión de deuda, que son:

    §  El modelo canónico, Barro-Ramsey, explica que la
    política de deuda del gobierno redistribuye la carga impositiva a través de
    varias generaciones, pero este efecto es contrarrestado por familias que suavizan
    su consumo y dejan su riqueza a futuras generaciones a través de las herencias
    (Barro, 1974).

    §  El segundo modelo canónico es el de la superposición
    generacional de Diamond-Samuelson. En este caso, las personas suavizan el
    consumo a lo largo de sus propias vidas, pero no hay ningún fin de herencia. Es
    en este caso que la emisión de deuda del gobierno enriquece a unas generaciones
    a expensas de otras, realiza un crowding out del capital, y reduce los
    estándares de vida del estado de equilibrio.

    Paralelamente, es
    necesario considerar también a la prima de la tasa de interés y credibilidad
    como un canal importante de transmisión a través del cual la deuda puede
    afectar al multiplicador fiscal. A medida que la deuda del gobierno aumenta con
    expansiones fiscales, la prima de riesgo de inflación reforzará los efectos de
    crowding out a través de las tasas de interés (Miller et al., 1990). Es bajo
    estas condiciones que una expansión fiscal temporal será más efectiva que una
    permanente, ya que implica un menor riesgo de menoscabar la sostenibilidad de
    la deuda. Es dentro de este contexto que la credibilidad política adquiere
    importancia. Si hay poca fe en la capacidad del gobierno para revertir un
    incremento temporal en el gasto o un corte en los impuestos porque le falta un
    antecedente de cautela fiscal, y las expectativas se inclinan a que la política
    fiscal sea permanente en lugar de ser temporal, entonces lo más probable será
    que las tasas de interés incorporen una prima de riesgo. Esta es una de las
    razones principales para que los multiplicadores fiscales se vuelvan negativos.

     

    EFECTOS DE POLÍTICAS FISCALES SOBRE LA OFERTA

    Hemming et al. (2002)
    también explican que el análisis del rol que juega la política fiscal sobre la
    estabilización tiende a enfocarse sobre todo en los efectos sobre la demanda.
    Sin embargo, cuando se trata de analizar el tema de limitaciones en la
    capacidad, sólo las políticas que promueven respuestas por el lado de la oferta
    permiten enfocarse en él. Adicionalmente, existen efectos de políticas fiscales
    sobre la oferta que pueden tener consecuencias a corto plazo sobre la demanda
    debido a las expectativas de que el crecimiento a largo plazo sea mayor.

    El primer efecto a
    ser considerado es el de impuestos, gasto gubernamental y crecimiento.
    Al momento de analizar el impacto a corto plazo de una política fiscal, es
    necesario prestarle atención a la manera en que los cambios a los impuestos
    salariales afectan la oferta de trabajo y los cambios sobre los impuestos al
    capital afectan al ahorro y la inversión. Esto puede afectar incluso a la
    ubicación del trabajo móvil y capital internacionales. Es particularmente
    relevante el gasto del gobierno en bienes con externalidades positivas, ya que
    éstos pueden llevar a mayor crecimiento. Otros modelos muestran que dichas
    inversiones pueden mover a la economía entre equilibrios buenos y malos
    (Azariadis y Drazen, 1990), con grandes diferencias macroeconómicas (por
    ejemplo, a medida que la economía se escapa de una trampa de desarrollo) que
    implican que los multiplicadores fiscales son bastante altos.

    Otro efecto que no
    debe pasar desapercibido es el de los nuevos modelos clásicos. Un
    elemento característico de estos, que fue resaltado inicialmente por Lucas
    (1975) y Sargent y Wallace (1975), es que las políticas que son completamente
    anticipadas y que afectan a la demanda agregada (no a la oferta agregada) no
    tienen ningún efecto sobre el crecimiento tanto en el corto como en el largo
    plazo. Sólo las políticas no anticipadas (es decir aquellas que reflejan
    sorpresas del gobierno o información imperfecta) tienen algún tipo de efecto,
    el cual emerge completamente por el lado de la demanda.

     

    ASPECTOS INSTITUCIONALES DE LA POLÍTICA FISCAL

    Finalmente, el efecto
    de una política fiscal sobre la actividad económica pude depender de factores
    institucionales. Una manifestación de esto son los rezagos internos y externos:
    los rezagos largos reducen los multiplicadores fiscales de corto plazo; los
    internos muestran el tiempo que toma reconocer que una política fiscal debe ser
    cambiada y luego aplicar las correspondientes medidas, éstos son una función
    del proceso político y la efectividad de la administración fiscal; los rezagos
    externos reflejan el tiempo que tarda la demanda agregada en asimilar las
    medidas fiscales (Blinder y Solow, 1974).

    Es también necesario
    tomar en cuenta las consideraciones de economía política. Los déficits largos y
    persistentes pueden apuntar a la existencia de un sesgo deficitario que puede
    ser explicado por varios factores de política económica (Alesina y Perotti,
    1995): tanto los votantes como gestores de políticas pueden estar sujetos a una
    ilusión fiscal, por la cual puedan no estar al tanto de las limitaciones
    presupuestarias inter-temporales del gobierno y, por ende, podrían terminar a favor
    de déficits sobre superávits; es también posible que los votantes y gestores de
    políticas prefieran trasladar la carga del ajuste fiscal hacia generaciones
    futuras; la acumulación de deuda suele ser también una herramienta estratégica
    con el propósito de limitar el espacio de maniobra fiscal de los futuros
    gobiernos; las consolidaciones fiscales pueden retrasarse a causa de conflictos
    políticos relacionados con el repartimiento de costos de ajuste entre distintos
    grupos, dando como resultado déficits persistentes; finalmente, las
    instituciones presupuestarias pueden funcionar de manera tal que conlleven
    persistentemente a gastar demasiado.

    LITERATURA EMPÍRICA SOBRE LA EFECTIVIDAD
    DE LA POLÍTICA FISCAL

    Esta sección repasa
    brevemente la literatura empírica que estudia la efectividad de la política
    fiscal. Hemming et al. (2002), en este sentido, la separa en tres grupos.

    ü  El primero se refiere a los trabajos que estudian
    episodios de saneamiento fiscal y buscan identificar contracciones fiscales
    expansionistas utilizando, por ejemplo, el Método Generalizado de los Momentos
    (véase, por ejemplo, Giavazzi y Pagano, 1996 y Perotti, 1999).

    ü  Un segundo grupo estudia los factores que determinan
    los multiplicadores fiscales, analizando, por ejemplo, las relaciones entre la
    política fiscal, tasas de interés, inversión y pruebas de equivalencia
    ricardiana (por ejemplo, Seater, 1993 y Giavazzi et al., 2000).

    ü  Finalmente, en el tercer grupo se consideran los
    trabajos que se enfocan en los efectos dinámicos de la política fiscal sobre
    variables macroeconómicas. Entre estos trabajos pueden encontrarse simulaciones
    de amplios modelos macroeconómicos (modelos de equilibrio general,
    principalmente) y, más recientemente, el uso de la metodología de vectores
    auto-regresivos (VAR).

    Sin embargo, a pesar
    que el uso de los modelos VAR ha demostrado ser eficaz en la descripción de la
    dinámica conjunta de las variables (Stock y Watson 2001), la correlación
    existente entre las variables endógenas, propia de la naturaleza del modelo,
    implica que los términos error de las ecuaciones de forma reducida también se
    encuentran correlacionados. Por tanto, cuando se desea inferir sobre las
    relaciones estructurales entre las variables surge el problema de
    identificación (véase Hamilton, 1994, para un mayor detalle sobre este
    problema). Esto implica que al adoptar esta metodología la dificultad reside en
    identificar los shocks exógenos o estructurales. Dentro del marco metodológico
    de los modelos VAR, son principalmente tres los enfoques principales que la
    literatura sigue para abordar esta problemática.

    El primer enfoque,
    conocido como “narrativo” o de “variable dummy”, se basa en el enfoque de
    “estudio de eventos” desarrollado inicialmente por Romer y Romer (1989).
    Consiste en la introducción al modelo de variables dummy con el objetivo de
    capturar episodios fiscales determinados, no previstos y exógenos
    (principalmente, se han utilizado fechas que capturan información fiscal en
    periodos de guerra

       El enfoque del VAR
    estructural (SVAR) aparece como una alternativa al modelo anterior.
    Desarrollado inicialmente por Blanchard y Perotti (1999) y empleado por varios
    otros estudios para analizar la política fiscal (Marcellino, 2002; Restrepo y
    Rincón, 2006; De Castro y Hernández, 2006; entre otros), este enfoque se centra
    en los errores del sistema. La identificación de los shocks se basa en la
    imposición de restricciones y en la estimación de un conjunto de ecuaciones
    simultáneas entre las innovaciones del modelo VAR y los shocks fiscales
    exógenos. Por un lado, se argumenta que los rezagos en las decisiones de la
    política fiscal discrecional constituyen una ayuda a este enfoque en cuanto a
    la imposición de restricciones (Perotti, 2007). Sin embargo, por el otro lado,
    se argumenta también que ese rezago permite al sector privado anticipar los
    shocks, provocando la existencia de un sesgo en las funciones de impulso
    respuesta estimadas. 

    Finalmente, el tercer
    enfoque se basa en la descomposición de Choleski. Este método es alternativo al
    anterior aunque, igualmente, se basa en un modelo estructural. Para identificar
    los shocks estructurales, este método obtiene las restricciones que vinculan
    los residuos de la forma reducida con las perturbaciones estructurales
    utilizando la descomposición de Choleski de la matriz de covarianzas. Los
    residuos obtenidos se encuentran intercorrelacionados, permitiendo calcular la
    función impulso-respuesta sobre la base de impulsos ortogonales entre sí. Entre
    los autores que utilizan este enfoque puede mencionarse, entre otros, a Fatás y
    Mihov (2001), Favero (2002) y De Castro (2004).

     

    BREVE RESEÑA A LA POLÍTICA FISCAL EN
    BOLIVIA

    En el análisis de la
    política fiscal en Bolivia es inevitable comenzar en los años 1984-1985. La
    magnitud del impacto de la hiperinflación implicó una serie de reformas en el
    país que lograron la estabilización fiscal, sentaron las bases para una
    estabilización macroeconómica exitosa y ayudaron a consolidar el naciente y
    frágil régimen democrático. Sin embargo, algunos autores sostienen que las
    políticas implementadas desde entonces no fueron las ideales y con el paso de
    los años se han ido postergando ciertas medidas consideradas necesarias, como
    la formalización y universalización del sistema tributario hasta el presente
    (Sheriff, 2003). Estas críticas aumentaron particularmente para los años
    2000-2005 en los cuales el déficit fiscal amenazaba con llevar al país hacia
    una recesión de magnitud similar a la de Argentina en 2001.

    Sin embargo, la
    economía boliviana ha registrado superávits fiscales desde el 2006. Esto se
    debe principalmente a los mayores precios de exportación para los productos
    bolivianos, junto con mayores ingresos provenientes del Impuesto Directo a los
    Hidrocarburos (IDH) y regalías, dando como resultado ingresos públicos
    considerablemente más elevados. En un estudio reciente se sostiene  que “entre
    los años 2004 y 2008, los ingresos gubernamentales se incrementaron de 28,5 por
    ciento del PIB a 48,4 por ciento, un incremento enorme de 20 puntos
    porcentuales en términos del PIB”. Los autores luego proceden a explicar que la
    tasa de crecimiento mejoró en el periodo 2002-2008 y se encuentra
    correlacionada de manera positiva con el comportamiento fiscal del sector
    público. La economía registró un crecimiento anual del 4,8 por ciento para el periodo
    2004 – 2008, con el crecimiento llegando a su pico con 6,1 por ciento en 2008,
    siendo éste el más alto desde 1975.

     

    El grafico anterior
    muestra el comportamiento de tres variables consideradas esenciales en la
    política fiscal: consumo público, inversión pública e ingreso público,
    entendido este último como el ingreso por recaudaciones tributarias menos las
    transferencias (Anós-Casero et al., 2010). En el gráfico se puede observar que
    el gasto de consumo final de las administraciones públicas se ha mantenido
    relativamente constante desde 1990, oscilando alrededor del 11% del PIB. La
    misma estabilidad puede ser observada en el comportamiento de la inversión
    pública como porcentaje del PIB, con la excepción de un leve incremento de un
    punto porcentual desde el 2006, año en el cual la inversión subió de 7 a 8,9%
    del PIB, manteniéndose en 8% hasta el año 2010. Sin embargo, la variable que
    más resalta por su comportamiento es la de ingresos públicos como porcentaje
    del PIB, que incrementa considerablemente el 2007, año en el cual llega a
    conformar el 10,5% del PIB. Este incremento da lugar a un periodo de tres años
    2005-2008 en el cual el ingreso público llegó a ser superior que la inversión
    pública. Una de las explicaciones más comunes para este incremento en ingresos
    es el aumento en los ingresos provenientes de los impuestos IVA e IDH, que en
    conjunto representan la mitad del ingreso por impuestos. El ingreso por IDH
    adquiere particular importancia debido a su acelerado crecimiento promedio (52
    por ciento), con el mayor incremento en 2006, cuando el Estado volvió a tomar
    control de YPFB a través del decreto de nacionalización (Machicado et al.,
    2011).

     

     

     

    En cuanto a la
    composición de la inversión pública, el gráfico anterior muestra que en los
    últimos años la mayor parte de la inversión fue destinada a la infraestructura,
    con una participación de 48 por ciento para el año 2010. El segundo puesto ha
    sido históricamente ocupado por la inversión social, con una participación del
    33 por ciento de la inversión pública ejecutada en el año 2010.Esta es una
    tendencia que se ha mantenido relativamente constante en el periodo 1990-2010.
    Por otro lado, la inversión en actividades productivas ha ido creciendo
    sostenidamente desde el 2006, sin embargo no ha vuelto a alcanzar los
    porcentajes con los que contaba en los años 1991 (20 por ciento) y 2002 (19 por
    ciento).

    Finalmente, muchos
    autores concluyen su revisión sobre el estado actual de la política fiscal
    boliviana explicando que ella está operando dentro de un nuevo contexto
    macroeconómico. Dentro del mismo se pueden observar ingresos crecientes así
    como nuevas responsabilidades del sector privado en lo que se refiere a las
    empresas estatales y compromisos de políticas dedicadas a reducir la pobreza en
    Bolivia de manera sostenida (Machicado et al., 2011).

     

    Datos y metodología

    LOS DATOS

    Para el presente
    trabajo se utilizó información anual para el periodo 1990-2010. La frecuencia
    de las observaciones es de carácter anual debido a una ausencia de
    disponibilidad de datos trimestrales, especialmente en el caso la variable de
    inversión pública. Otras variables que fueron utilizadas son las de consumo
    público, consumo privado, PIB e ingreso público; entiéndase este último como la
    suma de la renta interna más la renta aduanera, menos las transferencias (en
    concordancia con la metodología empleada por Anós-Casero et al., 2010).

    Tomando en cuenta las
    limitaciones existentes en el país al momento de conseguir datos consistentes,
    las variables mencionadas fueron obtenidas de la base de datos en línea del
    Instituto Nacional de Estadística (INE) así como de la base de datos de la
    Unidad de Análisis de Políticas Sociales y Económicas (UDAPE). Las variables
    utilizadas para construir la variable de ingreso público (renta interna, renta
    aduanera y transferencias) fueron obtenidas del flujo de caja del Tesoro
    General de la Nación, provisto por el INE. El Consumo Público fue obtenido del
    cuadro del PIB por tipo de gasto, en el cual la variable recibe el nombre de
    Gasto de Consumo Final de la Administración Pública. La variable Consumo
    Privado también fue obtenida del mismo cuadro, en el cual recibe el nombre de
    Gasto de Consumo Final de los Hogares e ISFLSH. La variable de Inversión
    Pública se refiere la inversión pública ejecutada y fue obtenida de la base de
    datos de UDAPE.

    2.1.2 METODOLOGÍA ECONOMÉTRICA: VAR
    ESTRUCTURALES

    Este trabajo estudia
    desde una perspectiva empírica el impacto en el producto generado por un shock
    fiscal exógeno y no anticipado. Para esto, el marco metodológico utilizado se
    basa en el enfoque VAR estructural (SVAR). Los shocks estructurales son
    aislados e identificados utilizando la descomposición de Cholesky y siguiendo a
    Fatás y Mihov (2001), Rezk et al. (2006) y Hur (2007). Una vez que los shocks
    son identificados, es posible estimar las funciones impulso respuesta (FIR) y
    la descomposición de varianza a fin de obtener los efectos dinámicos de estos
    impulsos sobre la actividad económica.

     

    VAR ESTRUCTURAL (SVAR)

     

     

    De esta manera, la relación entre los
    errores de la forma reducida y las innovaciones exógenas o estructurales
    estaría determinada por la siguiente relación:

     

     

     

                 O también:

     

     

    En este caso, los shocks de gasto e
    impuestos reflejan los impactos de la política fiscal sobre el producto que
    desean obtenerse.

     

    FUNCIONES
    DE IMPULSO RESPUESTA (FIR)

     

     

    La FIR rastrea el efecto de un shock en
    una de las variables del modelo sobre las otras variables endógenas. Un shock
    sobre la variable  no sólo tiene un impacto sobre sí misma, sino que también es
    transmitido al resto de las variables endógenas a través de la estructura
    dinámica del VAR.

     

     

    Resultados

    2.3. CARACTERIZACIÓN DE LAS VARIABLES

    En este estudio sobre
    la economía boliviana se utilizaron tres series fiscales con frecuencia anual
    para el periodo 1990-2010. A estas series se les aplicó la transformación
    logarítmica con el objeto de estabilizarla varianza, quedando definidas las
    series  fiscales como LogPIB (PIB real), LogGASTOPUB (Gasto Público) y
    LogINGPUB (Ingresos Fiscales Netos).

     

     

     

     

    Con el objetivo de
    testear la presencia de estacionariedad y definir el grado de integración de
    las series, se emplea el test de raíz unitaria de tipo Dickey-Fuller Aumentado
    (ADF). Alternativamente, se utiliza el test de Phillips-Perron como una segunda
    prueba de raíces unitarias (Phillips y Perron 1986). Los resultados,
    presentados en el cuadro 1, confirman que las series en niveles no son
    estacionarias. 

     

     

    2.4. ANÁLISIS DE COINTEGRACIÓN

     

     

    De existir
    cointegración, debiera incluirse en el modelo un término de corrección error.
    Para evaluar la existencia de cointegración se aplica el test de Johansen,
    cuyos resultados se muestran en el cuadro 2, utilizando los rezagos propuestos
    por los criterios de información de Akaike y Schwarz. Siguiendo la sugerencia
    de ambos criterios, se utilizan 2 rezagos.

     

     

    Los resultados
    permiten rechazar, al 5 por ciento de confianza, la presencia de una relación
    de cointegración entre las tres series fiscales utilizadas. Por tanto, se
    continúa con la especificación de un modelo VAR con variables en diferencias.

     

    2.5. VAR ESTRUCTURAL (SVAR) Y LA FUNCIÓN
    IMPULSO RESPUESTA (FIR)

    El primer paso en la
    estimación del modelo SVAR consiste en obtener los residuos del VAR en forma
    reducida. Por tanto, se estimó un modelo VAR de orden 2 en diferencias,
    utilizando como variables endógenas la primera diferencia de las tres series
    fiscales descritas con anterioridad9. Adicionalmente, se utilizaron variables
    cualitativas con el objetivo de capturar información adicional sobre fenómenos
    que pudiesen incidir en el poder explicativo del modelo. Luego de haber
    realizado varias pruebas al respecto, se añade al modelo una variable dummy
    para el año 2005, periodo en que no sólo se experimenta un cambio en la lógica
    de la administración fiscal en Bolivia, sino también en el que se inicia el
    contexto internacional favorable para los precios de las principales
    exportaciones nacionales. Una vez estimado el modelo, se evalúa el
    comportamiento de los residuos de la forma reducida (ver cuadro 3). Estos
    siguen una distribución normal y se constata la ausencia tanto de
    heteroscedasticidad como de autocorrelacción y procesos ARCH. 

     

     

    Siguiendo con la
    metodología propuesta, se aplican las restricciones descritas anteriormente a
    través de la descomposición de Cholesky a fin identificar los coeficientes de
    las ecuaciones (4) a (6), que vinculan los residuos de la forma reducida con
    las innovaciones estructurales

     

     

     

     

     

     

     

    Los signos de los
    efectos contemporáneos de los impuestos netos y el gasto sobre el producto se
    alinean más con la perspectiva neo-clásica que con las sugerencias keynesianas
    de política fiscal. En el primer caso, se halla que el efecto contemporáneo de
    los impuestos netos sobre el producto (a31) es pequeño, positivo y
    significativo. Un incremento de una unidad porcentual en los impuestos netos
    generaría un incremento de 0,03 por ciento en la tasa actual de crecimiento del
    producto. De la misma manera, se estima que el gasto público, por su lado,
    tendría un efecto contemporáneo negativo, pequeño y poco significativo sobre el
    producto (a32). Finalmente, los impuestos netos parecen tener un efecto
    contemporáneo no sólo positivo sino también significativo estadísticamente
    sobre el gasto público total (a21).

     

     

     

     

    En el gráfico 3 se
    observa que un shock estructural o exógeno (Shock 1) de una desviación estándar
    que eleva los impuestos netos produce una respuesta positiva pero pequeña en la
    tasa de crecimiento del producto. Este impacto equivale aproximadamente al 6
    por ciento del impulso y es transitorio, tendiendo a estabilizarse luego de
    alcanzar un pico máximo al tercer periodo. Asimismo, un shock estructural en el
    gasto público (Shock 2) de una desviación estándar produce un impacto negativo
    en la tasa de variación del producto de aproximadamente 4 por ciento del
    impulso inicial en el primer periodo.

     

     

     

     

     

     

     

     

    En el gráfico 4 se
    presenta la respuesta acumulada del producto a los shocks fiscales. Mientras
    que un shock exógeno en los impuestos netos genera un impacto positivo sobre la
    tasa de crecimiento del PIB superior en aproximadamente 1 por ciento al valor
    del impulso inicial al cabo de 10 periodos, un shock estructural en el gasto
    público produce un impacto negativo inferior en menos del 0,5 por ciento al
    valor del impulso inicial al cabo de los mismos 10 periodos.   

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    En el gráfico 5 se presenta de otra
    manera el impacto acumulado de los estímulos fiscales estudiados sobre el
    producto desde el primer hasta el tercer periodo, siguiendo la definición de
    multiplicador fiscal acumulado propuesta por Spilimbergo et al. (2009)10. De
    esta manera, queda en evidencia que el multiplicador fiscal acumulado respecto
    al gasto público es cercano a cero y, además, de corta duración. El
    multiplicador fiscal respecto a los impuestos netos es algo más grande y con
    mayor duración.

    El análisis de
    descomposición de varianza complementa el análisis de la FIR, calculando la
    contribución de cada shock estructural sobre el error de predicción de cada
    variable  periodos hacia adelante. Entre los resultados más relevantes, se
    observa que un shock estructural en los impuestos netos públicos explica hasta
    el 48 por ciento de la varianza del producto en un horizonte de hasta 3
    periodos; un shock en el gasto público, por su parte, explica solamente hasta
    el 8 por ciento de la varianza del PIB dentro del mismo horizonte de tiempo.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    CAPITULO II

    Bolivia: financiación y arreglos institucionales para retirar barreras a
    los caminos de los pobres

    INVENTARIO DE LA INFRAESTRUCTURA PRO
    POBRE EN BOLIVIA

    INFRAESTRUCTURA EN EDUCACIÓN

    Según el Ministerio
    de Educación, para el año 2005, Bolivia tenía 15.367 locales educativos, para
    2.792.164 alumnos inscritos y una población en edad escolar de 2.910.262 personas.
    A pesar de que la cantidad de locales educativos se han incrementado en los
    últimos años, todavía la oferta se considera insuficiente. Si dividimos el
    número de alumnos inscritos entre el número de locales educativos en cada
    municipio, encontramos que en promedio los municipios tienen 122 alumnos
    inscritos por local educativo, con municipios que alcanzan un máximo de 776
    alumnos y un mínimo de 8 alumnos.

    La mayoría de los
    establecimientos educativos fueron construidos para este propósito (84,3 por ciento).
    No obstante las condiciones de estos edificios no son las más adecuadas. El 57
    por ciento de los edificios educativos tiene suelo de cemento y el 7,5 por
    ciento tiene suelo de tierra; solamente el 46,2 por ciento recibe agua de la
    red pública, el resto obtiene agua de vertiente, pozo, carro repartidor u otro.
    Solo el 11,8 por ciento de los locales educativos tiene alcantarillado, el
    resto elimina las excretas a cámaras sépticas (27,8 por ciento), mediante otro
    sistema (45,4 por ciento), y el 0,6 por ciento no tiene sistema de eliminación
    de excretas (el restante no reporta este dato). Existen solamente 8.405
    establecimientos con un ambiente para dirección y 1.261 con sala de profesores.
    La mayoría de los edificios educativos poseen patios (99,3 por ciento), una
    menor proporción posee canchas (79,3 por ciento), y solo una pequeña fracción
    posee coliseo (0,9 por ciento).

    El número de
    ambientes de aprendizaje alcanza a 71.164 en todo el país, lo que equivale a
    39,2 alumnos inscritos por aula. Si tomamos el número de alumnos inscritos por
    aula disponible en cada municipio, el promedio es de 57,6. En todos los locales
    educativos del país existen 28.371 baterías de baños, lo que equivale en
    promedio a 98,4 alumnos por batería. De acuerdo a los registros del Ministerio
    de Educación, solamente el 12,1 por ciento de todos los locales educativos en
    el país posee biblioteca, el 8,3 por ciento laboratorios y el 11,9 por ciento
    taller. En equipamiento es donde existen mayores deficiencias: en los 15.367
    establecimientos sólo existen 9.245 computadoras, 5.949 televisores y 4.885
    VHS.

    INFRAESTRUCTURA EN SALUD

     

    La infraestructura
    pública en el sector salud de Bolivia comprende a hospitales generales que
    tienen capacidad de proveer todo tipo de atenciones médicas y, consecuentemente,
    tienen el equipamiento necesario para ello; hospitales básicos en los que se
    atienden necesidades clínicas, pero no cuentan con quirófano ni con equipos
    para atenciones de diagnóstico como tomógrafos o laboratorios de análisis; los
    institutos especializados en gastroenterología, cardiología o en atención de
    niños; los centros de salud que atienden consultas básicas; y, los puestos de
    salud que son lugares mayormente rurales en los que se puede recibir atención
    de casos comunes y más simples, su equipamiento es más bien elemental y desde
    ellos se refieren los casos más complicados a los centros y hospitales que
    mejor puedan atenderlos. El cuadro 1 muestra la distribución de las
    instalaciones de salud, por categoría y por departamento.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    La distribución
    geográfica de las instalaciones de salud no responde a la demanda. La razón por
    la que existe una inadecuada distribución de la infraestructura de salud es que
    ésta es construida no solamente por el Estado, sino también por entidades
    gestoras de regímenes de seguro social por delegación gubernamental. Estas
    últimas cuentan con infraestructura propia para uso de sus afiliados y son,
    después del Estado, la segunda administradora de hospitales generales.
    Adicionalmente las Iglesias, las Fuerzas Armadas, y organizaciones no
    gubernamentales sin fines de lucro poseen y administran instalaciones de salud.

    La distribución de la infraestructura de
    salud es inadecuada. Ciertos centros urbanos cuentan con capacidad excedente
    para atender a su población y otros centros urbanos y rurales carecen de esta
    capacidad. Por décadas se ha tratado de implantar en Bolivia un sistema único
    de salud, pero esta iniciativa ha encontrado enorme resistencia entre los
    trabajadores del sector y entre los afiliados a los seguros delegados más
    solventes. Sin embargo, para algunas prestaciones, como la del seguro universal
    materno infantil y la del seguro obligatorio para el transporte automotor, se
    ha conseguido que la atención de la natalidad en el primer caso y de lesiones por
    accidentes de tránsito en el segundo, se puedan atender en cualquier unidad de
    salud en la que las prestaciones sean demandadas. El costo de estas
    prestaciones es cubierto por el Estado en el primer caso y por compañías
    privadas aseguradoras en el segundo.

    INFRAESTRUCTURA EN SANEAMIENTO BÁSICO

    El artículo 20 de la
    Constitución Política del Estado, aprobada mediante referéndum en enero de
    2009, manda que “Toda persona tiene derecho al acceso universal y equitativo
    a los servicios básicos de agua potable, alcantarillado, electricidad, gas
    domiciliario, postal y telecomunicaciones” y que “El acceso al agua y
    alcantarillado constituyen derechos humanos,…”.
    El Estado tiene la
    responsabilidad de proveer estos servicios, y podrá hacerlo mediante contratos
    con la empresa privada en los casos de la provisión de electricidad, gas
    domiciliario y telecomunicaciones.

     

     

     

     

     

     

     

    De acuerdo al Informe Regional sobre Desarrollo Humano
    2010 del PNUD, se requiere de un importante esfuerzo para aumentar las
    inversiones públicas, especialmente para atender a los más pobres. De los tres
    servicios básicos que nos ocuparemos en esta sección (agua, baño sanitario y
    drenaje), el agua es el de mayor cobertura (ver cuadro 2), pero se observa que
    en diez años la atención a la población con menores ingresos ha subido apenas
    en 3,5 puntos porcentuales, y que ha desmejorado para la población del segundo
    quintil de ingresos. En términos de acceso a baño sanitario, más de la mitad de
    la población del quintil de ingresos más bajos carece de este servicio mientras
    que el 63,1 por ciento de la población en el segundo quintil cuenta con el
    mismo. En términos de drenaje y alcantarillado la situación es de extrema
    carencia para los más pobres, apenas el 15 por ciento accede a este servicio.

     

    INFRAESTRUCTURA EN ELECTRICIDAD

    El sector de
    electricidad en Bolivia está constituido por el Sistema Integrado Nacional
    (SIN) y una serie de Sistemas Aislados (SA) más pequeños. El SIN está separado
    verticalmente, de manera que los generadores de electricidad le venden a los
    distribuidores y a los consumidores no regulados. Para el año 2009 la potencia
    instalada del SIN fue de 1.284,8 MW, y la generación bruta fue de 5.634,5 GWh
    que representó el 92,1 por ciento de la energía total producida en el país. Los
    SA están a cargo de empresas y cooperativas, y tenían en 2009 una potencia
    instalada de 244,2 MW, con una generación bruta de 484,6 GWh, representando el
    7,9 por ciento restante.

    Para el año 2009
    había 4.550,7 kilómetros de líneas de transmisión, de las cuales 2.505 están
    dentro del sistema troncal y 2.045,7 fuera de este sistema. Tarija, Beni y
    Pando no están interconectados al SIN, y Santa Cruz y Chuquisaca están
    interconectados parcialmente, por lo que su demanda se atiende también desde
    sistemas aislados.

    De acuerdo con datos
    de la Autoridad de Fiscalización y Control Social, a mayo de 2010, habían
    1.318.940 consumidores domiciliarios, de los cuales 1.051.831 pertenecían al
    SIN, y 266.774 estaban conectados a los sistemas aislados.

     Las inversiones
    ejecutadas en el sector eléctrico en los últimos quince años han permitido
    mejorar la cobertura de este servicio a toda la población, aunque la población
    más pobre sigue presentando carencias que merecen atención prioritaria. De
    acuerdo con el PNUD, en 1997, el 34,3 por ciento de las personas en el quintil
    de ingresos más bajo tenía acceso a la electricidad; este porcentaje se ha
    elevado a 53,8 por ciento en 2007. En el caso de las personas en el segundo
    quintil, la cobertura ha mejorado de 74 por ciento a 76 por ciento.

    INFRAESTRUCTURA EN RIEGO

    Según el
    Viceministerio de Riego existían, en el año 2000, 5.743 sistemas de riego en el
    país, de los cuales 248 no estaban en funcionamiento. De los 5.459 restantes,
    5.350 se utilizan para la agricultura y 190 para la pecuaria. De los sistemas
    de riego destinados a la agricultura 626 eran sistemas familiares, y regaban un
    área menor a dos hectáreas. De los restantes 4.724 el 55,4 por ciento
    consistían en sistemas de riego pequeños (que regaban entre 10 y 100
    hectáreas), el 36,7 por ciento eran sistemas de micro riego (entre 2 y 10
    hectáreas), el 6,9 por ciento eran sistemas medianos (regando entre 100 y 500
    hectáreas), y el 1 por ciento eran sistemas grandes (mayores a 500 hectáreas).
    Estos sistemas de riego son en general poco eficientes; en los sistemas
    tradicionales se llega a entregar entre 18 por ciento y 30 por ciento del total
    de agua que transportan inicialmente, y en los sistemas mejorados, entre 35 por
    ciento y 50 por ciento.

    El agua que alimentan
    los sistemas de riego proviene principalmente de fuentes superficiales. El 69
    por ciento de la infraestructura de riego tiene como fuente los ríos de
    caudales estacionales e intermitentes y cursos inestables, el 19 por ciento
    utiliza embalses naturales y construidos (lagunas y atajados), el 6 por ciento
    utiliza vertientes de pequeños caudales, y el 6 por ciento restante utiliza
    pozos de variada profundidad. Predomina el riego de superficie, siendo muy
    escasos los sistemas de riego por aspersión y localizados.

    INFRAESTRUCTURA EN TELEFONÍA

    Los servicios de
    telefonía en el país han estado provistos por una empresa estatal, dos privadas
    de telefonía móvil y por 14 cooperativas de servicios de telefonía fija. El
    sector privado incursionó en este rubro a finales de los años ochenta, pero alcanzó
    una importancia capital, con la terminación del monopolio Estatal y el traspaso
    a la administración privada de la Empresa Nacional de Telecomunicaciones S.A.
    (ENTEL), en 1995. La cobertura de este servicio ha aumentado considerablemente
    desde entonces. La Ley de Telecomunicaciones que rige el sector hizo posible
    que las inversiones se multiplicaran y consecuentemente mejorara la cobertura.
    El sector rural que no tenía acceso a la telefonía fija y dependía de servicios
    de radio-comunicación con los centros urbanos, se ha beneficiado parcialmente
    de los cambios tecnológicos que se han introducido al país y que le han
    permitido acceder a la telefonía móvil.

    INFRAESTRUCTURA EN CAMINOS

    El sistema de
    infraestructura vial en Bolivia se divide en tres grandes grupos: i) red
    fundamental; ii) red departamental; y, iii) red de rutas terciarias o rurales.
    La red fundamentales competencia exclusiva del nivel central del Estado,
    mientras que las redes departamentales son competencia de los gobiernos
    departamentales, y los caminos vecinales (red municipal, o terciaria) son
    competencia de los gobiernos municipales.

    La red vial ha
    crecido sostenidamente los últimos veinte años, alcanzando los 80.887
    kilómetros de caminos en 2008, prácticamente el doble de la longitud de caminos
    que se tenía en 1990 (ver cuadro 4). La longitud de los caminos pavimentados es
    la que más ha crecido (250 entre 1990 y 2008), seguida por la de los caminos de
    ripio (160 por ciento), y muy por detrás por la red de caminos de tierra (50
    por ciento). La red departamental es la que más ha crecido (313 por ciento),
    seguida por la red fundamental (121 por ciento), mientras que la municipal sólo
    ha crecido en 37 por ciento.

    Partes: 1, 2, 3

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter