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Control de roedores perjudiciales (página 2)



Partes: 1, 2

Al segundo grupo pertenecen los productos derivados de la cumarina, o sea, los anticoagulantes, que son: pival, difacina, warfarina, tomarina, etc.

Las principales características de los rodenticidas anteriormente señalados, se anotan a continuación:

Rodenticidas de dosis única.

Fluoracetato de sodio (1080).

El compuesto 1080 (FCH2 COO Na), es un producto de acción efectiva espectacular, como jamás se encuentra en otros productos (DL 50=1.7 mg/kg). Se presenta en forma de polvo soluble no volátil, hidroscópico, poco soluble en alcohol y acetona. No tiene antídoto, su acción es tan rápida que no da tiempo a intervención alguna, es un toxico de efectos secundarios que provoca la muerte a animales que ingieran restos de ratas envenados con este producto.

Sulfato de talio.

Es un rodenticida extremadamente toxico, por lo que debe manejarse con sumo cuidado (DL 50 =12 a mg/kg). Se presenta en forma de cristales incoloros solubles en agua. No tiene antídoto conocido, siendo absorbido a través de la piel, de ahí, que su uso y manipulación implique la aplicación de medidas de protección extremas (20.7).

Escila roja.

Proviene del bulbo de una lileacea "Urginea marítima" que crece en los países del mediterráneo. El principio activo resulta mortal para las ratas, pero no para los animales superiores.

Su DL 50 es de 250 – 500 mg kg.

Carbonato de bario (Ba CO3).

Es un producto que se presenta en forma de polvo blanco, inodoro, insoluble en agua y alcohol, pero soluble en ácidos. En las dosis de empleo no es muy peligroso para los animales domésticos ni para el hombre. Generalmente, las ratas parecen morir fuera de sus madrigueras. Un gramo es suficiente para matar una rata en 24 horas (DL 50 = 750 mg/kg) (20.7).

Sulfato de estricnina.

Es un rodenticida de origen natural que se presenta en forma de cristales prismáticos, poco solubles en agua fría, tiene sabor amargo, con punto de fusión de 270 – 280 ºC.

Es un toxico violentísimo, y se utiliza para combatir algunas especies de animales. Debe ponerse el máximo cuidado en el empleo y manipulación de esta sustancia (DL 50 en rata = 1-30 mg/kg). Se forma en cebos coloreados que contienen 2-5% de sulfato de estricnina para el control de ratas (20.7).

Fosfuro de zinc.

Se presenta en forma de polvo negro – grisáceo con leve olor a carburo. El producto comercial contiene de 80 a 95% de Zn3 P2 y desarrolla, por lo menos, un 21.1% de fosfamina (PH3). Es prácticamente soluble en agua y alcohol, reacciona violentamente con ácidos, formando fosfamina. Es un producto muy venenoso, con una DL 50 oral aguda de 46.7 mg/kg.

El preparado de fosfuro de zinc se emplea como cebo y obra toxica por ingestión. El veneno ejerce su acción a las pocas horas, produciendo la muerte por convulsiones. El efecto del fosfuro del zinc se produce por el siguiente principio: de la ingestión del cebo se desarrolla fosfamina, por la ingestión del acido clorhídrico del estómago. Este gas ocasiona la intoxicación por perturbaciones del sistema nervioso y lesión de los órganos interiores. No se presentan intoxicaciones secundarias, porque la fosfamina es eliminada por oxidación, lo que desintoxica el cadáver del animal. Se emplea en dosis de 1.2 y 2.5% de concentración en los cebos con excelentes resultados (27.33).

Crimidina.

La crimidina constituye un violento rodenticida cuyo ingrediente activo se descompone rápidamente en el cuerpo del animal. Químicamente es una sustancia que forma cristales aciculares blancos, que se disuelven fácilmente en disolventes orgánicos, siendo difícilmente soluble en H2O.

Su dosis letal (Dl 50 ratas por vía oral) alcanza apenas 1 a 5 mg/kg de peso (Rattus norvegicus).

Es un veneno que se emplea en el control de ratones caseros y de campo (7).

Bromuro de metilo.

Es poder raticida del bromuro de metilo es ampliamente conocido, es uno de los fumigantes más usados en la desinsectación de productos almacenados de origen vegetal, ejerciendo, además fuerte acción rodenticida, en los lugares donde es aplicado.

Entre sus propiedades, la más importante es la penetración rápida y profunda en materiales sorbentes, a la presión atmosférica normal. Además sus vapores o gases se eliminan rápidamente. El bromuro de metilo no es inflamable en condiciones normales, lo que permite su uso sin precauciones especiales contra riesgo de incendio (20.7 tabla 1).

Acido cianhídrico

El HCN es uno de los fumigantes que primero se utilizó extensivamente en el control de roedores. Se encuentra como uno de los fumigantes más tóxicos. Es un veneno poderoso de acción rápida. En el hombre y mamíferos de sangre caliente, produce la muerte por asfixia, al inhibir las enzimas respiratorias y hacer que los tejidos sean capaces de absorber oxigeno de la sangre.

El HCN es un gas producido a partir del cianuro de calcio (CaCN), es un polvo gris oscuro, que al reaccionar con el vapor de agua de la atmosfera, libera el gas. El cianuro de calcio se vende en forma de pastillas (discoides) en granos finos y gruesos, su uso en el control de roedores es similar al de bromuro de metilo, con la diferencia de que éste es mucho más toxico y su empleo requiere extremo cuidado (20.7).

Fosfuro de hidrógeno.

La fosfamina (PH3) ha adquirido importancia como fumigante eficaz para el combate de insectos y roedores en productos almacenados. Este compuesto, a pesar de su peligrosidad, es muy inflamable, por ello se ha ideado un método seguro de desprendimiento de este gas, el cual se basa en el empleo de bolsitas, píldoras, o tabletas que contienen fosfuro de aluminio y de los cuales se desprenden lentamente la fosfamina, por reacción directa con la humedad. Las tabletas también contienen carbonato de amonio, que al mismo tiempo desprende dióxido de carbono y amoniaco, que sirven de diluyente gaseoso de la fosfamina y reduce el peligro de combustión de esta última.

La fosfamina es muy toxica para los mamíferos, en los cuales tienen un efecto acumulativo. Una concentración de 2.8 mg es letal para el hombre en breve tiempo.

Rodenticidas de dosis crónica.

Pertenecen a este grupo dos series de venenos anticoagulantes que son: Serie de Hidroxicumaria (warfarina, fumarina, tomarina, cumatetralilo, etc.) y Serie de la Indandiona (pival, difacina y otros).

Son los venenos que más se utilizan en la lucha contra roedores dañinos en todo el mundo.

Serie de la Hidroxicumaria

a) Warfarina. Este producto actúa como veneno de dosis múltiples, de efecto acumulativo. Es un polvo inodoro, casi blanco, de alta pureza físico – química soluble en agua y grasas.

Las propiedades rodenticidas de la warfarina, consisten en inhibir la coagulación de la sangre, como derivado de la cumarina, intervienen en el proceso de formación de protombina, que es un elemento indispensable en la coagulación de la sangre. Además se suma a esta acción principal, sus efectos sobre los vasos de forma directa, aumentando su permeabilidad de manera que la sangre pasa desde los vasos a los músculos y cavidades del cuerpo. El efecto anticoagulante, combinado con la acción vaso destructiva es de mucha importancia para la lucha contra las ratas, ya que produce efectos seguros sin ser reconocidos por los animales, los cuales comienzan por sentir primero, falta de apetito, seguido de perdida de movilidad, fatigas, apatía, incoordinación motriz, agotamiento y, por ultimo, la muerte.

Estos síntomas comienzan a presentarse 48 horas después de comenzada la ingestión del veneno. Externamente se caracteriza, por la presencia de sangre en la nariz, la boca, el ano, así como en la piel de este tipo de veneno radica en que la aparición y el desarrollo de la sintomatología tóxica es un proceso completamente indoloro, que no es advertido por las ratas, por lo que no existe recelo ni aversión hacia el cebo.

Existen otros venenos dentro de este grupo, que constituyen sales sódicas con el mismo principio activo. Esta peculiaridad química, le confiere a la sustancia en cuestión, un alto grado de solubilidad en agua, lo que permite su utilización como veneno de abrevadero, cuya aplicación está limitada a aquellos lugares donde las ratas difícilmente disponen de fuentes de líquidos para beber. Entre ellos se encuentran el cumatetralilo – Na y la warfarina sódica.

Pertenecen también a este grupo, otros rodenticidas de estructura análoga cuya efectividad alcanza también a aquellas especies resistentes a los productos comúnmente empleados (Difenocoum).

Serie de la Indiandiona.

A este grupo pertenecen algunas sustancias, que poseen en alto poder anticoagulante sobre la sangre. Se presentan, generalmente, en forma de concentrado aceitoso al 0.25% de ingrediente activo que se emplean en concentraciones mucho más bajos que la warfarina (0.007 5% de ia en cebo). Su DL 50 en ratas por vía oral es de 40-58 mg/kg de peso.

Procedimiento para desarrollar una campaña de desratización.

El tema de los roedores precisa, cada día, un mayor conocimiento técnico de las especies como cuestión fundamental, las condiciones que determinan su establecimiento y proliferación, así como el procedimiento adecuado para el desarrollo de campañas generales con vista a su eliminación.

No basta con disponer de un buen veneno para estos fines, la mejor arma suele no ser eficaz, en manos de quien no conoce su técnica y no puede explotar al máximo todas sus posibilidades.

Ante un problema de esa índole, debe establecerse a prioridad, un programa de trabajo que contemple la planificación de forma concreta, de las necesidades de recursos materiales y humanos.

Igualmente, se incluirán las actividades que tendrán lugar desde el comienzo, hasta el final de la campaña.

Generalmente, las áreas que se han de tratar son extensivas (el control de ratas no se concibe de modo particular), siendo indispensable considerar las siguientes actividades:

  • a) Inspección minuciosa del área que se ha de tratar.

  • b) Censo de ratas (determinar que especies causan el problema en cuestión, cual es su ubicación y densidad aproximada).

  • c) Programación de los recursos materiales y actividades que se han de realizar.

  • d) Desarrollo organizativo de las acciones.

Inspección del área que se ha de tratar.

Cuando se proyecta desarrollar una campaña de desratización, es indispensable realizar una inspección cuidadosa de la zona o región que será objeto del tratamiento, incluyendo las áreas aledañas. En dicha inspección se observarán las condiciones generales del lugar, su topografía, áreas cultivadas y terrenos baldíos (almacenes comercios y viviendas), construcciones aisladas, etc. Es de gran importancia observar el estado higiénico (malezas, basuras, escombros y otros materiales) que constituyen refugios de ratas, así como la presencia de estos roedores.

Los datos obtenidos servirán para elaborar el programa que se ha de desarrollar y la confección de un plano de la región.

Censo de ratas.

Determinar la infestación y distribución de la población, no es tarea fácil, sobre todo cuando se trata de áreas extensas. Por lo tanto, para tener una idea que corresponda, aproximadamente, a la realidad, es recomendable inspeccionar los lugares esenciales de infestación. En estas inspecciones se observarán, minuciosamente, los signos producidos por su constante actividad (excrementos, sendas, huellas, manchas de roce, roeduras, etc.), examinados cuidadosamente estos signos para conocer si la infestación es reciente o antigua, además, se deben considerar en las observaciones los daños producidos y su cuantía, el numero de madrigueras y si están habitadas o no. El resultado final permitirá tener una idea aproximada del grado de infestación.

Existen algunos métodos que (con mayor o menor aproximación) pueden utilizarse con vista a determinar, la densidad de población o la intensidad de sus daños, y aunque consideramos poco probable su utilización en nuestras condiciones actuales, bien puede servir como pauta que se ha de seguir en algunos casos.

Métodos para determinar poblaciones de ratas.

  • a. Métodos de trampeo: En horas de la tarde se instalan 100 ratonera de resorte, cebadas con trocitos de coco de 2.5 cm x 2.5 cm (o pan) a 25 cm una de otras, a lo largo del perímetro del campo (de caña) y amarrándolas con hilo o alambre delgado a uno de los tallos de caña para que las ratas no se las lleven, en caso de quedar atrapadas tan sólo de una pata o la cola. En cada lugar donde se instala una ratonera se hará un señalamiento para localizarla con facilidad. Al día siguiente por la mañana, se recorre el campo y si cayeron 8 ratas o más, hay que proceder de inmediato a realizar la desratización.

  • b. Método para determinar la densidad de roedores en el campo: Este método consiste en el empleo de trampas y capturas totales. En ello se utilizan, por lo menos, 100 ratoneras, las que se proveen de pan, semillas de calabaza, etc. y se colocan delante de las entradas de guaridas y en posición transversal con respecto a sus huellas. Deben capturarse, dentro del tiempo lo más corto

posible, todos los ratones sobre terreno de, por lo menos, 1000 m2 (35m x 30m

ó 25m x 40m) para lo que se necesita, normalmente, de 3 a 6 días. La densidad de la población hallada de esta manera, se caracteriza por un índice (numero de m2), el que esta dado por el cociente que se obtiene de dividir el tamaño del terreno, entre el numero de animales capturados en él.

En las investigaciones efectuadas por Lange y Sol establecieron las siguientes normas provisionales:

No de ratones de campo capturados con 100 ratoneras sobre 1000 m2 en una noche

Densidad de población daños

Control

20

Insignificante

Colocar cebo envenenados en casos excepcionales.

20 – 30

Mediano

Colocar cebos envenenados o tratamientos del terreno entero.

30 – 50

Fuerte

Únicamente tratamiento del terreno entero.

50

Muy fuerte

Únicamente tratamiento del terreno entero.

  • c. Método de conteo de madrigueras habituales: Todas las madrigueras que existen en un área determinada, se tapan con tierra, estopa, guano y otro material similar. A la mañana siguiente, se cuentan las que han sido reabiertas y se establece el porcentaje de madrigueras habitadas. Es método no nos sirve para conocer de antemano la intensidad de la población en datos cuantitativos, pero sí para determinar de la misma, si se evalúan comparativamente las cifras logradas antes y después de la campaña.

Alimentos usados como cebos. Fórmulas.

Fundamentalmente, el éxito en el control de roedores con productos químicos (rodenticidas) consiste en la adición o mezcla de estos con alimentos atractivos, que indican a las ratas y ratones a consumir el cebo envenenado, incluso, cuando éste se sitúa en lugares en competencia con otros alimentos, como por ejemplo, en almacenes, fabricas, granjas agropecuarios, etc.

Este aspecto, quizás el de mayor importancia, debe tenerse muy en cuenta cuando se quieren lograr buenos resultados.

Las ratas no aceptan fácilmente cualquier alimento que encuentren en su recorrido, aunque tienen preferencia por los cereales enteros o molidos. Suele decirse que "nunca un rodenticida es tan bueno como el cebo que lo acompaña" y esta afirmación no está nada lejos de la realidad.

Cuando se utiliza veneno de dosis única, el cebo que se ha de emplear debe ser cuidadosamente seleccionado, así como distribuir cebos inocuos que colocados antes del tratamiento, en aquellos lugares de mayor actividad "acostumbre" a las ratas a alimentarse en esos lugares.

Este precebo o engodo, deberá ser preferentemente algún cereal en forma de grano o harina gruesa, el mismo que se usará como vehículo del veneno, una vez transcurridos algunos días que lejos de representar un trabajo adicional, garantiza mejores resultados finales.

El empleo del fosfuro de zinc (Zn3 P2) en nuestro país, se realiza en zonas muy localizadas por los organismos encargados de la salud publica. Su uso está restringido en muchos casos, aunque es veneno muy efectivo contra cualquiera de las especies de roedores, y su aplicación repetida a corto plazo no debe practicarse.

Para mezclar el veneno a base de fosfuro de zinc con alimentos, debe utilizarse una grasa o aceite, lo que facilita su adhesión al cebo a la vez que se aumenta con su adición, la absorción del fósforo en el cuerpo del animal.Los cebos preparados de esta forma dan mejores resultados .

Cuando se trata de venenos anticoagulantes, hay que tener en cuenta otros factores, como son: la dispersión del veneno dentro del cebo, la mayor o menor resistencia natural de los elementos del cebo frente a los factores climáticos y la aceptabilidad del mismo por los roedores. En nuestro país suelen emplearse formulas a base de cabecilla de arroz harina de maíz y de pescado, esta formula que ya va siendo tradicional en los cebos preparados industrialmente (polifarina), no resulta del todo ventajosa, ya que la harina de pescado se descompone fácilmente y con frecuencia el cebo toma un olor muy desagradable, pero su uso se generaliza cada vez mas, independientemente de otros inconvenientes que arrastran cuando la producción se distribuye a diferentes empresas agrícolas en forma de cebo a general. No pretendemos con esto juzgar su efectividad, la cual por experiencia propia está más que comprobada; pero no es menos cierto tampoco que la formula que sirve de vehículo a la sustancia activa y más, precisamente, su forma de harina no es toda la operativa que el país necesita en estos momentos. Su fabricación es pequeñas bolsas que contienen 20 g de cebo, es más útil, aunque las investigaciones sobre la cantidad de cebos por bolsas, forma de aplicación momento optimo de aplicarlas y normas de empleo, deben ser aun objeto de estudios más profundos.

Recientemente se han experimentado otras formulas de cebo de gran utilidad a primera vista, de las cuales se hará un resumen al final.

Los cebos anticoagulantes, preparados en forma de pequeños bloques
parafinados, presentan innumerables ventajas que bien valen la pena mencionar.
Algunas de ellas, con mayor resistencia a las condiciones de intemperismo, facilidad
y economía en su aplicación, mayor productividad, son factores
determinantes del método. El mismo consiste en la fabricación
de bloques – cebo en forma cilíndrica, que contienen harina de
cereales o granos enteros, atrayentes, colorantes, sustancias estabilizadoras,
parafina, etc., lo cual le da al cebo una dureza considerable que le permite
resistir, manteniendo sus características fundamentales las condiciones
adversas, a la vez que esta dureza lo hace más atractivo a las ratas,
que ya sabemos gustan de roer. Por otra parte, facilita la transportación
del bloque – cebo por estos animales hacia sus madrigueras, donde han de roer
durante las horas del día, el resto de la colonia.

Preparación del cebo envenenado.

El paso más importante, antes de iniciar una campaña de control, es la correcta preparación del cebo envenenado y la verificación (mediante una prueba biológica) de su efectividad.

Con vista a ello, debe tenerse en cuenta lo siguiente:

Al preparar el cebo para ratas, en general, deberá cuidarse de que los instrumentos utilizados no estén sucios o impregnados con otros productos químicos (plaguicidas, fertilizantes, etc.) que puedan comunicarle al cebo olores desagradables. Para esta labor se escogerá un lugar apropiado protegido por el viento, la humedad y la presencia de animales útiles o no. Debe ser dirigida dicha operación por una persona que posea conocimientos mínimos de la materia.

En la preparación del cebo, cuando se trata de venenos de dosis única (fosfuro de zinc pe), debe procederse primero a impregnar los granos con un material grasoso, que puede ser aceite de linaza o aceite comestible, en cantidad suficiente para humedecer el cebo. Posteriormente, se adicionará el veneno con una paleta en pequeñas porciones, que se irán mezclando, hasta obtener una coloración uniforme.

Es muy importante cuidar de la protección del personal con caretas, guantes y ropas adecuadas, pues el desprendimiento de PH3 resulta peligroso.

Una vez terminada la mezcla, esta no deberá dejarse dentro del local, sino en tanques herméticamente cerrados y rotulados, después de lo cual se procederá a lavar correctamente los instrumentos utilizados y quemar en un lugar seguro, los materiales y otros complementos que resulta ya inservibles.

Con los anticoagulantes, el método es similar, solo que se adiciona primeramente el veneno a los materiales más finos, para agregar los más gruesos. Es necesario prestar especial cuidado en el desarrollo de los aspectos antes enumerados y mezclar y mezclar hasta la saciedad todos los elementos, pues corrientemente se presenta dificultades, con la reducida cantidad de anticoagulantes que se ha de utilizar en grandes volúmenes de cebos.

Es bueno mencionar, qué cantidades de 0.93% de ingrediente, para lograr un magnífico control.

En grandes dosis, los anticoagulantes provocan la muerte no por hemorragia, sino por edema pulmonar, lo cual ocasiona la muerte rápidamente. En realidad, en grandes dosis, los anticoagulantes son venenos de fuerte acción, perdiendo así sus ventajas, por eso al practicar el control contra los roedores, el producto se emplea en dosis tales, que provocan imperceptiblemente el desarrollo de una diátesis hemorrágica letal.

Distribución del cebo. Criterios que se han de seguir.

Los roedores de acuerdo con la especie en cuestión, poseen hábitos que caracterizan su presencia y su forma de ataque en una zona cualquiera.

El éxito fundamental de la campaña estriba ahora, en la protección del cebo y en una ingeniosa distribución del mismo.

Cuando se trata de ratas en general, cada unidad cebo (posta) no deberá exceder de 100 a 150 gramos de cebo. Para Rattus norvegicus, estas deberán colocarse interceptando sus sendas, junto a madrigueras o lugares donde causan daños protegidos en pequeñas latas cuya abertura se colocará, evitando que los factores ambientales deterioren el cebo. También puede usarse trozos de bambú, envases vacios, platillos de cartón, o cualquier otro material siempre que esté limpio y libre de malos olores.

Rattus rattus (cualquier subespecie) tiene otros hábitos, y la colocación de estos comederos requieren de una minuciosa observación previa, después de lo cual se colocarán los contenedores de cebo sobre soleras, vigas o en las zonas especificas donde produzcan el daño.

Es usual que las ratas no aceptan bien cualquier objeto colocado en los lugares que ellas frecuentan y el cebo sufre ese tiempo a la intemperie sin los resultados esperados, por lo que comúnmente suele salvarse esta situación colocando los contenedores vacios algunos días antes de iniciar la campaña. De esta forma, las ratas vencerán lo que se ha llamado "reacción objeto nuevo" sin perjuicio para el cebo.

Si todas estas indicaciones se siguen con mínima rigurosidad,
el cebo comenzará a surtir efecto a partir del tercer día de colocado
y la población acabará por disminuir considerablemente al cabo
de 7 -10 días, a partir de los cuales podrá reducirse el numero
de postas, dejando en el lugar, solo aquellos en que es evidente aun la actividad
de estos animales, aumentando la cantidad de cebo por postas hasta 200 gramos.

No se ha detallado aquí la reposición del cebo necesaria en aquellas postas donde es mayor la actividad de las ratas, los mayores consumos, en este sentido, deberán registrarse 2 ó 3 días después de colocadas las postas.

Cuando la lucha se lleva a cabo contra ratones caseros y de campo, debe multiplicarse la cantidad de postas, las cuales se situarán en cualquier parte donde se observen madrigueras, nidos, acumulaciones de excretas o daños.Las mismas, no deberán contener cantidades de cebo superiores a 30 g por posta.

El estrecho radio de acción de este animal (de 3 a 10 m) determina la mayor densidad de postas ya mencionadas. Esta especie resulta más fácil de controlar en áreas localizadas, ayudan a ello la poca amplitud de sus movimientos y su escasa "reacción objeto nuevo". Sin embargo, es mucha más resistente a los anticoagulantes, sin que esto quiera decir que deberán propiciarse aumentos en la concentración de sustancias activas del cebo.

Antes de dar por terminado este material, debemos aclarar, que en él han quedado sin considerar muchos aspectos sobre el control de roedores, algunos de ellos de gran importancia como es la resistencia a las rodenticidas anticoagulantes (aún no reportad en Cuba), el empleo esterilizantes y la utilización de ultrasonidos. Además, se han pasado por alto las sustancias, repelentes, como otras vías posibles de preservar las cosechas. Todos estos aspectos dan una idea clara de la magnitud que alcanza el problema de los roedores en el mundo actual.

Biorat.

Actualmente en Cuba se produce un rodenticida que resultado un eficaz medio para el control de ratas y ratones. El Biorat esta constituido por un cultivo bacteriano de Salmonela enteritidis variedad Danysz, la cual es patógena específica para ratones

La manera en que se presenta el producto lo convierte en un cebo apropiado al olfato y paladar de ratas y ratones y su forma granulada incentiva a estas especies a su ingestión.

Su aplicación puede realizarse en cualquier época del año, recomendándose depositar preferentemente en horas de la tarde a la entrada de las cuevas, senderos, esquinas, paredes de edificaciones y en los lugares donde se haya observado la presencia de estas especies, evitando que el cebo sea afectado por corrientes de agua y los rayos solares.

La dosis a colocar, en cada lugar, pueden ser de 25 a 50 gramos, guardando una distancia entre ellas de 2 a 5 metros y se aplica una vez en un lapso no menor de 6 meses.

Activa eficazmente sobre ratas y ratones, entre el quinto y décimo día después de la ingestión del producto, controlando totalmente la plaga. Se emplea con efectividad en almacenes, graneros, objetivos pecuarios e industriales, restaurantes, complejos turísticos, áreas de cultivo, entre otros.

Biorat cuenta con más de 20 años de experiencia en el control de ratas y ratones. Por sus características e inocuidad al hombre y otras especies, ha sido utilizado en el control de brotes epidémicos de Leptospirosis (Nicaragua), peste bubónica (Perú), fiebre hemorrágica (Bolivia), además de quedar demostrada su eficacia en la disminución de la pérdida de las cosechas y graneros. Preventivamente ha sido empleado, con muy buenos resultados, Vietnam, Costa Rica, Ecuador y Bolivia, país donde las autoridades de Salud obtuvieron un 99.4% de mortalidad en estas especies en el periodo de un semestre.

El producto se presenta en bolsas herméticas de 250 gr, 500 gr, 1 kg, recomendándose sea abierta solamente en el momento en que se aplicará.

Efectividad de la desratización

Se expresa en porcentaje y se puede determinar de las siguientes maneras:

1.- Se colocan durante tres noches, antes de efectuar el control, algunos portacebos con cebo no envenenado, cuyo contenido ha sido pesado previamente, y así se determina la cantidad de pienso consumido, esta operación se repite a la semana después de haber efectuado el trabajo y por la diferencia de pienso consumido se halla el porcentaje de roedores eliminados.

2.- Se hace algo similar a la operación anterior, pero con varias jaulas, y se saca el porcentaje con respecto a los animales capturados antes y después del tratamiento.

3.- Se determina la cantidad de cuevas activas que existen en la unidad antes del control, lo cual se realiza mediante la inspección del lugar donde están ubicadas las cuevas, las cuales se tapan todas con papel, paja u otro material suave, al otro día se revisan y aquellas que estén destapadas se consideran activas, esta operación se repetirá una semana después del control y con los datos obtenidos se aplica la siguiente formula:

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Donde A: cantidad de madrigueras activas antes de la desratización.

B: cantidad de madrigueras activas después del control.

Protección e Higiene del trabajo.

Por constituir los rodenticidas, sobre todo los de acción rápida, venenos fuertes, se deben extremar las precauciones durante su uso y manipulación, sobre todo cuando están concentrados o cuando se está efectuando su mezcla y para ello se debe tener presente lo siguiente:

1.- El almacenamiento de estos productos debe ser en lugares secos, bien ventilados y fuera del alcance de niños, personal lego o animales.

2.- No debe permitirse la manipulación de estos productos por menores de edad o por personal que no esté debidamente capacitado.

3.- Se deben colocar rótulos de "Veneno" en los recipientes o envases donde se guarde el producto concentrado o el cebo envenenado.

4.- En el trabajo con el producto puro y durante la mezcla se deben usar caretas anti polvo y guantes de goma.

5.- No se debe fumar ni ingerir alimentos durante el trabajo.

6.- Al terminar el trabajo con estos productos se deben lavar las manos y la cara con agua y jabón abundantes.

7.- En caso de envenenamiento casual de alguna persona con alguno de estos productos se remitirá de inmediato al centro asistencial más cercano.

8.- Los tratamientos a aplicar en casos de envenenamiento son:

  • a) Fosfuro de zinc: carece de antídoto específico, por lo que el tratamiento si es tardío puede no surtir efecto. Se debe administrar cada 5 minutos una cucharadita de sulfato de cobre al 1% para provocar el vomito. Después se debe lavar el estomago con una solución débil (0.4%) de sulfato de cobre, el que se asevera que convierte el fosforo en inerte por revestimiento con fosfuro de cobre insoluble. Debe darse un purgante para facilitar la eliminación de cualquier toxico y aplicarse si están indicados estimulantes cardiacos y glucosa intravenosa. Está contraindicada la administración de grasas o aceites, así como de leche o huevos en el envenenamiento con este producto.

  • b) Sulfato de talio: carece de antídoto específico, por lo que también es valido lo dicho para el fosfuro de zinc. Se debe aplicar un tratamiento mantenido con suero salino glucosado, antibióticos y vitaminas, así como tratamiento sintomático de las lesiones de la piel. En los primeros momentos pueden tener valor el ioduro sódico, el dimercaprol (BAL) y el calcio edetato sódico, según Garner y Papworth (25). También se plantea que se puede tener éxito, de acuerdo con las referencias de estos autores con difeniltiocarbanzona (70 mg/kg de peso tres veces al día), aunque esta sustancia en opinión de Budinger.

  • c) Warfarina. El antídoto especifico es la vitamina K o sus sucedáneos sintéticos, sin embargo, si los síntomas son ya evidentes se impone la transfusión sanguínea total para evitar errores aunque pueden utilizarse soluciones glucosas y salinas como sustitutivos temporales. También se plantea que es beneficioso el empleo de derivados del acido oxálico o la aplicación de sangre citratada.

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Autor:

Omelio Cepero Rodríguez ;

Jorge Orlay Serrano Torres; ;

Juan José Pulido

Curriculum Omelio Cepero Rodriguez

Graduado en la carrera de Medicina Veterinaria. Defendió su doctorado en Leipzig, Alemania. 1988. Tiene publicado 184 trabajos en revistas Nacionales e Internacionales. Miembro titular de la Sociedad de Epizootiologia. Desde el año 1992, dirige el tema de Investigación: "Impacto de los desastres en la salud y producción animal y vegetal en la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Central de las Villas. Autor de veinte libros. Profesor Titular.

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