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A propósito del Bicentenario de la Batalla de Urica. Fue Zaraza quien mató a Boves




Enviado por Víctor Manuel Belis



  1. Una ciudad para la
    historia
  2. Venezuela en deuda
    con Úrica
  3. Perdimos la batalla
    pero ganamos la guerra
  4. ¿Quién mató a
    Boves?

Una ciudad para
la historia

Urica, ciudad capital de la parroquia del mismo nombre
del Municipio Pedro María Freites del Estado
Anzoátegui, situada a 45 Km. al sureste de la
población de Santa Inés, en los límites con
el Estado Monagas, fue fundada el 17 de agosto de 1799 por el
Capitán Pascual José de Guevara "a la que le dio el
nombre de Villa de San Jacinto de Urica, según
Plácido José Chacón en "Origen, Vida, Gloria
y Trascendencia de Urica", 1994. (pág. 28). Su
población se calcula en unos 11.500 habitantes,
aproximadamente.

Cuna de notables hombres y mujeres, entre los cuales
destacan el escritor, docente y quinto cronista de Urica, Don
Plácido José Chacón; el historiador
José Eduardo Guzmán Pérez; Pbro.
Jesús María Guevara Carrera, insigne sacerdote y
escritor del Estado Anzoátegui, cuarto cronista de Urica;
el famoso indio, botánico y curandero Juan José
Yaguarín Yaguare; el General Santos Carrera "El Caudillo
de Guayuta"; el prócer de la Guerra Federal General
Deogracia Rondón y su esposa Patricia Barreto, padres de
los también generales: Maximiano Rondón Barreto "El
Berraco", poeta, escritor y tercer cronista de Urica, Alberto,
Diego y Pedro Rondón Barreto.

En esta población también nació uno
de los héroes de la Guerra Federal, el General José
Desiderio Trías Guzmán, quien ocupó la
Presidencia de la República en 1864. Igualmente vino al
mundo en Urica el general Domingo Monagas Marrero, quien fue
encargado del Ejecutivo Nacional en 1868, hijo del General
José Gregorio Monagas Burgos y de su segunda esposa, Clara
Marrero, con la cual se casó en Urica.

Aunque no nacieron en Urica, los generales Manuel
Guzmán Álvarez y José Gregorio Monagas,
estuvieron estrechamente relacionados con esta población,
donde establecieron residencia. El primero, casado en Urica con
Ana Muzzi Barrios, ejerció la presidencia de la
República en 1898. El segundo, fue presidente de la
República entre1851 y 1855. En su mandato decretó
la libertad de los esclavos.

Por su ubicación geográfica
estratégica, en el centro de los Llanos Orientales, esta
ciudad desde la Independencia en adelante ha sido epicentro de
las actividades militares que han tenido lugar en esta
región. Esta misma situación ventajosa le ha
servido para el intercambio comercial de sus productos
agrícolas y pecuarios-considerados de muy buena
calidad-con las poblaciones circundantes.

Uno de sus principales ríos, el Amana, aparte de
beneficiar a Urica y otras poblaciones cercanas, surte de agua a
la capital del Estado Monagas, Maturín, al igual que a
otros de sus centros poblados.

Más allá de los anteriores
acontecimientos, la importancia y fama de Urica deviene de una de
las siete batallas que a lo largo de su historia han tenido lugar
en su territorio. Se trata de la célebre Batalla de Urica,
realizada el 5 de diciembre del año 1814 entre las fuerzas
patriotas conformadas por menos de 4000 integrantes, bajo el
mando del General José Félix Ribas y las realistas
con el temible Comandante José Tomás Boves a la
cabeza de más de 7000 hombres, de la cual se cumplieron
doscientos años el pasado 5 de diciembre.

Antes de esta contienda se realizó la primera
Batalla de Urica, el 12 de septiembre de 1814, entre
Bermúdez con 248 hombres y Morales con 670, ganada por
Bermúdez. Las otras batallas fueron: la de Altagracia
(29-04-1870), la tercera. Se enfrentaron los generales Manuel
Guzmán Álvarez y Deogracia Rondón con 295
hombres contra el general Cuervo, que contaba con 790 hombres. El
triunfo correspondió a los primeros. Cuarta batalla: La
Puente, el 20-02-1902. Quinta batalla: Las Lomas de la Viuda
Paula, el 27-12-1915. Sexta batalla: la del cerro El
Corazón, el 27-12-1915. Y la séptima batalla: Punta
de Piedra, el 18-04-1914.

Los uriqueños conmemoraron tan magna fecha en
medio de los múltiples problemas que actualmente padecen:
desabastecimiento y escasez de alimentos, inseguridad, apagones,
falta de agua, deterioro de sus vías, pésimo
servicio de salud, inflación cada día más
alta, entre otros.

A tal efecto la programación incluyó:
ofrenda floral al Libertador en la plaza Bolívar de la
localidad, desfile cívico-militar, presentación de
diferentes corales del Municipio Freites, escenificación
de la Batalla de Urica con la actuación de talentos
locales a lomo de más de diez caballos, Sesión
Especial de la Asamblea Nacional donde se aprobó un
acuerdo en conmemoración del Bicentenario de la Batalla de
Urica y la muerte de José Tomás Boves, en el que se
nombró a la ciudad de Urica como capital del Estado
Anzoátegui por un día, siendo la oradora de orden
la joven estudiante Gloria Estefanía
Cañas.

Dicha sesión fue dirigida por el presidente de la
Asamblea Nacional, diputado Diosdado Cabello, quien estuvo
acompañado por autoridades y diputados tanto nacionales
como estadales, con presencia de representantes del Poder Popular
provenientes de diferentes ciudades de los estados
orientales.

El presidente de la República, Nicolás
Maduro, a través de una carta emotiva fechada en este
día aniversario, dirigida al pueblo de Urica, se
sumó a estos actos. En ella, además de destacar la
importancia de esta acción bélica y su influencia
en la pérdida de la Segunda República, nos dice que
"…también, caía en combate en Urica el Taita
José Tomás Boves: se le atribuye al General Pedro
Zaraza el lanzazo que le quitó la vida."

Venezuela en
deuda con Úrica

Habría que decir que esta deferencia de la cual
fue objeto el pueblo de Urica en esta ocasión bicentenaria
no salda la deuda que tiene Venezuela con esta histórica
ciudad, por haberse realizado en sus predios en el transcurso de
esta batalla la muerte del temible Boves, con los consecuentes
beneficios que esto acarreó para las fuerzas republicanas.
Sin el influjo que ejercía en vida este caudillo hacia las
masas desposeídas, éstas se volcaron en lo sucesivo
a respaldar la causa republicana haciendo posible finalmente el
triunfo total sobre el ejército realista en la Batalla de
Carabobo, el 24 de junio de 1821, iniciándose así
la independencia del dominio español.

Posteriormente el 24 de julio de 1823, con la
victoria obtenida por nuestros patriotas sobre la flota realista
en la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, terminó el
largo dominio de España sobre Venezuela.

Perdimos la
batalla pero ganamos la guerra

Urica se merece muchísimo más que los
honores recibidos en esta oportunidad de parte del Gobierno
Revolucionario Bolivariano, que lleva casi 16 años en el
poder. Si de hacer justicia se trataba con esta heroica e
histórica población, un verdadero gobierno
revolucionario no habría esperado la fecha del
Bicentenario de la Batalla de Urica para hacerle este merecido
reconocimiento.

Más que nombrarla capital del Estado
Anzoátegui por un día, cosa que ya se hizo durante
los gobiernos de la Cuarta República (Según nos
narra el cronista de Urica, el Maestro Don Plácido
Chacón, en "Origen, Vida, Gloria y Trascendencia de Urica,
1994: el "…24 de julio de 1883, primer centenario del
nacimiento del Libertador, Urica es designada (…) Capital
Provisional del Gran Estado Bermúdez. (…) Urica es
nombrada Capital por un día del Estado Anzoátegui,
el sábado 18 de Agosto de 1.990."); Urica merecía
ser designada Capital Provisional de la República,
así como también merece que todos sus problemas
sean resueltos para mejorar la calidad de vida de sus moradores;
que sea elevada a la categoría de municipio
autónomo, una vieja aspiración por la que han
luchado sus habitantes, entre ellos su cronista Don
Plácido Chacón; que sea designada patrimonio
histórico de Venezuela; que se le construya un museo para
preservar para la posteridad toda su memoria
histórica.

Por eso compartimos lo expresado por la vecina de Urica,
Rosa Rondón, presente en los actos referidos, quien dijo:
"Durante todo el año aquí hacen muy pocas cosas,
pero cuando se aproxima diciembre hacen alguito, porque saben que
van a realizar actos y vienen personas de todas partes. Es
importante que se recuerde la historia y lo que aquí
sucedió, pero este pueblo necesita muchas cosas". (Diario
El Tiempo, Puerto La Cruz, 06-12-2014). 

En lo que se refiere al desarrollo de la acción
bélica homenajeada, tomamos del relato de la misma,
escrito por un patriota que estuvo directamente bajo el mando del
Generalísimo Francisco de Miranda y de Simón
Bolívar, algunos fragmentos. José De Austria,
"Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela en la Guerra de su
Independencia". Tomo Primero. Valencia, 1857 (pág.
340)

Llegados los patriotas a competente distancia, dispuso
Ríbas que los cuerpos de Zaraza y Monágas,
abriéndose impetuosamente paso por ambos flancos del
enemigo, saliesen á retaguardia de su infantería
(…) "Bóves inmóvil, como si le preocupase un
grave pensamiento, se estuvo á aguardar el ataque,
viéndose con sorpresa que, por la primera vez, se
abstuviese de prevenir á su enemigo. Valeroso, empero,
como siempre, se colocó á la derecha, por ser aquel
flanco el mas débil de su línea. Sobre él
cayó Zaraza con tal ímpetu y coraje, que
sobrecojidos [sic] los realistas, volvieron la espalda
en el desórden mas completo: entónces fué
cuando Bóves, después de haber hecho los mas
heroicos esfuerzos para detener á los suyos, quiso
retirarse; su caballo indócil á la voz y al freno,
se encabritó, y un oscuro soldado republicano, cuyo nombre
jamas se ha podido descubrir, le atravesó el pecho de un
lanzaso [sic], derribándole en el acto al suelo,
muerto.

Esta narración de la Batalla de Urica es
coincidente con las de otros autores. También hay acuerdo
en cuanto a que los resultados catastróficos para las
fuerzas republicanas marcaron el final de la Segunda
República, y dejó bajo el control absoluto del
ejército realista el territorio venezolano. En contraste
con esto la muerte del sanguinario Boves le puso un límite
al respaldo popular a las filas enemigas de la Independencia, a
la vez que creó las condiciones propicias para que el
vacío de liderazgo dejado tras su desaparición
física fuera sustituido por el surgimiento de un nuevo
caudillo, esta vez al servicio de la Patria: José Antonio
Páez; a quien entonces se unieron los sectores
empobrecidos que antes apoyaron al asturiano
fallecido.

¿Quién mató a
Boves?

En lo que si hay discrepancias entre los historiadores
es en cuanto a quién fue el autor de la muerte de Boves,
ya que este hecho ha sido atribuido a diferentes personas que
participaron en la batalla. Estas son algunas de las versiones
sobre su fallecimiento:

Ramírez, Juan J. La muerte de Boves en Urica.
Semanario El Maturinés (1972). Se disputan la muerte del
sanguinario Boves el cabo Juan Sotillo, Zaraza, el Negro Mina y
Cedeño.

Valdivieso M, Acisclo (1955). Nos dice que el soldado
Pedro Martínez, integrante del escuadrón
"Rompelíneas" de Zaraza, mató a Boves de un
lanzazo.

PÉREZ T, Tomás (1969) En cierta
ocasión hizo acto de presencia en las oficinas del
gobierno republicano en Angostura un ciudadano de nombre
Nicolás Silva, quien aseguró haber participado en
la Batalla de Urica como soldado, siendo él mismo, con sus
manos, quien acabó con la vida de Boves. Esta
aseveración fue desestimada por cuanto el mentiroso
personaje fue incapaz de probarla.

Uslar P, Juan (1972). Señala como posibles
causantes de la muerte de Boves al General Andrés Rojas,
al General Pedro Zaraza y a Francisco Tomás Morales,
según tres versiones expuestas en su obra.

Zaraza, Lorenzo (1933) Afirma que Boves fue muerto por
Zaraza con una mortal lanzada por el pecho.

Betancourt M, Fidel (2010). Sostiene que Zaraza
alanceó a Boves, situación aprovechada por un
soldado para también alancearlo dejándolo
agonizante hasta que fue recogido y trasladado a otro lugar,
donde fue rematado por Morales.

Mientras existen estas opiniones encontradas entre los
historiadores acerca de la muerte de Boves, la creencia popular
en todo el país con un alto nivel de certeza, en especial
en los llanos de los Estados Guárico, Anzoátegui y
Monagas, es que el autor de la muerte de Boves fue
Zaraza.

Esa convicción fue la atmósfera que
rodeó los actos del Bicentenario de la Batalla de Urica,
donde algunas autoridades presentes se manifestaron en ese
sentido. Es el caso del diputado Diosdado Cabello, Presidente de
la Asamblea Nacional, quien aseguró (Diario Panorama,
5-12-2014): "Zaraza venció a Boves con todas las de la
Ley. No le echen la culpa al caballo de Boves todos los
historiadores".

Por su parte el Gobernador del Estado Anzoátegui,
profesor Aristóbulo Istúriz reivindicó la
figura de Zaraza (Periódico El Norte, 6-12-2014) de quien
destacó es "ejemplo de los hombres y mujeres de esta
patria y que participó de forma inminente en aquella
batalla del 5 de diciembre de 1814". Ninguno de estos dos
dirigentes fue contundente en estas afirmaciones en cuanto a la
autoría de Zaraza en la muerte de Boves, sin embargo se
puede decir que de alguna manera lo insinuaron.

En el caso del presidente Nicolás Maduro,
éste va un poco más allá de estas opiniones
cuando refiere en la carta ya comentada: "se le atribuye al
General Pedro Zaraza el lanzazo que le quitó la vida",
emulando así al presidente Hugo Chávez que ya
había dicho en el programa nro. 212 – Aló
Presidente, desde el Salón Ayacucho del Palacio de
Miraflores, el domingo, 13 de febrero de 2005:

Muere Boves en Urica, lo mata Pedro Zaraza de un
lanzazo, vamos a recordar también a mi general Pedro
Zaraza y aquella expresión, allá, cuando estaba,
dicen que estaba afilando la lanza y mirando la sabana de Urica,
allá estaba Boves y Pedro Zaraza, dicen en Urica: "O se
rompe la Zaraza o se acaba la bovera." Dos horas más tarde
estaba muerto José Tomás Boves de un lanzazo en el
pecho, lo mató Pedro Zaraza, lo fue a buscar, lo
cazó entre la masa de caballería y lo
alanceó de frente, en combate memorable, personal, era el
Jefe de patriotas contra el Jefe de la masa popular.

Como vemos, sobre la muerte de Boves se han formado
diversas y contradictorias opiniones en la historiografía
venezolana, en tanto que a nivel popular la situación es
distinta; el común de la gente siempre se ha inclinado a
creer que fue Zaraza el que lo mató. Y es que quienes
así piensan tienen razón, pues en el caso de la
muerte de Boves, desde hace mucho tiempo se conoce con certeza
que fue Zaraza el que puso fin a la vida de este ser despiadado,
sustentado en un testimonio que así lo demuestra, pero que
es poco conocido.

Fue el mismo Zaraza quien aclaró el misterio que
había envuelto tan comentado fallecimiento. Finalizando el
año 1922, habiendo transcurrido 8 años de la
Batalla de Urica, en un apartado lugar del Estado Guárico
donde estaba residenciado, Zaraza reconoció
públicamente ante un grupo de personas que él
había dado muerte a Boves.

Los detalles de esta anécdota son dados a
conocer, por primera vez, por el prestigioso escritor de
Maturín, Dr. José María Núñez,
en la obra "APOTEOSIS DE BOLÍVAR", publicada en Caracas el
año 1883 en la imprenta al vapor del diario
caraqueño "La Opinión Nacional", ubicado frente a
la Plaza Bolívar y dirigido por Fausto Teodoro de Aldrey,
como ofrenda del Estado Bermúdez en el Primer Centenario
del Libertador.

Uno de los temas seleccionados para formar parte de este
libro, bajo la firma de Núñez, se titula "APUNTES
HISTÓRICOS Y ESTADÍSTICOS CONCERNIENTES AL ANTERIOR
ESTADO, HOY SECCIÓN DE MATURÍN EN EL ESTADO
BERMÚDEZ", y uno de sus capítulos, el N° 5, con
el nombre de "LA MUERTE DE BOVES" nos dice:

Hasta ahora ignora la República quien fue el
arrojado campeón que alanceó á uno de los
más valientes, prestigiosos y bárbaros jefes
españoles, José Tomás Bóves,
arrebatándole la vida. Hecho de tamaña importancia
no debe quedar desconocido en la historia de la Independencia de
Venezuela; y hé aquí como un accidente casual vino
á revelarlo.

En Noviembre de 1822 se encontraba el señor
Comandante Antonio Padilla Urbaneja, Ilustre Prócer, en el
sitio de Apamate, Sección Guárico, en
compañía del General Zaraza cuando en una
mañana se presentó allí un hombre blanco,
alto, de apellido Delgado, y de regular porte, con algunas cargas
de café, cacao y papelon procedentes de los Valles de
Orituco, que había negociado por aquellos lugares. Zaraza,
dotado de una prodigiosa memoria, al verlo le dirigió
inmediatamente la palabra; y hé aquí el
diálogo entre ámbos sugetos
[sic].

Zaraza- ¿No sabe usted qué hombre
mató a Bóves, puesto que usted era uno de los que
venían á la cabeza de las caballerías
godas?

Delgado- Quien mató á Bóves fue la
misma persona que me lo pregunta.

-Me parece que está usted equivocado, porque
usted no me conocía ántes.

-He tenido ocasion de verlo á usted varias veces
en Chaguarámas y el Valle de la Pascua, antes de que fuera
usted militar.

-Eso es otra cosa; pero se duda hasta ahora quién
fuese el autor de la muerte de Bóves.

-Voy á probarle que fué Usía, de
modo que no le quede duda. Yo iba á la cabeza de la
caballería goda y á la derecha de Bóves:
á la izquierda de éste, un zambito ñato, muy
acreditado de valiente, llamado José, á quien aquel
dijo al ver que la caballería de Usía venía
sobre él: José, ¿tú serás de
los primeros conmigo? Contestándole: Si, señor.
Entónces Bóves dijo: avance esa caballería y
se colocó á su cabeza. Venía Usía
montado en un caballo rucio azul, de cobija calada echada sobre
el hombro izquierdo, y el sombrero amarrado á la barba con
un pañuelo.

-Exactamente.

-Bóves se adelantó y se encontró
con Usía, que le derribó del caballo de un lanzaso
[sic], y en la confusion que esto produjo, por el fuerte
empuje de la caballería de usted, nos pusimos en completa
derrota, no oyendo sino el crugido [sic] de las lanzas
en el cuerpo de nuestros compañeros. Yo me confundí
con los patriotas dando gritos de "avancen," y pude así
escaparme é ir á incorporarme en la ala izquierda
de nuestro ejército, donde ví que la
caballería de Monágas había sido derrotada y
la infantería patriota también. Después no
supe la suerte que corriera el espaldero de Bóves, ni lo
volví á ver más tarde en el ejército
en Maturin cuando ocupamos aquella plaza.

-Reconozco que usted dice la verdad, pues en efecto fui
yo quien le quité la vida á Bóves, á
quien conocia perfectamente desde el año de 1813; y es
esta la primera vez que lo digo, porque nunca he querido hacer
ostentación de tal hecho, que pudiera atribuirse á
jactancia de mi parte, y por lo cual deseo que esto no pase de
nosotros.

-Lo que acabo decir se lo he referido á varios en
los Valles de Orituco; pues habiendo presenciado los asesinatos
cometidos en los prisioneros en Urica, resolví no servir
más á los españoles y me retiré a
Orituco.

"Este diálogo, añade Padilla Urbaneja,
fué presenciado por el Comandantes Bartolo Alfonzo
(ó Bartolete), el Comandante Domingo Padrino, los
espalderos de Zaraza, Valerio Muñoz y Anselmo Hernandez,
Don Lorenzo Ramírez y yo; advirtiendo que el escuadron que
mandaba Zaraza en Urica se denominaba "Rompelíneas",
compuesto de 200 hombres de Chaguarámas y el Alto Llano de
Carácas; que aunque estos vieron que Zaraza derribó
de un lanzaso á un jefe ú oficial enemigo,
ignoraban si era Bóves el muerto; que fue después
de la derrota que vinieron á saberlo por un posta de
Moráles, participando a Carácas el triunfo obtenido
sobre los patriotas y la muerte de Bóves; posta que
fué capturado por Zaraza y le perdonó la
vida."

Más adelante se vuelven a editar estos "APUNTES
HISTÓRICOS Y ESTADÍSTICOS CONCERNIENTES AL ANTERIOR
ESTADO, HOY SECCIÓN DE MATURÍN EN EL ESTADO
BERMÚDEZ", del Dr. José María
Núñez, esta vez con el nombre más corto de
"MATURÍN HASTA 1883", publicado por Ediciones Cultura del
Estado Monagas, Volumen IV, Maturín, 1956.

Llama la atención que el anterior diálogo
sostenido entre Zaraza y Delgado, una vez hecho público,
haya sido ignorado por la mayoría de los historiadores
venezolanos. Más aún si el mismo se dio en
presencia de un grupo de testigos, varios de ellos
compañeros de lucha de Boves, y además
participantes en la Batalla de Urica como sus espalderos, por lo
tanto conocedores de lo que realmente pasó ese día,
razón por la cual avalaron lo dicho por Zaraza en el
sentido de haber sido éste quien mató al
Taita.

Entre los pocos escritores que han hecho mención
a dicha conversación están:

Telasco A. MacPherson. "Diccionario Histórico,
Geográfico, Estadístico y Biográfico del
Estado Miranda". Caracas. El Correo de Caracas, 1891. En la
biografía del General Pedro Zaraza (págs. 531 a
532) incluye íntegramente el diálogo
Zaraza-Delgado, tomado de la obra citada de
Núñez.

Juan Uslar Pietri. "Historia de la rebelión
popular de 1814". EDIME. Caracas-Madrid. 1962. Copia parcialmente
el comentado diálogo, tomado del referido diccionario de
MacPherson (Págs. 184 a 185).

Francisco Salazar Martínez. "Historias
civiles e inciviles", editado por Librería Piñango,
Caracas, 1978. Con el título: "Zaraza reconoce que
él mató a Boves" (pág. 83) este autor
reproduce el diálogo entre Zaraza y Delgado tomado del
libro "Zaraza, desde una esquina con faroles" escrito por el
cronista de la ciudad de Zaraza, Moisés Rodríguez,
impreso por Publicaciones Vale Juan González,
1972.

Ante la imposibilidad de encontrar esta última
obra para consultarla, hicimos contacto vía
telefónica con su autor, el cual nos informó que
antes del año 1972 encontró el mencionado
diálogo bajo la firma del historiador Dr. José
María Núñez en el local de la Imprenta El
Unare, adquirida por Luis María Aguirre Graterol el
año 1881, donde se editó el primer periódico
de la ciudad de Zaraza con el mismo nombre de esta
imprenta.

Juan José Ramírez, Cronista de la ciudad
de Maturín, en su libro "Monagas y su saber tradicional",
Biblioteca de Temas y Autores Monaguenses, Ediciones
Gobernación del Estado Monagas, Maturín, 1985, con
el título: ¿QUIÉN MATÓ A BOVES?
(Págs. 213 a 216) incluye el diálogo
Zaraza-Delgado, copiado en su totalidad de su original publicado
por el Dr. Núñez en el texto antes
mencionado.

El cronista Ramírez nos dice que esta
versión sobre la muerte de Boves fue recibida por el
historiador Núñez "…personalmente del
anciano prócer comandante Antonio Padilla Urbaneja, quien
residiera en Maturín hasta su muerte, formando una
respetable familia entre quienes hemos tratado a algunos de sus
miembros como las honorables hermanas Sérres
Domínguez".

También el Diario El Progreso, de Ciudad
Bolívar, en su edición del día Domingo, 13
de Diciembre del 2009, en la columna Voces del Orinoko, con la
denominación: "Zaraza y la muerte de Boves",
publicó el diálogo en referencia, reproducido del
libro "Zaraza desde una esquina con faroles", de Moisés
Rodríguez.

No puede haber ninguna duda acerca de la persona que
mató al Urogallo, en un acto de justicia ante los
horrendos crímenes cometidos por tan inhumano
personaje.
FUE ZARAZA QUIEN MATÓ A BOVES.

P. D.: Estas notas forman parte de un trabajo de
historia local y regional, en preparación, sobre el
rescate de la memoria histórica de los Rondón de
Urica, unos personajes que tuvieron una destacada
actuación en defensa de esta población, al igual
que en las acciones militares de las guerras civiles que se
realizaron en los Llanos Orientales en la segunda mitad del siglo
XIX y comienzos del XX. Para lo cual contamos con la valiosa
colaboración de Agustín Hidalgo Rondón,
biznieto del General Pedro Rondón Barreto, uno de los
hijos del General Deogracia Rondón.

Caracas, 11 de diciembre de 2014

http://www.aporrea.org/actualidad/a199655.html

 

 

Autor:

Víctor Belis

 

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