Monografias.com > Religión
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Análisis crítico del Antiguo Testamento



    Análisis crítico del
    Antiguo Testamento

    P A R T E – I

    CREACIONISMO Y EVOLUCIONISMO.

    ANTIGUO TESTAMENTO.

    Desde la aparición de la teoría de la
    evolución de Charles Darwin, aceptada por toda la
    comunidad científica, surgió el conflicto entre los
    que pensaban que el universo había sido obra de un solo
    Dios Creador y los que se adherían a la teoría de
    la creación del universo por una enorme explosión,
    conocida como la teoría del "Big-Ban", al estar
    concentrada y comprimida toda la materia en un solo punto
    minúsculo, cuya densidad era inmensa.

    Desde ese momento, toda esa cantidad de materia
    comprimida en un único y minúsculo punto, se fue
    expandiendo por todo el vacío del universo, creando
    cientos de miles de millones de mundos en expansión,
    formándose millones de nebulosas, constelaciones, sistemas
    que contenían millones de astros, planetas,
    satélites, cometas y partículas cósmicas que
    se expandían pululando por el universo y que en la
    actualidad, continúan expandiéndose.

    Por supuesto, no hay pruebas contundentes que confirmen
    ésta teoría, aunque son muchos los
    científicos, cada vez más convencidos de
    ésta forma de la creación del universo. Son muchos
    los años que se lleva investigando ésta posible
    explicación, después de muchos experimentos y la
    mayor parte de la comunidad científica, acepta ésta
    teoría como válida, ya que tras los experimentos
    realizados, basados en la física, la química y las
    matemáticas, podrían perfectamente haber
    desencadenado, a través de fuerzas y fenómenos
    cósmicos, todo lo que rige nuestro universo conocido.
    Así, ésta teoría, sería totalmente
    opuesta al Creacionismo. Este último afirma que todo el
    Universo, incluyendo al hombre fue creado por un Ser
    todopoderoso, al que llamamos Dios, independientemente del nombre
    que cada religión le otorgue, que al principio de los
    tiempos, sin más concreción, creó la luz,
    las estrellas y que, en un momento determinado, creó al
    hombre, moldeándolo con barro a semejanza e imagen de
    Él, creado en nuestro planeta Tierra, al menos que sepamos
    hasta el momento, y le insufló la vida, dándole por
    nombre Adán. Asimismo, creó a la mujer a la que
    llamó Eva para que fuera la compañera de
    Adán; instándoles a que procrearan y poblaran la
    Tierra (ver "Génesis", primer libro del antiguo
    testamento, esto según defiende el cristianismo en el
    Antiguo Testamento en las muchas y diversas Biblias que
    corresponden a distintas iglesias, como la Católica, la
    Luterana evangelista y multitud de corrientes dentro del
    cristianismo: Iglesia Ortodoxa, el Cristianismo de oriente, como
    los Coptos y las Iglesias Protestantes-Evangélicas
    Anglicanas, como la Baptista, la Metodista, la Iglesia de
    Jesús y los Últimos Días y varias más
    que tienen un Antiguo Testamento que difieren unos de otros, con
    omisiones de pasajes en algunas, contradicciones y oposiciones
    entre otras. La Iglesia Católica Canónica
    Apostólica-Romana, difiere en muchísimos pasajes de
    la Biblia reformista de Lutero y evangelistas. Esto es algo que
    trataremos más adelante.

    No podemos negar que el Creacionismo repugne a la
    razón y que base su razón de ser en la fe cristiana
    como dogma de fe y en los hechos que se citan en el Antiguo
    Testamento en sus diversas variaciones. Por tanto la
    Teoría del Creacionismo y la del Evolucionismo, son por
    tanto, opuestas y enfrentadas.

    Cierto es que el Evolucionismo está hoy en
    día aceptado y avalado, sobre todo en la comunidad
    científica, a nivel académico y también
    entre los cristianos de diversas corrientes que, a pesar de creer
    en Jesús y en sus mensajes, no toman al pié de la
    letra la mayoría de los pasajes del Antiguo Testamento por
    motivos de incredulidad sobre los muchos pasajes, desde la
    creación del mundo, tal y como nos dicen las diversas
    biblias existentes, hasta las citas en las cuales nos encontramos
    con un Dios, totalmente contrapuesto a los mensajes de
    Jesús, como veremos más adelante.

    Sobre el origen del Universo y su evolución
    sabemos por ejemplo, que Edwin Hubble descubrió que el
    Universo se expande. La teoría de la relatividad general
    de Albert Einstein ya lo había previsto.

    Se ha comprobado que las galaxias se alejan,
    todavía hoy, las unas de las otras. Si pasamos la
    película al revés, ¿dónde
    llegaremos?

    Los científicos intentan explicar el origen del
    Universo con diversas teorías, apoyadas en observaciones y
    unos cálculos matemáticos coherentes. La más
    aceptada son la del "Big-Ban" y la Teoría Inflacionaria,
    que se complementan entre sí.

    La teoría del "Big-Ban"o gran explosión,
    supone que, hace entre 13.700 millones de años y 13.900
    millones de años, toda la materia del Universo estaba
    concentrada en una zona extraordinariamente pequeña del
    espacio, un único punto, y explotó. La materia
    salió impulsada con gran energía en todas
    direcciones.

    Los choques que inevitablemente se produjeron y un
    cierto desorden hicieron que la materia se agrupara y se
    concentrase más en algunos lugares del espacio, y se
    formaron las primeras estrellas y las primeras galaxias. Desde
    entonces, el Universo continúa en constante movimiento y
    evolución.

    Esta teoría sobre el origen del Universo se basa
    en observaciones rigurosas y es matemáticamente correcta
    desde un instante después de la explosión, pero no
    tiene una explicación para el momento cero del origen del
    Universo, llamado "singularidad".

    La Teoría Inflacionaria de Alan Guth, intenta
    explicar el origen y los primeros instantes del Universo. Se basa
    en estudios sobre campos gravitatorios fortísimos, como
    los que hay cerca de un agujero negro. La Teoría
    Inflacionaria supone que una fuerza única se
    dividió en las cuatro que ahora conocemos.

    El empuje inicial duró un tiempo
    prácticamente inapreciable, pero la explosión fue
    tan violenta que, a pesar de que la atracción de la
    gravedad frena las galaxias, el Universo todavía crece, se
    expande.

    No se puede imaginar el "Big-Ban" como la
    explosión de un punto de materia en el vacío,
    porque en éste punto se concentraban toda la materia, la
    energía, el espacio y el tiempo. No había ni
    "fuera" ni "antes". El espacio y el tiempo también se
    expanden con el Universo.

    Por tanto, le enorme diferencia entre Creacionismo y
    Evolucionismo, nos llevan a pensar que las dos teorías son
    opuestas. El Creacionismo, basado como dogma de fe en todo el
    cristianismo en general y aceptando el Antiguo Testamento como
    palabra de Dios. En cambio, el Evolucionismo no acepta de ninguna
    manera que el origen del Universo sea obra de un Dios creador del
    Universo y del hombre, todo en un solo instante. Lo mismo
    podríamos decir de la aparición de la vida sobre La
    Tierra. Nuestro planeta tiene una edad estimada en 4.700 millones
    de años, y la vida de los organismos primarios se
    creó en el mar, cuando las condiciones físicas y
    químicas fueron apropiadas para que apareciesen los
    primeros organismos unicelulares. De ahí hasta llegar a la
    aparición de los primeros homínidos, pasaron muchos
    millones de años, y de ahí, por un proceso
    evolutivo de los primeros primates, el hombre apareció y
    evolucionó durante varios millones de años hasta
    que ésta evolución diera como respuesta la primera
    y, hasta ahora, única especie inteligente. La
    Teoría de la Evolución de las especies, reconocida
    y aceptada hace ya tiempo a partir de las observaciones y
    experimentos realizados por Charles Darwin, queda patente en su
    libro "La evolución de las especies", aceptada a nivel
    académico y reconocida por toda la comunidad
    científica.

    Por tanto, si la Teoría de la Evolución
    está avalada, no solo por las observaciones y experimentos
    científicos, sino además por la razón, algo
    que no ocurre con el Creacionismo, volveríamos al
    principio de nuestra reflexión; es decir, ¿es el
    Universo y la vida producto de la acción de un Ser Supremo
    que llamamos Dios, en un instante dado, o éste proceso se
    ha creado por la acción de fuerzas cósmicas en el
    que solo han intervenido la física, la química y
    las matemáticas desde el minuto cero de la tremenda e
    inimaginable explosión que hizo que la materia se
    expandiera por el Universo?

    Puestos a ello, ¿no sería posible una
    tercera opción? En vez de ser opuestos el creacionismo y
    el evolucionismo podrían ser complementarios el uno del
    otro. Puede que al lector le parezca que ambas teorías son
    incompatibles, pero ¿Quién puede decir que no es
    posible que un Ser Supremo, un único Dios, lo llamemos
    como lo llamemos, según la religión que aceptemos y
    practiquemos, creara en un momento determinado todo el Universo
    produciendo esa tremenda explosión que la ciencia admite
    como válida y que el mismo Creador a partir de ese momento
    dejara que el Universo evolucionara expandiéndose,
    formando los miles de millones de astros si intervenir en ese
    proceso? Debemos de admitir que ésta tercera opción
    es tan válida como las otras dos. Otra cosa diferente es
    que admitamos que Dios, concretamente en el Antiguo Testamento,
    interviniera demasiado a menudo en el destino del hombre y de la
    Naturaleza, interviniendo en el libre albedrío del
    hombre.

    Cualquiera que haya leído el Antiguo Testamento,
    podrá comprobar numerosos pasajes que no concuerdan con un
    Dios bondadoso y caritativo y tolerante con otras creencias, como
    veremos más adelante, que elige a un pueblo determinado
    (Israel), para darse a conocer y utilizar a determinados
    personajes de aquél tiempo, como Noé,
    Abrahán, Moisés, Josué y todos los profetas
    mencionados en la Biblia y otros muchos personajes
    bíblicos de relevancia destacada, influyendo en las
    decisiones de éstos, y por tanto en la historia del
    hombre. Todo esto ocurrido, varios miles de años antes del
    nacimiento de Jesús, el cual dijo:"vengo a traer una buena
    nueva". Tanto los mensajes de Jesús como sus actos como
    hombre, en nada coinciden con Jehová, ya que sus mensajes
    están basados en el amor, el perdón, la caridad y
    nunca el castigo, la venganza ni las amenazas en las que
    intervino Jehová, como veremos más adelante en
    diversas citas bíblicas.

    Puede verse que el Padre Creador, llamado por
    Jesús "ABBA" y del que nos habla Jesús como
    misericordioso, nada tiene que ver con Jehová cuando
    dirigía al pueblo de Israel hacia la tierra prometida,
    causando estragos en el camino. Aún faltaban miles de
    años pera que se produjese el nacimiento de
    Jesús.

    Otro aspecto que me intriga es ¿Porqué
    Jehová eligió a su pueblo precisamente en esa parte
    del mundo; lo que hoy en día sería Palestina y
    norte de Egipto, e ignoró a otros muchos pueblos que
    vivían en el resto del planeta, dando así una
    prueba de discriminación entre todos los habitantes de los
    demás continentes? Acaso solo quería beneficiar o
    castigar a los pobladores de estos pequeños territorios.
    Esto no tiene ningún sentido, si como sabemos por la
    Biblia, Jehová intervenía a menudo en la vida de
    los hombres y dirigía solamente a su pueblo elegido. No me
    cabe en la cabeza la existencia de un dios de esa naturaleza. Por
    otra parte, ¿Es coincidencia que tanto Jehová como
    Jesús se dieran a conocer y enviaran sus mensajes, en
    muchas ocasiones opuestos, en la misma zona de nuestro planeta?
    ¿Por qué?

    Tomemos un ejemplo de la intervención de
    Jehová en el destino de los hombres, para conseguir sus
    propios fines y proteger y beneficiar a su pueblo elegido
    (Israel). Para conseguir que el faraón dejara partir al
    pueblo de Israel y dejaran de ser esclavos. ("Éxodo"
    5:1-5:9, 7: 8-7:13) El faraón tras numerosas demandas de
    libertad para su pueblo se negó en todas las ocasiones a
    dejarlos marchar. Entonces Moisés y Aarón
    apercibieron al faraón de que de no liberar a su pueblo,
    Dios les castigaría de manera sucesiva con diez grandes
    males que caerían sobre Egipto (segundo libro del
    "Pentateuco", "el Éxodo".) Aquí comienza
    según podemos leer en el "Éxodo", las diez plagas
    con las que Dios castigó a Egipto. No voy a enumerarlas
    todas, pero sí la última, en la que se anuncia la
    muerte del primogénito ("Éxodo" 5:1-5:9,
    7:8-7:13.)

    (A continuación, veamos algunos comentarios y
    citas bíblicas de la publicación de la revista
    ("Der Theologe", editada por Dieter Potzel, edición
    Nº 26, "La exhortación al genocidio en la Biblia",
    redacción del 27.1.2010), D – www.theologe.de"), con
    el fin de que nos ayude en nuestra reflexión sobre ciertos
    pasajes bíblicos del Antiguo Testamento.

    "El Antiguo Testamento prepara al Nuevo, mientras que
    éste completa al Antiguo; ambos son la verdadera "palabra
    de Dios". (Catecismo de la Iglesia
    Católica-romana".)

    Porque así dijo Jehová el Señor:
    "En descanso y en reposo seréis salvos; en quietud y
    confianza será vuestra fortaleza" (Isaías 30,15).
    "Contrario a esto se encuentran en el Antiguo Testamento, muchas
    exhortaciones para el genocidio a pueblos vecinos. Esto puede
    tratarse de falsificaciones realizadas por la casta sacerdotal
    dominante, que lo han puesto en la boca de Dios respectivamente,
    al profeta Moisés y a otros profetas. Según la
    enseñaza de la Iglesia Católica-romana y
    Evangélica los siguientes ejemplos son hasta ahora
    "palabra de Dios", sin falta y obligatoriamente
    vinculante."

    Durante el largo peregrinaje desde su salida de Egipto,
    el pueblo de Israel tuvo que enfrentarse a otros muchos pueblos.
    Así, guiados por Moisés primero y después
    por Josué, según nos dice el Antiguo Testamento,
    Moisés cumplió al pié de la letra las
    instrucciones dadas por Jehová. Así podemos leer,
    por orden directa de Jehová a Moisés: "No le tengas
    miedo, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su
    pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste
    con el rey de los amorreos, Sehón. E hirieron a él
    y a sus hijos, y a toda su gente, sin que le quedara uno, y se
    apoderaron de su tierra". ("Números" 21,
    34-35).

    "Entonces Moisés habló al pueblo,
    diciendo": "armaos algunos de vosotros para la guerra y vayan
    contra Madián y hagan la venganza de Jehová en
    Madián. Y pelearon contra Madián, como
    Jehová lo mandó a Moisés, y mataron a todo
    varón. Y los hijos de Israel llevaron cautivas a las
    mujeres de los madianitas, a sus niños y todas sus bestias
    y todo su ganado; y arrebataron todos sus bienes, e incendiaron
    todas sus ciudades, aldeas y habitaciones. Moisés se
    enojó contra los capitanes del ejército, contra los
    jefes de millares y de centenas que volvían de la guerra,
    y les dijo Moisés:" ¿Por qué habéis
    dejado con vida a todas las mujeres? Matad, pues, ahora a todos
    los varones de entre los niños; matad también a
    toda mujer que haya conocido varón carnalmente. Pero a
    todas las niñas entre las mujeres, que no hayan conocido
    varón, las dejaréis con vida". (Para sexo y
    esclavitud) ("Números" 31,
    3.7.9.10.14-15.17-18).

    "El genocidio y la aniquilación despiadada de
    personas que piensan distinto, es puesto en boca de Dios por los
    sacerdotes, para legitimar de ésta manera de forma
    religiosa, los crímenes de guerra."

    A Moisés, le sucedió Josué, que
    recibió los mismos mensajes que Jehová dijo a
    Moisés: "Nadie te podrá hacer frente en todos los
    días de tu vida; como estuve con Moisés,
    estaré contigo; no te dejaré ni te
    desampararé. ("Josué" 1, 4-5). Y destruyeron todo
    lo que en las ciudades había; hombres y mujeres,
    jóvenes y viejos, hasta los bueyes, las ovejas y los
    asnos."("Josué" 6, 21).

    "La Biblia describe la preparación del segundo
    ataque a la ciudad de Hai" ("Josué 8"): "Y los hirieron
    hasta que no quedó ninguno de ellos que escapase. Y cuando
    los israelitas acabaron de matar a todos los moradores de Hai y
    todos habían caído a filo de espada hasta ser
    consumidos. Y el número de los que cayeron aquél
    día, hombres y mujeres, fue de doce mil, porque
    Josué no retiró su mano que había extendido
    con la lanza, hasta que hubo destruido por completo a todos los
    moradores de Hai. Pero los israelitas tomaron para sí las
    bestias y los despojos de la ciudad, conforme a la palabra de
    Jehová que le había mandado a Josué. Y
    Josué quemó a Hai y la redujo a un montón de
    escombros, asolada para siempre hasta hoy".

    "Y así continuaron las guerras. Siguen los siglos
    en los cuales los grandes profetas de Dios hablan al pueblo de
    Israel, por ejemplo, desde el siglo 6 respectivamente, al siglo 8
    antes de Cristo; Isaías, jeremías, Amós,
    Oseas y muchos más que querían terminar
    definitivamente con las guerras y los sacrificios de animales,
    mientras que contra profecías muchas veces instaban a la
    guerra".

    "Siguió la última gran guerra contra el
    imperio romano, sobre el año 70 después de Cristo,
    y en su última rebelión, sobre el año 135
    d.C., los israelitas fueron expulsados por los romanos de
    Palestina".

    (En el Apéndice Nº 3, de la
    publicación de la revista "Der Theologe Nº 8"), viene
    a decir esto: "Muchos historiadores objetan que los hechos
    sucedieron tal cual como los relata la Biblia. Todo podría
    haber sido mucho más pacífico, siendo un impulso
    para la reconciliación entre los pueblos; pero
    también significaría que las citas de la Biblia
    serían una falsificación de la verdad para
    justificar genocidios y guerras. ¿Por qué entonces,
    siguen valiendo como "Palabra de Dios" y como escritura
    santa"?

    (Según el traductor las citas bíblicas son
    de la Biblia Reina-Valera).

    "Si la verdadera "palabra de Dios", en el Nuevo
    Testamento no concuerda con la "palabra de Dios "en el Antiguo
    Testamento, entonces esto se explica diciendo que Dios ha
    cambiado en parte su forma de obrar y comportarse".

    "La Biblia se contradice también, tanto en el
    Antiguo como en el Nuevo Testamento. Entonces, ¿en
    qué Dios debemos creer? Algo indiscutible es el hecho de
    que los que escribieron los textos de la Biblia, son los que la
    cambiaron".

    Podemos deducir de todo lo anteriormente expuesto,
    algunas conclusiones:

    • Que nos consta que existen diferentes versiones de
      la Biblia, contradictorias y opuestas, según el
      criterio de las también diversas iglesias, aceptando,
      cada una como válida, aquella versión que le
      convenga más a sus intereses.

    • Por lo que hasta ahora hemos visto, estas diferentes
      versiones de la Biblia, corresponden a diferentes
      traducciones que, de forma deliberada, cada una de las
      iglesias cristianas ha optado por hacerlas suyas como
      única y verdadera "Palabra de Dios".

    • Que como hemos podido comprobar, en el Antiguo
      Testamento, aparecen dos dioses: uno, cruel, dictatorial,
      instigador al genocidio a su pueblo elegido –Israel-,
      discriminatorio con el resto de los pueblos que habitaban la
      Tierra en aquél momento y vengativo; y otro, amante de
      la paz y la reconciliación entre los pueblos que
      habitaban en esa zona del mundo. De todas formas, ambos se
      manifestaron a varios profetas, dirigentes y líderes
      del pueblo de Israel y hasta reyes (Salomón,
      David…), interfiriendo en muchos acontecimientos de la
      historia del hombre. Esto es algo, cuando menos intrigante,
      ya que ésta forma de actuar, y repito, solamente sobre
      Israel, su pueblo elegido (¿aleatoriamente?),
      inhabilitaría el principio de libre albedrío
      del hombre. ¿Y qué pasa con el resto de los
      pueblos que habitaban el planeta? ¿Es que acaso los
      pueblos europeos, africanos, americanos o del lejano oriente,
      no tuvieron derecho a conocer a Jehová, ya que se
      manifestó e interfirió ante el pueblo de Israel
      solamente? ¿Los apartó de su lado y no quiso
      manifestárseles por practicar la idolatría?
      Cabe pensar que a lo mejor esos pueblos necesitaban
      más de una intervención divina y no ser
      ignorados, hasta que muchos siglos después, los
      misioneros, sacerdotes, colonos y poderosos estados
      colonizadores, introdujeran el Cristianismo, la
      mayoría de las veces por la fuerza, porque pensaban, y
      todavía lo piensan, que su verdad es la única y
      verdadera, y que al margen del proselitismo que hayan hecho,
      llevando el mensaje de Jesús allá donde fueran,
      siempre han demostrado una intolerancia hacia otras creencias
      que en ningún momento se respetó; esto es de
      manera general, existiendo excepciones que enseñaban
      el mensaje de Jesús, sin alterar el respeto hacia
      otras creencias.

    • Por último, me gustaría comentar algo
      acerca de los términos ateo, agnóstico y
      creyente."

    • Se define al ateo como aquella persona que
      está convencida y afirma que Dios no existe. Es una
      opción muy respetable, pero sin duda carece de
      argumentos y pruebas como para poder afirmar rotundamente que
      Dios no existe. Sencillamente, no puede demostrar su
      afirmación. El agnóstico aduce que no puede
      afirmar ni negar la existencia de Dios, porque nadie ha
      probado nunca ni la existencia de Dios ni la no- existencia;
      es decir, como no lo sabe con certeza, ni afirma ni niega su
      existencia. Simplemente no lo sabe. Por último
      está el creyente, que cree en la existencia de Dios,
      no por medio de la" razón", sino del" corazón",
      y basa su creencia en su fe, según les dictan los
      dogmas de fe de su religión, sea la que sea, y aparte
      de sentirse creyente en Dios, por los dictados de su
      corazón, también existe una parte de necesidad
      de creer, ya que de otra manera su vida se encontraría
      vacía y sin sentido. Desde los albores de la
      Humanidad, ésta necesidad de creer en Dios, o en
      varios dioses, para los pueblos politeístas y la
      existencia de un "más allá" ha sido una
      constante que ha permanecido durante cientos de miles de
      años, tantos, que además curiosamente coinciden
      con la práctica ancestral del hombre de enterrar a sus
      muertos, algo que de alguna manera está relacionado
      con los principios de la Humanidad, cuando el hombre
      empezó a plantearse la existencia de otra vida
      después de la muerte y de la existencia de un" Dios
      Creador". Aunque de estas tres opciones, solamente el
      creyente afirma la existencia de Dios, sin más prueba
      que su fe, todo eso está muy bien y por supuesto
      respetable, pero pienso que sería más
      auténtica, esa relación con Dios, por medios de
      nuestro actos en ésta vida, mucho más que por
      la fe. Practicar el amor verdadero; esto es, sin esperar nada
      a cambio, la caridad, el perdón, la misericordia y el
      ayudar al que nada tiene, dar esperanzas a los enfermos, de
      cuerpo y espíritu, todo esto hace a la persona
      más íntegra, independientemente de que
      pertenezca y practique alguna religión. No es tan
      importante acudir a una iglesia a orar a Dios ni a ninguna
      otra imagen. Dios no vive en templos, iglesias o catedrales,
      sino en el corazón de cada persona. La verdad se lleva
      en el corazón y todos podemos sentir y hablar con Dios
      en cualquier lugar. Vamos a dejar atrás la idea del
      castigo divino o la recompensa. No sabemos lo que hay
      después de la muerte, por mucho que las religiones nos
      hablen de ello, puesto que nadie ha vuelto para contarlo. Nos
      debería de bastar con hacer el bien, según nos
      dicta nuestro "corazón", siguiendo las
      enseñazas y mensajes que nos dejó Jesús.
      Pero las religiones lo estropean todo y transgiversan
      todo.

     

     

    Autor:

    Juan Carlos Alcala de los Rios

     

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter