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Situación actual de Salud Pública en México



  1. Introducción
  2. Sistema de salud pública en
    México
  3. Historia contemporánea del sistema de
    salud mexicano
  4. La
    salud pública en México
  5. Conclusiones
  6. Bibliografía

Introducción

El término salud pública' es reciente. En
los primeros años del siglo XX se usaban todavía en
México las palabras salubridad y beneficencia. La primera
más bien despierta la idea de lo que es bueno para la
salud. La segunda se refiere a los servicios de salud que presta
el gobierno. El concepto actual de salud pública se usa en
todo el mundo y es más complejo. La mayoría de los
países coinciden en que la salud pública depende de
elementos económicos, políticos, sociales,
culturales y ecológicos.

La salud pública en México comienza desde
que los indios creían en los dioses, era mágica y
empírica, mágica porque ellos creían
firmemente que si le rezaban a un dios y le daban ofrendas se
salvaban y se curaban y empírica porque era basada en la
experiencia de cada persona y se fue pasando de generación
en generación. 

Pero para una mejor comprensión de la historia en
la salud pública comienza en la época precolombina
como ya lo mencione es magia y empírica cuando llegaron
los españoles a conquistarnos hubo brotes de mas
enfermedades tuvimos contacto con personas que venían de
un lugar diferente y provocaron todo tipo de males, desde la
sífilis que se fue curando con baños de pavor
también apareció el sarampión y ya en el
imperio de Moctezuma se utilizaron plantas medicinales o la
herbolaria para curar diversos males , en 1542 se crea un
hospital el fundador Hernan Cortes fue un centro de labores
curativos . Ya cuando comienza a ver gente que
atendía mas científicamente las enfermedades en los
hospitales se forma lo que es el premédica que es un grupo
de médicos, y eran la máxima autoridad en cuanto a
la medicina y salud, ellos tomaban decisiones en cuanto a las
pestes, lo que pasaba con los pacientes y cuestiones de
esas.

En México, al finalizar el siglo XX, la salud
pública tiene una posición integral que comprende
la relación mutua entre el gobierno y la sociedad en
cuestiones de salud ambiental y colectiva, servicios de salud,
programas de medicina preventiva y programas contra enfermedades
que, por su alta frecuencia o peligrosidad, se convierten en
problemas de salud pública.

OBJETIVOS

  • Analizar el desarrollo de la salud pública en
    la ciudad de México.

  • Conocer la evolución de la salud
    pública en la ciudad de México.

  • Determinar la evolución y desarrollo de la
    salud pública en la ciudad de México

  • Analizar los principales factores que intervienen en
    el desarrollo de la salud pública en la ciudad de
    México

  • Conocer la importancia de la salud pública en
    la ciudad de México

CONTENIDO

Sistema de salud
pública en México

Es a principios del siglo XX cuando el estado mexicano
empezó a participar en ciertas actividades de salud
pública

Anteriormente los hospitales no eran instituciones
médicas ni la medicina una profesión hospitalaria;
funcionaban estos bajo esquemas de caridad, quienes trabajaban en
ellos lo hacían para expiar culpas o servir a Dios
atendiendo a los desprotegidos, y fue con la independencia del
país cuando estos esquemas entraron en un franco
período de decadencia a consecuencia de la inestabilidad
política, conflictos armados y otros (Frenk y
Gómez, 2008:19-28).

En México la historia de los derechos sociales
está ligada a la desigualdad. Si bien en la
Constitución de 1917 se lograron conjugar las
garantías individuales y los derechos sociales, el modelo
corporativo de distribución emanado de la
Revolución necesariamente conllevó a un ejercicio
diferenciado de derechos y, por lo tanto de la ciudadanía
desde su definición más amplia.

Con la mediación de las organizaciones
corporativas como modelo, el estado mexicano pos revolucionario
privilegió el acceso a bienes y servicios colectivos
–incluidos, por supuesto, los relacionados con la salud-
sobre el acceso individual, ignorando con ello el criterio de
repartición universal de satisfactores, fundamento de los
derechos humanos (Pérez Argüelles,
2010:119).

México se encuentra inmerso en un mundo
globalizado con una intensa interdependencia de la
economía, sería insensato pensar que el sistema de
salud mexicano que es una parte importante de la economía
y de la sociedad, pueda vivir de espaldas del resto de los
países desarrollados.

Al respecto Frenk y Gómez, (2008:15)
explican que la salud es uno de los principales objetivos del
desarrollo, constituye un bien preciado en sí mismo y una
condición indispensable para la igualdad de oportunidades;
además, se le ha reconocido como un insumo especial de la
seguridad global, el crecimiento económico y el avance
democrático.

La actividad sanitaria no es preponderante de las
instituciones específicamente creadas para atender los
problemas de salud de la población, ya que la salud
pública está influida o ligada con otros factores
como la educación, la vivienda, el medio ambiente, etc.,
sin embargo las instituciones más relevantes para el
desarrollo de esa actividad son las administraciones
públicas en su diferente campo de
acción.

De acuerdo a la OMS (2003:118), el sistema de
salud abarca todas las organizaciones, las instituciones y los
recursos de los que emanan iniciativas cuya principal finalidad
es mejorar la salud. Por sistema de atención sanitaria en
cambio son las instituciones, las personas y los recursos
implicados en la prestación de atención de salud a
los individuos.

El diseño del sistema de salud en México
ignoró el criterio de repartición universal de
satisfactores, fundamento de los derechos humanos, ya que fue
concebido de tal forma que la población organizada y
asalariada fue la receptora de los beneficios de la seguridad
social, entre los cuales se encuentra el acceso a los servicios
sanitarios.

Así nacieron las instituciones de seguridad
social como el IMSS y el ISSSTE, que atendían a la
población inserta en el sector formal de la
economía (Pérez Argüelles,
2010:119).

Historia
contemporánea del sistema de salud
mexicano

1905

Nace el Hospital General de
México.

1917

Se crea el Consejo de Salubridad General y destaca
en la nueva Constitución, el capítulo IV del
articulo 123 la responsabilidad de los patrones.

1922

Se crea la Escuela de Salubridad, la primera de
América Latina, formadora de profesionales de la
medicina, hoy denominada Escuela de Salud Pública de
México;

1925

Se amplía el ámbito de influencia de
los servicios sanitarios del país de los
territorios, puertos y fronteras a todas las entidades
federativas

1931

Con el apoyo de la Fundación Rockefeller y
por iniciativa delDepartamento de Salubridad Pública
nacen en 1931 los servicios de Higiene Rural con servicios
de vacunación, higiene escolar y
materno-infantil.

1935

Se crea el servicio social para extender la
atención a la salud a las comunidades rurales del
país y para profundizar el conocimiento del
Departamento de Salubridad Pública sobre las
condiciones locales de salud.

1937

Nace la Secretaría de Asistencia
Pública con el que se fusionaron el Departamento de
Asistencia Social Infantil y la Junta de Beneficencia
Pública

1943

Nace la Secretaría de Salubridad y
Asistencia fusionando elDepartamento de Salubridad
Pública en la Secretaría de Asistencia
así como la primera generación de reformas
del sistema de salud, la Ley del Seguro Social y el
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

1944

Da inicio la prestación de servicios por
parte del IMSS en el Distrito Federal.

1958a 1964

Se afianzan las reformas para ampliar la cobertura
en salud, hasta alcanzar niveles de un 17% de la
población nacional.

1960

Con las reformas al artículo 123
Constitucional que otorgóderechos sociales a los
trabajadores del Estado, nace el ISSSTE.

Finalesde 1970

Llega a su límite el modelo sanitario, los
servicios se encarecen con la demanda, el sistema no
llegaba a la población rural, las enfermedades no
transmisibles se incrementaron, se recurre al servicio
privado.

1979

Se implanta el Programa IMSS Coplamar, denominado
después IMSS-Solidaridad y luego IMSS-Oportunidades
para ofrecer cobertura a la zona rural.

1982a 2002

Segunda generación de reformas, sustituye
al Código Sanitario la Nueva Ley General de Salud,
se cambia de nombre a la Secretaría de Salubridad y
Asistencia por Secretaría de Salud y los servicios
de salud para la población no asegurada se
descentralizan a los gobiernos estatales.

2003

Creación del Sistema de Protección
Social en Salud (SeguroPopular).

Fuente: Modificado por el autor de esta tesis a
partir de Frenk y Gómez (2008:19-28)

Los sistemas nacionales de salud (Frenk y
Gómez, 2008:9)
constituyen la respuesta social
organizada para que los países puedan contender con los
grandes retos que van enfrentando para mejorar, mantener y
acrecentar el nivel de la salud de los ciudadanos. Son,
así, poderosos instrumentos que contribuyen al bienestar
social y un recurso invaluable que es preciso desarrollar para
solucionar los problemas de salud del presente y prever lo que se
espera en esta materia en el futuro.

A diferencia de la mayor parte de los países de
América Latina, México mantiene un sistema de salud
que nació dividido al separar a la población entre
aquellos que tenían derechos sociales perfectamente
definidos a quienes llamó derechohabientes y aquellos que
eran sujetos a la acción asistencial del Estado, a quienes
eventualmente se les denominó población
abierta.

En el caso de México y a escala de
organización, la prestación de servicios en salud
ha sufrido un sustantivo proceso de transformación en los
últimos años, buscando con ello la cobertura
universal del aseguramiento en salud (Figura 3.6), desde la
creación de los seguros sociales en los años
cuarenta y sesenta, así como en 2003 con la
implementación del Sistema de Protección Social en
Salud (SPSS). La seguridad social nace el 1 de enero de 1943 con
la fundación del IMSS, meses más tarde, el 15 de
octubre del mismo año se formalizan los servicios
públicos de la SSA, cuyo nombre tenia implícita una
concepción asistencial, para atender principalmente a los
mexicanos de escasos recursos (González, Barraza,
Gutiérrez y Vargas, 2006:18).

El sistema de salud en México está
conformado por dos sectores: el público y el privado. El
sector público incluye a las instituciones de seguridad
social (IMSS, ISSSTE, Petróleos Mexicanos (PEMEX),
Secretaría de la Defensa (SEDENA), Secretaría de
Marina (SEMAR) y las instituciones de seguridad social para los
trabajadores de los gobiernos estatales, así como a las
instituciones y programas que protegen o prestan servicios a la
población sin seguridad social (SS, Servicios de Salud
(SESA), IMSS-OPORTUNIDADES y SPS). El sector privado incluye a
las compañías aseguradoras privadas y a los
prestadores de servicios que trabajan en consultorios,
clínicas y hospitales privados, en general bajo un sistema
lucrativo. Este sector comprende también a los proveedores
de servicios de medicina alternativa, que por lo general trabajan
en consultorios o unidades ambulatorias de salud (Frenk y
Gómez, 2008:51).

Es en esta división del sector inspirada en el
corporativismo de la época donde puede identificarse gran
parte del origen de la realización desigual del derecho a
la salud en México, la universalidad y la no
discriminación, principios esenciales de los derechos
humanos, estaban claramente ausentes bajo este
esquema.

Si bien en teoría la Secretaria de Salud
debía atender a la población sin seguridad social,
las deficiencias estructurales de esa institución
–principalmente la falta de personal e infraestructura, la
desigual distribución de recursos entre entidades y la
importante diferencia existente entre el financiamiento de la
salud pública con respecto a las instituciones de
seguridad social -derivaron en una institución endeble-,
con un importante déficit de recursos de todo tipo, con
mínima capacidad resolutiva y, por lo tanto, incapaz de
responder íntegramente a las obligaciones del Estado
mexicano en la materia (Pérez Argüelles,
2010:120).

La salud
pública en México

En 1841 se instituyó en México el Consejo
Superior de Salubridad, compuesto sólo por seis miembros y
perteneciente al ramo de la beneficencia
pública.

Durante esa época, hubo una gran gama de
instituciones dedicadas al cuidado de la salud, con sede en la
Ciudad de México, entre las cuales podemos destacar
«la Academia Nacional de Medicina (desde 1842), la Escuela
Nacional de Medicina (mismo año) y el Consejo Superior de
Salubridad (desde 1841)»12. Estas instituciones
cumplían a medias sus funciones, pues no efectuaban
aspectos fundamentales, vigentes en esa época, referidos a
la salud pública. Aspectos que, dicho sea de paso, estaban
muy ligados a la idea de modernidad.

Un claro ejemplo fue el del Consejo. El establecimiento
de dicha institución dice mucho de las preocupaciones
gubernamentales por mantener el buen estado de salud entre la
población mexicana, aunque, como señala Hiram
Félix Rosas, «en términos generales, entre
1841 y 1880, las tareas del Consejo eran un listado de buenas
intenciones. Su desempeño intermitente estuvo marcado por
conflictos políticos, carencia de recursos y la relativa
desorganización del país. A la luz de las acciones
emprendidas, es posible afirmar que la consolidación de
este organismo técnico, consultivo, normativo y ejecutivo
de la salud pública mexicana comenzó en
1880»13.

Debemos resaltar que algunas medidas de higiene
pública existían ya desde épocas tan
antiguas como la colonia. La recolección de la basura, el
entierro de los difuntos y las cañerías dan cuenta
de destellos de modernidad (venidos desde la España
ilustrada).

Estas medidas, en general, no eran completadas en su
totalidad, debido a la falta de fondos o porque algunas eran
encomendadas a civiles, que debían correr con los gastos,
es decir, que se pretendía que se realizasen con fondos
privados y contribuciones mediante una suerte de rifas.
«Fue el Virrey Revillagigedo, quien ordenó el
traslado de las basuras hacia fuera de las garitas»14, con
el fin de mantener la limpieza en las calles y así
fomentar las buenas costumbres, aunque esta medida tuvo que ser
cancelada por falta de fondos. Se tenía la idea, mas esto
no quiere decir que se llevase a cabo en su totalidad .Gaceta
Médica de México. 2014; 150 198

En 1876, Porfirio Díaz, quien duraría 30
años en el poder, se declaraba presidente de
México, y con esto se abría una nueva etapa en la
historia de México, algo confusa, algo marginada por la
historiografía pos revolucionaria y, valga decirlo, la
historia oficial. Desde su ascenso al poder, Díaz
logró lo que nadie había conseguido hasta el
momento: generar estabilidad política en el país.
Esto daba pie a que el gobierno pudiera concentrar los recursos
económicos en distintos aspectos de orden público
de mejoramiento y modernización.

Acerca de esto, los «viajeros podrían
atestiguar la sólida infraestructura que don Porfirio
–como (casi) todo México reverencialmente le
decía– había dado al país desde
[…] su ascenso al poder en 1876: obras portuarias,
excelentes vías férreas, teléfonos,
telégrafos, correos»15. El proyecto modernizador
porfiriano buscaba que la capital se convirtiera en una ciudad
limpia, ordenada e higiénica, en donde las enfermedades
epidémicas y no epidémicas estuviesen
controladas.

Si bien el ideal del gobierno de Díaz era
modernizar todo México, el efecto fue paulatino; al
tratarse de un gobierno centralista, la capital fue la primera en
recibir los efectos. Uno de los logros del gobierno del general
fue destinar el dinero que se recaudaba de los impuestos a los
juegos de azar y las multas a la beneficencia pública a
cargo del Consejo Superior de Salubridad.

Además, se emitió un reglamento durante
1881 donde se señalaba que «en el Hospicio de Pobres
se atenderían 600 internos, y en el Tecpam de Santiago 250
alumnos». A partir de 1880, el Consejo, que también
se encargaba de la asistencia, empezó a publicar un
boletín (el primero apareció el 15 de julio de ese
mismo año) donde se hacían públicos todos
los planes y acciones que el Consejo había realizado a lo
largo y ancho del territorio mexicano; además, se crearon
15 sociedades científicas y el 21 de enero de 1882 se
celebró el Congreso Higiénico Pedagógico, en
el cual se abordaron temáticas relacionadas con la salud y
la higiene en las escuelas. Este modelo ideal buscaba
enseñar a los mexicanos, desde corta edad, a mantenerse
limpios y sanos, y lo que era más importante, a mantener
su medio de desarrollo limpio para evitar enfermedades. Era el
ideal de progreso reflejado en la sociedad. Una sociedad limpia
representaba una sociedad sana, y una sociedad sana representaba
una sociedad moderna. No es casual que a muchos de nosotros nos
haya tocado vivir inspecciones higiénicas realizadas por
compañeros de los grados superiores durante la primaria,
incluso a finales del siglo XX.

Al término de la década de 1980 se
fundaron dos de los primeros institutos dedicados a la
investigación (1888): el Instituto Médico Nacional
y el Instituto Geológico (1891). En este sentido, es
importante señalar que los hospitales no fueron la
excepción: en 1895 el médico Eduardo Liceaga,
presidente del Consejo Superior de Salubridad, y el ingeniero
Roberto Gayol comenzaron el proyecto de construcción del
Hospital General, que abrió sus puertas en 1905. Esto se
debía principalmente a la falta de hospitales en
higiénicos y ventilados, en condiciones propicias para el
tratamiento de los enfermos. Proliferaban hospitales que
habían sido fundados a finales del siglo XVIII y
principios del XIX, que carecían de las condiciones
necesarias para ser considerados higiénicos.

Durante la última década del siglo XIX
proliferaron en la capital las instituciones de corte
científico. La fundación y el desarrollo de centros
científicos se debieron al Estado, pero también a
los hombres de ciencia.

En 1870 surgió entre los médicos mexicanos
un interés por las enfermedades hereditarias; prueba de
ello son las distintas tesis y artículos publicados en el
transcurso de los últimos 30 años del siglo XIX.
Incluso enfermedades de nacimiento como la ceguera eran ya
tratadas en la época con la gran variedad de
oftalmoscopios que se importaban desde Europa; tal es así
que en 1876, poco después del Plan de Tuxtepec, se
fundó el Instituto Oftalmológico Valdivieso. El
papel que jugaron los médicos fue fundamental para la
conciliación de las reglamentaciones sanitarias dentro del
país, pues consiguieron aportar cientificidad a
través de formas de control de la charlatanería,
aproximadamente desde la tercera década del siglo XVII, y
ello se hizo con medidas expedidas por organismos legisladores
regulados por médicos, y no, como antes, por la Iglesia.
Las acciones reguladoras de los organismos coordinados por
médicos fueron decisivas en el rumbo que tomaría el
país respecto a las políticas sanitarias. En 1887
Eduardo Liceaga visitó el laboratorio de Louis Pasteur en
París y «recibió ahí el virus atenuado
de la rabia en el cerebro de un conejo. Lo trasladó a
México y reprodujo el virus según la técnica
aconsejada para fijarlo, y el 23 de abril de 1888 vacunó
al niño Isidro Delgadillo». Las acciones de salud
pública del gobierno a cargo de Porfirio Díaz se
extendieron por todo el territorio mexicano. A principios de 1885
se creó un reglamento para la aplicación de la
vacuna contra la viruela en los territorios de Baja California,
Tepic y el Distrito Federal, que fue aprobado en mayo de ese
año y A. Fierros Hernández: Concepto e historia de
la salud pública en México (siglos XVIII a XX) 199
publicado en el Diario Oficial. El tema central del reglamento,
que estaba compuesto por 20 artículos, era la importancia
de estar prevenidos contra la mortal enfermedad, considerando la
vacuna como un elemento de vital importancia, siempre bajo la
inspección del Consejo Superior de Salubridad mediante dos
representantes (un presidente y un vocal). La presencia
médica también era obligatoria; el médico
encargado de preservar la vacuna también lo sería
de vigilar su administración.

Aparte de la campaña contra la viruela, se
llevó a cabo otra para combatir la epidemia de peste que
cundía en Mazatlán, y según algunos rumores
en Baja California. A principios de 1903, cuando la epidemia se
vio disminuida, se hicieron cientos de copias de un ejemplar para
la prevención de la peste. Además, ser
realizó una campaña a nivel nacional para hacer
frente a la fiebre amarilla y el paludismo, otra contra la
tuberculosis que oficialmente empezó en 1907 y otra contra
la sífilis de manera permanente.

Las enfermedades que azotaron al país influyeron
de manera decisiva para que mejoraran de manera gradual diversos
aspectos de la salud pública, como los relacionados con el
hacinamiento de los enfermos mentales. El manicomio de La
Castañeda, inaugurado en 1910, fue la obra de
infraestructura relacionada con la salud pública
más grande de México y de América
Latina.

Conclusiones

La salud pública de México es una
política de Estado que se ha construido durante varias
décadas y cada administración la ha reformulado y
mejorado por el bienestar de la población.

Las políticas posrevolucionarias de salud
pública en México, han estado orientadas por
cambiantes percepciones del proceso de desarrollo, así
como del papel que el Estado debe jugar respecto a la salud
de grupos específicos. El artículo reconstruye
cómo se originaron y legitimaron los valores de fondo
que orientaron las políticas de la salud
pública.

El proceso de gestación es seguido a
través de las pugnas entre distintos grupos e intereses en
coyunturas claves de la historia de México. Se propone que
para 1940 se habían legitimado plenamente tres principios
de vinculación entre los decisores de
políticas y los beneficiarios: el técnico, el
geopolítico y el corporativista.

Se reconoce la importancia de tres principios
organizacionales en el desarrollo estatal de la salud en
México: el técnico, el geopolítico y el
corporativista. La medicina liberal ha sido sin duda
también un modelo relevante por su fuerte desarrollo
y cobertura. No obstante, el Estado Mexicano nunca ha jugado un
papel importante para fomentar este modelo, a pesar de que
han existido importantes interrelaciones. Por ello no se
aborda en este artículo la gestación de la
medicina liberal, si bien ya se han analizado algunos aspectos de
su articulación a las instituciones oficiales.

La salud pública se introdujo en México de
manera paulatina. Desde finales del siglo XVII existían
diversas prácticas relacionadas con la higiene
pública, pero no fue hasta finales del XIX y principios
del XX cuando se consolidó en México la
aplicación de las prácticas sanitarias modernas,
introducidas por el gobierno de Porfirio Díaz. Este
momento coincidió con el umbral modernizador que
cundía en todo el mundo (por influencia de algunos
países de Europa occidental), nuevas tecnologías,
innovaciones y nueva metodología en el accionar de la
salud pública.

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Autor:

Mg. Roxana Maribel Arcos
Camargo

Mg. Ysolina Selene Navarro
Sardon

Mg. Julia Esquivel
Melgarejo

Mg. Mery Luz Sanchez
Condori

UNIVERSIDAD SAN PEDRO

VICERRECTORADO ACADEMICO

OFICINA CENTRAL DE INVESTIGACIÓN
UNIVERSITARIA

Monografias.com

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD

AREQUIPA- PERU

2014

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