Fatiga crónica y fibromialgia con depresión asociada. Neurociencia aplicada
- El síndrome de fatiga
crónica - Manifestaciones
Clínicas - Diagnóstico
- Tratamiento
- Pronóstico
- En
resumen - Discusión
- Bibliografía
Síndromes de la Fatiga
Crónica y Fibromialgia, la Depresión
asociada y la Neurociencia Aplicada
Existen dos entidades poco comunes, no bien estudiadas y
mucho menos comprendidas, que, de sorprendente manera,
desafían la sagacidad y el estado de
presteza del ojo clínico de cualquier
médico.
Éstas son:
- El síndrome de la fatiga crónica (SFC)
y - La fibromialgia (FM).
Ambas condiciones son reconocidas por sus ambiguas
sintomatologías y asimismo porque ambas despiertan
controversia en su explicación y en su
entendimiento.
Para empezar esta ponencia, primero haremos una breve
descripción clínica del
síndrome de la fatiga crónica — la más
reconocida de las dos.
El
síndrome de fatiga crónica
El Síndrome de fatiga crónica (SFC)
también llamado en el pasado encefalomielitis
miálgica, y para el que ahora se recomienda el nombre
combinado EM/SFC (Encefalopatía
Miálgica/Síndrome de Fatiga Crónica) es una
enfermedad poco común. Su característica principal
es la de sentir una gran fatiga y síntomas relacionados
con ésta, resultando en cansancio y dolores extremos
asociados al esfuerzo físico.
Esta entidad clínica fue identificada en los
países anglosajones a mediados de los años 80.
La
Organización Mundial de la Salud la considera como una
enfermedad neurológica severa y aparece en la lista
norteamericana de enfermedades infecciosas
recientes, recurrentes y resistentes a los
medicamentos.
Debemos de aclarar, que, aunque la enfermedad se
categoriza como "infecciosa", que esta última
etiología aun no se ha confirmado.
Los síntomas característicos son los
siguientes:
- Inicio generalmente repentino, a veces después
de un cuadro similar a una gripe. También puede aparecer
tras una infección como la mononucleosis infecciosa o
siguiendo otras enfermedades víricas. - Astenia y fatiga fácil, que no merman con el
descanso, y sin haber realizado esfuerzo físico son
hallazgos característicos. - Típicamente, la enfermedad evoluciona con
desorientación, pérdidas de memoria a corto
plazo, confusión e irritabilidad — signos de
afectación neuro-cognitiva. - Trastornos del sueño: insomnio nocturno,
sueño no reparador, e hipersomnia diurna, con frecuencia
se asocian. - Dolor muscular persistente que conlleva a la
incapacidad, es manifestación común.
Además se reportan los siguientes
síntomas:
- Faringitis recurrente.
- Dolor a la palpación de ganglios
linfáticos del cuello y axilas. - Fiebre ligera.
- Dolores de cabeza.
- Fotofobia.
- Cuadros de ansiedad o depresión.
La relación con la anorexia
nervosa es común, como asimismo es frecuente su
asociación con otras condiciones, lo que conlleva a que se
la considere, erróneamente, secuela de las mismas o como
depresión residual — hecho, que por sus posibilidades
diagnósticas equivocadas, debe de permanecer presente en
el pensamiento
del clínico perspicaz.
Esta condición se encuentra, a menudo, asociada
con otra entidad de posibilidades crónicas, conocida como
la fibromialgia; con la que, sola o en aislamiento, afecta un
estimado 5 al 6% de la población mundial de las mujeres —
víctimas principales, de ambas dolencias.
Hasta ahora, no existen pruebas
diagnósticas de laboratorio
para su diagnóstico. Como tampoco existen
tratamientos específicos.
De la mayor importancia es que, a menudo, algunos
médicos la confunden con trastornos afectivos o, peor
aún, con los disturbios
hipocondríacos.
Página siguiente |