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Marxista de la esencia, filosofía positiva, fenomenológica de la educación




Enviado por Pabell Cruz



  1. Introducción
  2. Concepto de la filosofía positiva
  3. La teoría marxista de la esencia
  4. Concepción fenomenológica de la educación
  5. Concepción vitalista
  6. Concepción marxista
  7. Conclusión
  8. Bibliografía

Introducción

En este trabajo se desarrollan varios temas, entre ellos está el marxista, la fenomenología, concepción vitalista, entre otros. Dichos temas se desarrollan en base a como surgieron, también se da un concepto claro de cada uno de los temas.

Marx, el auto del "marxismo" se toma como referencia para desarrollar el segundo temas que es el antes mencionado. Marx con sus teorías demostró que se base únicamente en cosas ciertas y en instrumentos para su adquisición y su uso.

Se le llama marxismo al conjunto de ideas políticas, económicas y filosóficas que nacen con la obra de Karl Marx, pero que van unidas al activismo obrero y que posteriormente han sido desarrolladas por muchos autores.

El marxismo es la doctrina o cuerpo ideológico que corona con genial coherencia las tres fuentes ideológicas más avanzadas de la Europa.

Desarrollo

Concepto de la filosofía positiva

El positivismo es un pensamiento que afirma que el conocimiento autentico es el conocimiento científico y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación de las hipótesis a través del método científico.

La teoría marxista de la esencia

La perspectiva de Marx consiste en una enseñanza que se base únicamente en cosas ciertas y en instrumentos para su adquisición y su uso. Pero, ¿es en realidad cierta y absoluta esta distinción? ¿Y no hay cabida definitivamente en la enseñanza para las ciencias mentales?

La distinción entre ciencias humanas y ciencias matemático-naturales.

El discurso de Marx, fundado en esta distinción, no es arbitrario; tiende a excluir de la enseñanza toda propaganda, todo contenido que no sea una adquisición inmediata de saber, tiende a construir una enseñanza rigurosa de nociones y de técnicas

Carlos Marx nació en Trier, Alemania, el 5 de mayo de 1818. Su padre fue un abogado judío convertido en protestante. En 1835 comenzó sus estudios universitarios en la Facultad de Derecho de Bonn, y en 1836 los continuó en Berlín, donde se doctoro en 1841. Paralelamente estudio filosofía e historia y tomo contacto con los helegianos de izquierda, dedicándose a fondo a la comprensión del sistema filosófico de Hegel, que ejercía en él una gran influencia. Desde 1841 hasta 1843 colaboro como periodista y jefe de redacción del diario liberal Rhenische Zeitun. Pero por la tendencia democrática revolucionaria del periódico fue censurado varias veces, hasta suprimirlo.

Para Marx poder entablar o provocar una revolución contra el sistema que tanto critica, como el capitalismo, necesita de la educación y del trabajo para liberar a la sociedad

Es por esto que propone un pensamiento más enfocado a lo pluralista. Marx dice que "Lo QUE YO HAGO DE MI, LO HAGO PARA LA SOCIEDAD", aun cuando parece actuar como individuo aislado porque los medios que usa (lenguaje, etc) son sociales y su actividad tiene siempre directa o indirectamente una influencia sobre la sociedad.

Para lograr esto toma la escuela como una base, proponiendo en ésta un cambio, dando un enfoque ateo, más inclinado a las ciencias exactas (empírico) ya que para él todo lo espiritual relacionado con Dios provoca que el hombre se pierda a si mismo (alineación religiosa), así también igualdad para todos, es decir, toda escuela debe ser equitativa con las mismas oportunidades.

En el Marxismo la educación o sistema educativo es una forma de revolución, y a partir de ésta empieza a desarrollar el cambio del hombre alienado hacia el hombre total, crear, intervenir en la historia, pensar y actuar para los demás.

Concepción fenomenológica de la educación

La relación que se sugiere entre esta manera particular de comprender el mundo y la filosofía, que es la fenomenología y la educación, surge por el contacto que se establece a partir de la noción de "sentido". Ya que si asumimos que las educaciones la transmisión que una sociedad les hace a sus integrantes del sentido que una cultura le ha dado a su relación en el mundo y, en palabras de Javier San Martín consideramos que:

"la fenomenología consiste en entender y hablar de la realidad desde la experiencia de la realidad".

(1987:9) Al igual que comprendemos que el sentido que transmite la educación, sólo es posible de encontrar en la experiencia que el conjunto de una sociedad ha tenido de la realidad. Concluiremos que la educación localiza en el método fenomenológico, no sólo una alternativa de interpretación y comprensión, sino que es justo en la fenomenología donde puede hallar su propio sentido; estableciendo cómo desde la fenomenología se puede restablecer la atención de la reflexión educativa hacia su propia esencia.

En esta primera parte del trabajo, nos ocuparemos de realizar una descripción del método fenomenológico y la compatibilidad que ofrece con la reflexión educativa.

Para mayor claridad e ilustración nos valdremos de intérpretes de la obra de los fenomenólogos Edmund Husserl y Martin Heidegger, ya que la comprensión de la fenomenología como método requiere una visión en su conjunto, aun así, también apelaremos a ambos filósofos cuando sea necesario especificar particularidades de alguno de estos dos maestros. Para iniciar, es preciso devolverse a la definición de fenomenología que empleamos antes. ¿Qué quiere decir entender y hablar de la realidad desde la experiencia de la realidad? ¿Qué significa la realidad para la fenomenología?

La fenomenología toma como fundamento de todo conocimiento la experiencia desde la superación del dualismo sujeto-objeto de la modernidad. Esto implica, que no se entienden al sujeto y al objeto como dos entidades separadas, presupuesto que la modernidad ha legado. Para la modernidad el mundo se compone de hechos, donde el ser humano es un hecho más entre tantos y la realidad se presupone como algo ajeno a la conciencia del hombre. Para la fenomenología, la existencia de los objetos del mundo como algo diferenciado de la conciencia del ser humano no se presupone, sino que se pone entre paréntesis, surge entonces, el concepto de epojé, que corresponde a las primeras obras de Husserl. A diferencia de Descartes, que encuentra en el el fundamento para luego traer al mundo de vuelta, Husserl se queda en un análisis de ese , procediendo con un paso fundamental del método fenomenológico que es la reducción de todo el conjunto de experiencias hacia la conciencia de las experiencias más genuina.

Concepción vitalista

El vitalismo europeo se opone a las explicaciones mecanicistas que presentan la vida como fruto de la organización de los sistemas materiales que le sirven de base. Es un aspecto del voluntarismo que argumenta que los organismos vivos, no la materia simple, se distinguen de las entidades inertes porque poseen fuerza vital o élan vital, en francés, que no es ni física, ni química. Esta fuerza es identificada frecuentemente con el alma o el espíritu del que hablan muchas religiones. Los vitalistas establecen una frontera clara e infranqueable entre el mundo vivo y el inerte. La muerte, a diferencia de la interpretación mecanicista característica de la ciencia moderna, no sería efecto del deterioro de la organización del sistema, sino resultado de la pérdida del impulso vital o de su separación del cuerpo material.

El término vitalismo consta de dos definiciones posibles. Por un lado, sería la doctrina filosófica, actualmente rechazada, que postularía que los organismos vivos se caracterizan por poseer una fuerza o impulso vital que los diferencia de forma fundamental de las cosas inanimadas.3 Se trataría de una fuerza inmaterial específica, distinta de la energía estudiada por la física y otro tipo de ciencias que, actuando sobre la materia organizada, daría como resultado la vida y sin la que sería imposible su existencia.

Asimismo, dicho término puede referirse a lo que Scott Lash y otros autores llaman "defensa de la vida".4 Así, sería usado por movimientos tales como el animalismo,5 el antiabortismo,6 el antimilitarismo, el ecologismo, el pacifismo7 o el vegetarianismo pero también por estudiosos de la obra de pensadores como Friedrich Nietzsche8 o José Ortega y Gasset.9 Los planteamientos orientales de esta segunda definición vendrían de la mano del maestro jaina Mahavira en el Oriente, quien combinó el ascetismo de Parsvanatha con las enseñanzas de los naturalistas "Monografias.com", término que, en sánscrito, significa "vivientes".

Concepción marxista

La concepción marxista del Estado es fruto de una forma determinada de entender las relaciones de poder. El Estado, para el marxismo, aparece como un producto del carácter irreconciliable de las contradicciones de clase, en palabras de Marx, la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la economía política.1 Señalan que por regla general pertenece a la clase más poderosa, la clase económicamente dominante.

El marxismo es el conjunto de doctrinas políticas y filosóficas derivadas de la obra de Karl Marx, filósofo y periodista revolucionario alemán, quien contribuyó en campos como la sociología, la economía y la historia, y de su amigo Friedrich Engels.

Para distinguir la doctrina inicial de las corrientes derivadas, al marxismo propuesto por Marx y Engels se ha denominado históricamente como socialismo científico. Este pensamiento pretende, llegar a un gobierno de la clase trabajadora (socialismo) que derroque al poder burgués, para llegar a una segunda fase (comunismo), donde no existan clases sociales. En "El Manifiesto Comunista" Engels explica las razones por las cuales no se llamó Manifiesto Socialista, ya que el socialismo en aquel momento era visto como una pequeña burguesía que, si bien quería derrocar al capitalismo, pretendía hacerlo con ayuda del mismo capitalismo y solamente para instalar nuevamente el sistema feudal. El comunismo por el contrario era visto únicamente como la lucha de la clase obrera colectiva frente a la industrialización y la aún naciente globalización, lucha por medio de la cual se pretendía instalar un Estado proletariado que velara por los intereses de todo el pueblo (sin excepción), en donde se centrara el poder absoluto, y en el cual no existiera dominación de una clase sobre otra ya que estas dignas para todas las personas.

Por tanto, para el marxismo, era imprescindible el estudio del problema del Estado.

En palabras de Lenin:

…difícilmente se encontrará otro problema en que deliberada e inconscientemente, hayan sembrado tanta confusión los representantes de la ciencia, la filosofía, la jurisprudencia, la economía política y el periodismo burgueses como en el problema del Estado. Todavía hoy es confundido muy a menudo con problemas religiosos; no sólo por los representantes de doctrinas religiosas (es completamente natural esperarlo de ellos), sino incluso personas que se consideran libres de prejuicios religiosos confunden muy a menudo la cuestión especifica del Estado con problemas religiosos y tratan de elaborar una doctrina — con frecuencia muy compleja, con un enfoque y una argumentación ideológicos y filosóficos — que pretende que el Estado es algo divino, algo sobrenatural, cierta fuerza, en virtud de la cual ha vivido la humanidad, que confiere, o puede conferir a los hombres, o que contiene en sí algo que no es propio del hombre, sino que le es dado de fuera: una fuerza de origen divino.

Lenin, Sobre el Estado (Conferencia pronunciada en la Universidad Sverdlov) (1919)

El origen del Estado

Para los marxistas, el Estado no ha existido siempre. Hubo un tiempo en donde no existía el Estado, donde los vínculos generales, la sociedad misma y la organización del trabajo se mantenían gracias a la fuerza de la costumbre o debido al respeto que ejercían sobre la comunidad los jefes de las gens, o las mujeres, que con frecuencia tenían los mismos derechos y obligaciones que los hombres. Asimismo no existía una categoría especial de personas que se encargasen de gobernar. Engels divide la historia de la humanidad en tres fases: salvajismo, barbarie y civilización.

En el salvajismo, los hombres vivían de lo que cazaban y recolectaban; con la barbarie se mejoran los instrumentos de uso cotidiano y se inicia la domesticación de algunos seres vivos; es en la civilización con el surgimiento de la agricultura cuando aumentó la suma de trabajo que correspondía diariamente a cada miembro de la comunidad doméstica o de la familia aislada. Era ya conveniente conseguir más fuerza de trabajo, y la guerra la suministró: los prisioneros fueron transformados en esclavos. Dadas todas las condiciones históricas de aquel entonces, la primera gran división social del trabajo, al aumentar la productividad del trabajo, y por consiguiente la riqueza, y al extender el campo de la actividad productora, tenía que traer consigo necesariamente la esclavitud. Para mantener este sistema de explotadores y esclavos se hizo necesario crear un aparato de dominación religioso, cultural y político: el Estado.

Tras las sociedades primitivas, con el surgimiento de la primera forma de explotación del hombre por el hombre, el esclavismo, aparecen las primeras formas estatales. En ésta, los propietarios de los medios de producción, eran a su vez, propietarios de personas, que ni siquiera eran consideradas como tal.

Con la aparición del feudalismo, las condiciones de los más explotados se modifican en cierta forma, se desarrolló el régimen de la servidumbre, en el que los campesinos podían apropiarse de parte de su trabajo, aunque seguía existiendo una sujeción directa al propietario de los medios de producción.

Con el desarrollo del comercio, en la sociedad feudal, aparece una nueva clase social, la capitalista, "una minoría insignificante de la población, que dispone íntegramente de todo el trabajo realizado por el pueblo y, por consiguiente, tiene a sus órdenes, oprimiéndola y explotándola, a toda la masa de los trabajadores" y en la que nos encontramos actualmente. Con la existencia de la sociedad de clases, en sus distintas formas (esclavismo, feudalismo y capitalismo), el Estado se crea y es necesario para una pequeña parte de la población, que como hicimos mención con anterioridad, utiliza el aparato estatal para dominar a la mayoría.

Es necesario distinguir el aparato represivo del Estado, del aparato ideológico de éste. No nos estamos refiriendo a la utilización de la violencia, en sus distintas fórmulas, sino que "designamos con el nombre de aparatos ideológicos de Estado cierto número de realidades que se presentan al observador inmediato bajo la forma de instituciones distintas y especializadas", como las religiosas, escolar, familiar, jurídica, política, sindical, de información o cultural. No representa importancia, que las citadas instituciones formen parte de la esfera privada, ya que privado-público se refiere únicamente al derecho burgués, no siendo el Estado ni público ni privado, sino simplemente, el Estado de la clase dominante. Parece que nos encontramos con una separación entre aparato violento y aparato ideológico, aunque realmente, el aparato de represión, se encuentra ciertamente impregnado de ideología; al igual que el aparato ideológico, posee connotaciones violentas.

Para Antonio Gramsci, una de las funciones más importantes del Estado es elevar a la población a un determinado nivel cultural y moral, que contribuya al desarrollo de las fuerzas productivas y por tanto a las clases dominantes. La escuela como función educativa positiva y la policía y los tribunales como función educativa negativa y represiva, forman junto a otras organizaciones de carácter privado, el aparato para la hegemonía política del estado.

Conclusión

Al desarrollar estos temas se puede comprender mejor los conceptos del mundo, a partir de los conocimientos y teorías de personas como Marx, Lenin, Gramsci, Scott Lash entre otros autores. Ellos ven el mundo desde conceptos diferentes y a través de sus teorías e investigaciones lo demuestran. Podemos describir al siglo XIX como uno de los siglos más prolíficos en lo que hace al desarrollo de filosofías políticas y en cuanto a la creación de nuevas ideologías que se mantienen hasta el día de hoy. Entre las más importantes y significativas debemos mencionar al marxismo, aquel compendio de ideas que siguen lo postulado por Karl Marx en sus innumerables obras escritas. Si adquirimos conocimientos de esos autores, nuestra perspectiva del mundo puede cambiar entorno a sus aportes.

Bibliografía

La teoría marxista de la esencia: http://teoriasenlaeducacion.blogspot.com/2009/03/las-teorias-marxistas.html

La concepción fenomenológica de la educación: https://www.academia.edu/3629974/La_comprensi%C3%B3n_Fenomenol%C3%B3gica_de_la_Educaci%C3%B3n

Concepción vitalista:

https://es.wikipedia.org/wiki/Vitalismo#Conceptualizaci.C3.B3

La concepción marxista: https://es.wikipedia.org/wiki/Concepci%C3%B3n_marxista_del_Estado

 

 

 

Autor:

Pabell Cruz

 

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