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¿Qué podemos hacer para acelerar la revolución integral de la conciencia social? (página 3)



Partes: 1, 2, 3, 4

Este es el gran desafío que el Tercer Milenio nos presenta.

Un concepto fundamental ligado a Medio Ambiente es el de sustentabilidad, que está basado en el uso de materia y energía, así como la relación con el medio ambiente (tanto biótico como abiótico), en forma tal que permita la conservación de los recursos naturales, con un mínimo de alteración. De este modo se asegura la sobrevivencia de las generaciones futuras, hoy peligrosamente amenazadas por una estructura económica egoísta, que destruye el medio ambiente, a través de prácticas consumísticas irracionales.

Según (17) aquel concepto puede ser mejor comprendido a través del cuadro siguiente, donde se contraponen el paradigma productivista (hegemónico, cientificista y antropocéntrico) en relación con el paradigma sustentabilista (holístico y cosmocéntrico).

PARADIGMA PRODUCTIVISTA

PARADIGMA SUSTENTABILISTA

  • Lógica de exhaustión de recursos

  • Lógica de sustentabilidad

    • Antropocéntrico (la especie humana como centro del Universo)

  • Cosmocéntrico (el hombre como parte del Universo y éste como parte del hombre)

  • La Naturaleza es la "segunda naturaleza de la Sociedad". Tiene valor telúrico, evolución y vida.

  • Globalización de la solidaridad entre las naciones y culturas, para poder resolver problemas globales.

    • Reduccionismo científico, que para conocer separa y aísla los hechos (cartesianismo).

  • Conocimiento holístico, percibiendo los hechos en su complejidad de interacciones y cambios.

  • Crecimiento económico holístico, percibiendo los hechos en su complejidad de interacciones y cambios.

    • Desarrollo social medido por los indicadores de crecimiento económico.

  • Desarrollo social medido por los indicadores de la satisfacción de las necesidades humanas, respetadas las diversidades étnicas, culturales e individuales.

    • Ética egoística-inmediatista que privilegia las generaciones actuales en prejuicio de las generaciones futuras.

  • Ética intergeneracional por la cual el usufructo por las generaciones actuales está condicionada por el resguardo de los derechos de las generaciones futuras.

    • Paradigma consumista, individualista, provocado por las fuerzas que controlan el mercado y el lucro.

  • Paradigma del atendimiento a las necesidades humanas a partir de un consumo solidario.

    • Hegemonismo cultural, etnocida, que sofoca las culturas nacionales y locales.

  • Transcultural, dimensión intercultural como valor ético, respeto a la diversidad cultural.

    • Racionalismo estrecho, mecanicista, lineal y estático, apenas centrado en lo mental.

  • Sentimientos como fuerza creadora del ser humano y de sus comunidades, capaces de desarrollar transformación social.

    • Desarrollo desigual intencionado, así como soberanía excluyente, que reparte en forma injusta las condiciones de sobrevivencia, de bienestar y del poder político entre los pueblos.

  • Desarrollo democrático y sustentable bajo un orden internacional no autoritario e imparcial donde la soberanía sea recíproca.

  • Transición a una sociedad donde se combine el monopolio de la violencia legitima del Estado, con pluralidad de derechos de la sociedad.

    • Estado imperial, cuyo único contrapunto democrático es la democracia representativa

  • Estado mediado por múltiplas formas de democracia: directa, indirecta, nuevas institucionalidades.

  • En realidad este Cuadro, se inscribe completamente en la filosofía expuesta por esta Monografía, así como en Bonilla,2, en los cuales se reconoce que la "realidad" actual corresponde al paradigma productivista, pero que a través de un "cambio de verdad", la "Gran Utopía (el paradigma sustentabilista u holístico), se transforma en Realidad, ahora con mayúscula Agrega(17) "La generosidad para el género humano, propia de la visión holística de la Nueva Utopía, debe ser capaz de involucrar la satisfacción de las necesidades materiales, al mismo tiempo que las necesidades espirituales". Esto es lo que llamamos de socialismo holístico.

    Propuesta de acciones ambientales físicas y sociales.

    El Medio Ambiente no se refiere apenas a contaminación física (aguas, suelos, aire etc.) y sí de otras, de naturaleza psicosocial. Sobre las primeras existe abundante bibliografía, a partir de la cual los Laboratorios de Nuevas Ideas, las Redes o los Grupos de Trabajo, podrán desarrollar importantes acciones.

    Debido al escaso espacio disponible, sólo haremos algunas propuestas específicas, recordando que un asunto crucial es la creación de fuertes programas de Educación Ambiental involucrando todos los niveles educacionales formales (primaria, secundaria, universidad), así como los informales, relativos a la población en general.

    a) Reformulación de la filosofía energética

    Uno de los estudios más ambiciosos de las Naciones Unidas es el Informe Brundtland (18), que demoró tres años en ser elaborado y respondía el objetivo de crear "una agenda global para una nueva y eficiente estrategia ambiental".

    En particular, en lo relativo a energía, la Comisión Brundtland, calculó que en 2025, si el consumo de energía per cápita se mantuviera en los niveles de 1980, sería necesario un 40% más de energía, pero si el consumo se uniformizase en todo el mundo(*) ¡se necesitaría 5 a 6 veces más!

    Entretanto, la Comisión, integrada por especialistas de alto nivel científico (pero con escasa comprensión holística), apuesta a que el problema de demanda energética sea amenizado con el uso de nuevas usinas nucleares, así como con la creación de nuevos equipamientos con elevados rendimientos energéticos, que también sean ahorradores de energía. No cuestionaron, sin embargo, el modelo energético prevaleciente ni indagaron las raíces en el cual él se apoya.

    Parece obvio, sin embargo, que tan importante Comisión debería haberse hecho y respondido una pregunta simple: ¿cómo y para que gastamos energía? Y esto aconteció (como en muchos otros casos), no por falta de conocimiento científico, y sí por la orientación, que en el caso fue de un cartesianismo modernizado.

    O sea, no se colocó la raíz del problema: ¿con que paradigma vamos a estudiar el problema energético? Para muchos, esta pregunta es superflua, pues la "realidad" nos dice que el paradigma (único, monopólico, imperial) es el productivista (ver cuadro anterior).

    Esa es la falla principal de tan sofisticado estudio: carece de visión holística. Y eso es hoy, imperdonable. En efecto, pretendieron obtener respuestas, usando apenas proyecciones cuantitativas, análisis racionales y tecnologías avanzadas, desconsiderando las raíces del problema: inviabilidad de la actual sociedad de consumo, así como ignoraron cuales son las necesidades atendidas y las no atendidas (y sobre todo cuales son reales y cuales son artificiales). Tampoco analizaron como se usa la energía y se habla muy rápidamente de las tecnologías alternativas, socialmente apropiadas.

    O sea, se da la impresión de que el sistema productivo, tal como está organizado hoy, es indiscutible y que sólo tenemos que preocuparnos con excesos, racionalizando, conservando y ahorrando energía a través de nuevas tecnologías. En definitiva, no se percibe en el mencionado Informe, un enfoque centrado en propuestas osadas de cambio, que estamos precisando urgentemente. Este cambio no vendrá apenas con la Educación Ambiental (que, sin embargo, es imprescindible) y sí a través de la Educación para la Vida (ver Bonilla, 2), ingrediente fundamental para la Revolución Integral de las Conciencias.

    Esto significa – entre otras cosas – que se deberá minimizar hasta eliminar la fabricación de contaminantes, materiales sintéticos, armamentos, artefactos nucleares y artículos superfluos, sustituyéndolos por desarrollo de tecnologías socialmente apropiadas, especialmente para alimentación sin contaminación, transporte público, habitación, reciclaje de residuos, etc.

    b) El problema del transporte

    El transporte es una necesidad real; el auto puede ser una necesidad artificial, lo que ocurre con muchas personas, que lo usan como símbolo de status, aunque para eso tengan que alimentarse menos de lo necesario.

    Es completamente urgente dar énfasis a transportes más eficientes y menos contaminantes. Así, el transporte fluvial o terrestre, automotores eléctricos, a alcohol o biodiesel(*), deben ser estimulados en relación al uso de combustibles fósiles, caros y prejudiciales al medio ambiente (pero muy lucrativos para ciertas multinacionales).

    Junto con esto, es necesario estimular el uso del transporte colectivo de buena calidad, que sea organizado para transportar personas y no animales (como ocurre con cierta frecuencia en el Tercer Mundo). Este transporte debe incluir puntualidad y buena frecuencia de los horarios, asientos cómodos, cortinas de protección contra el sol(**), funcionarios educados, tarifas razonables, etc. Hay aquí amplio espacio para los Grupos de Trabajo.

    Una forma de modificar la realidad prevaleciente sería aumentar el impuesto al uso de automóviles particulares (excepto casos justificados: taximetristas, vendedores, médicos a domicilio, etc). También podrían ser hechos muestreos para determinar el número de personas que viajen. Si frecuentemente fuera una sola, con la consiguiente contribución al despilfarro de combustible a la contaminación del aire y a los embotellamientos, habría una tasa adicional, que sería nula para, digamos 4 personas e intermediaria, para 2 ó 3.

    A través de estas restricciones podría reducirse la circulación de autos particulares, con gran ahorro de combustible, reducción de "stress", mejoría de la calidad del aire y un flujo más rápido del tráfico. Según Garaudy(1), la velocidad media de un ómnibus en París es de diez kilómetros por hora, igual a la que tenían las diligencias o coches conducidas por caballos hace más de 100 años.

    c) El problema de la salud

    Todo ser humano – por el único hecho de ser una persona – debe tener pleno derecho a un buen atendimiento médico. Por lo tanto, la Medicina debe estar al servicio de la salud y no la salud al servicio de hospitales y clínicas particulares. Por otra parte, las colas para atenderse en los servicios públicos de salud son – en muchos países del Tercer Mundo – una verdadera afrenta para cualquier persona que sea medianamente civilizada.

    De este modo, los Grupos de Trabajo tienen un vastísimo campo de acción en esta área, defendiendo la salud de sus conciudadanos, a través del control de precios y servicios, relativos a farmacias, consultorios, sanatorios, etc.

    Así mismo debe ser monitorada la calidad de los remedios, las propiedades de sus ingredientes y sus contraindicaciones. En los países donde existe un funcionamiento razonable de sociedades mutualistas de salud, se debe controlar el atendimiento en la sala de espera, la calidad del atendimiento médico, el tratamiento dado a los pacientes, etc.

    En particular, es fundamental crear una nueva relación médico-paciente y una reformulación total del enfoque terapéutico, hoy básicamente alopático, incluyendo otros enfoques alternativos (homeopatía, fitoterapia, acupuntura, etc.)

    Algunas sugerencias específicas sobre salud son las siguientes:

    = Educación para la salud, procurando que las personas entiendan como su comportamiento y el medio ambiente afectan su salud, así como enfrentar el "stress" de sus vidas cotidianas. El proceso educativo debe incluir el combate a todos los efectos perniciosos originados por productos superfluos, innecesarios y ofensivos, así como a estilos de vida nocivos, ambos completamente exacerbados en la sociedad de consumo que hoy nos inunda con su brillo falso y nos extorsiona con sus exigencias absurdas.

    = Política para la salud, constituida por varios componentes, entre ellos:

    • Restricción a toda publicidad de productos perjudiciales a la salud.

    • Impuestos de "asistencia a la salud" a ser cobrados a empresas y personas que generen riesgos para la salud (contaminación, cigarros, bebidas). Se debe subrayar que los recursos recaudados, serán utilizados exclusivamente en la mejoría de aquella, y no para otros destinos, a veces excusos.

    • Programas de acción social para mejorar educación, empleo, derechos civiles y situación económica de personas empobrecidas, ya que esto afecta la salud de la sociedad como un todo.

    • Desarrollo de una política nutricional capaz de estimular la industria a producir alimentos realmente nutritivos y de alto valor sanitario.

    • Formular legislaciones específicas y proporcionar los recursos correspondientes para el pleno desarrollo de la agropecuaria ecológica, fuente de salud y vitalidad.

    == Reformulación del modelo terapéutico general. En lugar de considerar el problema de la salud humana como un acontecimiento individual y cuya solución será encontrada a través de un diagnóstico exacto y de la medicación alopática correspondiente, ampliarlo por intermedio de la comprensión holística. De este modo, no se puede dejar de llevar en cuenta el holon social: la comunidad, y en cuanto al holon individual: el hombre específico, éste deberá ser considerado en su integridad, y no apenas circunscrito a un órgano enfermo, aislado del resto del cuerpo.

    La percepción holística también mudará la esencia y la forma de la medicación. O sea, en vez de colocar todo el peso terapéutico en la acción de remedios alopáticos, el énfasis deberá ser dado a la capacidad del cuerpo para su auto-cura (salvo, claro está, emergencias). O sea, el terapeuta sólo dará tratamientos moderados (no restrictos a alopatía y sí abiertos a terapias energéticas, homeopatía, quiropraxia, acupuntura, control mental, etc.). Su función principal es triple: reducir el "stress" excesivo; fortalecer el cuerpo (con remedios, preferiblemente a través de la fitoterapia); estimular al paciente a adoptar una actitude positiva, de auto-confianza en sus propios poderes latentes, que yacen en su interior.

    Esto, es claro, exige una reformulación total de la Medicina, comenzando por la formación de equipos interdisciplinarios, capaces de desarrollar modelos y técnicas terapéuticas coherentes y compatibles entre sí. El papel del terapeuta será elegir el método más adecuado y eficiente para cada paciente. Por otro lado, equipos de investigadores, con destaque para profesionales universitarios, deberán procurar la integración de aquel mosaico terapéutico en un sistema general, global, de naturaleza holística.

    Es claro que en este abordaje, los profesionales de la salud a todos los niveles, deben tomar iniciativa, pero también otras personas, ya que el fenómeno salud (o su opuesto, enfermedad) nos afecta a todos. Así, todos tenemos derecho a participar de algo que es fundamental en nuestras vidas.

    Desarrollo espiritual

    Conceptos básicos

    Ya lo dijo el Maestro Jesús el Cristo: "No solo de pan vive el hombre…"

    Brunton (22) agrega: "Hay necesidad, en estas horas críticas, de hombres de espíritu iluminado, capaces de armonizar lo secular con lo sagrado. Hay necesidad de hombres que procuren servir a la Humanidad, tanto cuanto a sus intereses. Todo aquel que se convierta en un punto de encuentro de la practicidad del mundo con lo trascendente, encontrará oportunidad de sobra de ser útil. Lejos de su centro de actuación, siempre será procurado por aquellos que en la oscuridad, tanteen desesperadamente buscando un rayo de luz. Él se transformará en un refugio, en un centro de ayuda estable"… "El ideal es encontrar armonía entre la vida del espíritu y la vida del mundo, no encontrando ninguna contradicción entre ambas".

    Las afirmaciones de Brunton hacen referencia a dos asuntos fundamentales. El primero, es relativo a la feliz integración de lo material con lo espiritual, dentro de cada corazón humano; el segundo, tiene que ver con el privilegio que como seres poseedores de libre albedrío, recibimos del Creador para transformarnos en sus auxiliares, irradiando luz para los otros, si ese fuese nuestro objetivo. Comentaremos estos dos aspectos por separado.

    Nuestra sociedad – a pesar de sus avances tecnológicos impresionantes – está aún en la fase de la lógica formal, como en el tiempo de Aristóteles. En efecto, el raciocinio utilizado, no apenas en su forma vulgar y sí también en lo relativo a su aplicación científica es meramente lineal. Simplificando, este raciocinio nos dice: "lo que no es blanco, es negro". O sea, se tiende a considerar que cada asunto tiene básicamente dos alternativas y que ellas son opuestas, entendiendo por opuesto aquello que tiene el carácter contrario a un cierto atributo. Así, se considera materia y espíritu como opuestos irreconciliables, como conceptos contrarios, siendo necesario optar por uno o por el otro.

    De esta versión maniqueísta surge el materialismo, que considera el Universo apenas un gran complejo físico-químico, originado y desarrollado a través de procesos mecánicos meramente aleatorios. Por lo tanto, los aspectos espirituales no tienen lugar en esta concepción; pero como ellos realmente existen y las personas – aunque no quieran reconocerlo – los sienten operar de alguna forma en su interior, su rechazo acaba causando fuertes sentimientos negativos en las mismas. Esta es una causa importante que introduce en la vida humana efectos devastadores, como angustia, sufrimiento y depresión.

    Por otro lado, otras personas aceptan la vida espiritual como la única existente, considerando la material como una verdadera ilusión o fantasía, por lo tanto despreciándola, inclusive a sus propios cuerpos, hechos de carne. Carne, que en su visión, es por naturaleza pecadora y ruin. O sea, a pesar de considerarse espiritualistas, tienen que arrastrar el peso tangible y visible del cuerpo físico, así como enfrentar el medio que los rodea, de evidente constitución material. Esto los lleva a una situación desesperante, como si fuesen pájaros que quisieran volar hasta el cielo, pero se lo impidiese una argolla de hierro físico que los prendiese al mundo material, a la naturaleza terrena.

    Ambas percepciones están fracturadas al medio, están queriendo comprender la naturaleza de una moneda apenas a partir de la faz de la misma que está visible; pero la otra, oculta y opuesta a la anterior, también hace parte de aquella. Del mismo modo, la efusión de la energía creativa, de naturaleza espiritual en el seno de la materia física, produce la Vida. Por lo tanto, ésta no podría concretarse si no hubiera una confluencia de estos dos elementos, verdaderos polos: el polo positivo, representado por las energías espirituales y el polo negativo, representado por la materia.

    Esto nos lleva a comprender que si bien el nivel espiritual es más sutil, más poderoso, con frecuencias vibratorias más elevadas que el nivel físico, éste es imprescindible, pues proporciona la masa o materia prima donde aquel actúa.

    En consecuencia, el ser humano debe mantener equilibrio entre el desarrollo de su vida espiritual y las necesidades físicas que el cuerpo le demanda: alimentación, abrigo, actividad sexual, etc. En particular, la restricción sexual en pró de la purificación del alma, aparece como una clara deformación. Primero, porque el alma es en sí misma completamente pura. Segundo, porque si la "pureza" se refiriese a la personalidad, la cual sí está en estado de evolución, debe quedar claro que aquella deberá medirse no por el acto físico y sí por la intención mental (y emocional) que está por detrás. No adelanta pues, prohibirse la relación carnal cuando en el fondo se la desea con desesperación; lo único que se logrará es degenerar un instinto sano, natural, transformándolo en alguna cosa horrorosa.

    En ese caldo de cultivo, han crecido muchos Torquemadas. El sexo fue creado por Dios, no apenas como medio de reproducción y sí con la alta finalidad de mantener y desarrollar la Vida. En el ser humano, el sexo extrapola su función meramente reproductiva – ya que, como bien sabemos la mujer no tiene períodos específicos de celo como las hembras animales – para transformarse en un poder de atracción entre los dos polos de un imán, uno masculino, otro femenino. Poder que es realmente irresistible casi siempre, y por eso mismo muy peligroso; es una verdadera carga de dinamita. Esto acontece porque el sexo es apenas un factor o elemento de carácter físico; cuando él es integrado con la energía espiritual llamada amor, no sólo podemos domar su fuerza de caballo desbocado y sí sobre todo hacer de él una de las más maravillosas vivencias que Dios permitió que el ser humano gozase.

    Con todo, los maestros espirituales de la Humanidad nos informan que vivencias mucho más excelsas nos esperan, en la medida que evolucionemos más y más en procura de la perfección interior, la cual naturalmente no quedará retenida allí dentro y sí será derramada al exterior, de las más variadas formas. Por lo tanto, no deja de ser una posibilidad, el hecho de que a una cierta altura elevada de desarrollo espiritual, el sexo deba dejar su lugar por lo menos, parcialmente, a otro tipo de actividades, más sutiles. Si así fuera, nuestra propio Yo Interior nos lo comunicará oportunamente, de modo que no nos debemos preocupar por anticipado.

    De cualquier forma, lo que se desea dejar bien claro es que el ser humano tiene una naturaleza dual: dentro de un cuerpo de naturaleza material, tenemos infuso lo que podemos llamar de cuerpo espiritual, el Ser Crístico. Estos dos polos magnéticos, atraídos mutuamente, crean el tercer vértice del Triángulo: nuestra Personalidad. Y ella precisa tanto del aspecto espiritual como del físico para progresar: el espiritual, como espejo en el cual mirarse, como imagen en la cual transformarse; el físico, como materia prima, como campo de ejercicio para desarrollar la increíble aventura de la metamorfosis: la asustadora oruga volviéndose espléndida mariposa.

    Traduciendo estos hechos a nivel de la vida social humana, debe comprenderse el sentido de lo dicho por Brunton, o sea que sin descuidar los aspectos materiales de la vida: comercio, finanzas, producción de bienes y servicios, agricultura, etc, debemos también dedicar atención a lo que trasciende estas actividades, básicamente los aspectos espirituales de la vida, porque solo si atendemos a ambos es que podremos cumplir con nuestra misión cósmica, como fue explicado en Bonilla (2).

    El segundo aspecto importante se refiere, precisamente, al hecho de que nuestra misión nunca podrá ser cumplida, si nuestro trabajo espiritual queda retenido, preso, en nuestro interior. Por el contrario, él debe derramarse por el mundo, entrando en contacto con aquellos que precisen de un impulso, de una energía más vigorosa, para evadirse de las tinieblas en las que se hallan perdidos.

    Es un deseo muy fuerte del autor, por ejemplo, que este texto sirva como estímulo y contribución para la creación efectiva de un nuevo modelo de desarrollo humano, centrado en un alto nivel de calidad de vida, estableciendo así un faro de luz, en el cual las personas que se encuentran desorientadas acerca de las condiciones, motivaciones, posibilidades, sueños, metas y esperanzas relacionadas con sus vidas, puedan encontrar un punto de apoyo, o sea, una base que les permita encontrar fuerzas dentro de sí, en el centro de sus corazones, donde habita el Ser Crístico, de modo que consigan – finalmente – re-hacerlas y reerguirlas hasta hacerlas realmente dignas de ser vividas.

    Esta posibilidad y esta capacidad existen en cada uno de nosotros. En verdad, esta condición de ser útil a los demás, de estimularlos a expandir las maravillas que yacen escondidas en el interior humano, es una de las varias dádivas que el Creador estampó en nuestro corazón, pero que a la vez veló suavemente, para que no sea percibida por los espíritus no preparados, groseros, unilateralmente materialistas. A medida que las experiencias de la vida van tallando el diamante bruto encerrado en nuestro interior, el velo va siendo desgarrado y así nuestras verdaderas capacidades afloran cada vez con más esplendor. Es el Ser Crístico, perfecto y magnífico, que emerge de las gastadas vestiduras de la personalidad exterior. Esto constituye un capítulo de oro en el Plan Cósmico. Reconocerlo, es privilegio humano.

    Una propuesta concreta: la Campaña Nacional de Humanización

    ( Objetivos principales

    a) Despertar en el ser humano – considerado individual y colectivamente – sus potencialidades latentes, teniendo como meta la transformación de la sociedad en la cual vivimos, caracterizada por la Antí-Vida, en una nueva Sociedad, centrada en la Pró-Vida(*). Esta transformación implica cambiar el sistema actual de pensamientos, sentimientos y creencias, o sea el paradigma tradicional, en un nuevo paradigma holístico, espiritualizado y humanista. Esto involucra una sustitución gradual en el corazón humano del odio por el amor, de la discordia por la armonía, del escepticismo por la fé, del miedo por el coraje, de la agresividad por la paz, de la tristeza por la alegría, de la envidia por la solidaridad, de la mezquindad por la generosidad, de la inseguridad por la confianza, del negativismo por el optimismo, de la infelicidad por la felicidad…

    b) Iniciar un proceso de vía doble: por un lado, aumentar la demanda por la satisfacción de las necesidades realmente humanas; por otro, reducir hasta eliminar, las exigencias de las necesidades artificiales superimpuestas por la estructura económico-social. Este proceso implica en establecer una diferenciación nítida entre las necesidades humanas reales (alimentación, habitación, vestimenta, salud, educación, solidaridad, afectividad, etc.) y las artificiales (sed de lucros, dominación, poder, status, etc.).

    c) Enfatizar los aspectos particulares del desarrollo espiritual propiamente dicho, a través de una difusión gradual de las enseñanzas místicas auténticas. Este punto es la base insustituible de los anteriores; en efecto, como ya fue demostrado fehacientemente en Bonilla (2), cambios genuinos en la organización humana, tangibles externamente, sólo podrán acontecer si tuvieran el apoyo firme de una vida interior de las personas, cada vez más alineada con los Principios Cósmicos y armonizada con las Energías Superiores.

    ( Justificación

    A través de variados análisis hechos en este texto, se deduce que la necesidad imperiosa de un cambio significativo en nuestro estilo de vida, no es apenas un imperativo ético y espiritual, y sí una exigencia concreta en términos de posibilidad de la sobrevivencia humana en el planeta.

    Esto significa que por la primera vez en la Historia, la sobrevivencia física del hombre, depende de un cambio radical en el centro de su corazón. Dicho de otra manera, el gran paso cualitativo en la historia de la evolución humana acontecerá cuando el hombre opere conscientemente sobre sus propios pensamientos, sentimientos, creencias y acciones, con el objetivo de construir una sociedad sana, feliz, digna, justa y fraterna (La Gran Utopía).

    Es a esto que llamamos de HUMANIZACIÓN.

    Los tres objetivos descriptos anteriormente, pueden – realmente – resumirse en una única frase: "Seamos un foco deslumbrante de luz, amor y esperanza".

    En verdad, la mayoría de las personas procura acercarse a esta idea, debido a algún vislumbre interior, pero la onda de problemas, dificultades, bloqueos e interferencias exteriores, acaba apartándolas del manantial de luz y esplendor que florece como una rosa mística maravillosa en el seno de nuestro corazón.

    Ya dijo el Maestro Jesús, el Cristo. "Orad y vigilad". Y su palabra, válida hace dos mil años, se vuelve más válida aún, en los días de hoy, pues las cosas que debemos vigilar – porque nos afectan – están creciendo a un ritmo asustador. Es claro que no tenemos la pretensión irreal de transformar el mundo, apenas desarrollando esta idea, pero ella puede ser un punto de partida importante, un núcleo de condensación, una chispa que consiga detonar un proceso gradual, el cual contactando con los corazones humanos cansados de sufrir, pueda comenzar a revertir la situación insustentable, del punto de vista ético y espiritual en que la Humanidad – tomada como conjunto – se encuentra sumergida.

    Siendo así, esta y la próxima década, deberán ser las décadas de la esperanza, porque si nada fuese hecho durante su transcurso, podrá haberse perdido la última oportunidad de mudar el signo negativo que hoy reina en el mundo. Pero en el centro de la crisis, en el momento crucial del "peligro" está escondida la joya de la "oportunidad". Y esa oportunidad fue cuidadosamente conservada durante 20 siglos. Ella fue sembrada en aquella época, protegida, nutrida y bendecida por el Amor Cósmico, de la misma forma que la semilla recién sembrada del duraznero, es cuidada por el jardinero vigilante. Tempestades, rayos, sequía y plagas han castigado después la frágil plántula, de modo que muchos visitantes acabaron pensando que todo aquel cuidado había sido inútil y que ella no podría sobrevivir. Pero el jardinero sabía que esto no era así, que todo aquello eran apenas apariencias y que en la esencia de la planta, la vida se manifestaba, esperando el momento oportuno para su eclosión.

    De la misma forma, el alma humana aprisionada en la materia – sin duda por efecto de un Plan Superior – parece marchitar irremisiblemente y caminar para su extinción. Pero los que saben, conocen la causa de esto: el hombre solo progresa a través de la experiencia y debe continuar así hasta agotarla en un área dada, por oscura que ésta sea, de la misma forma que el duraznero permanece infértil durante mucho tiempo.

    Pero llega el tiempo de la Luz: el aprendizaje cumple su ciclo y una nueva era amanece. En ella, el duraznero florece y fructifica; en ella las elevadas Energías de origen cósmico, cortan los lazos del tiempo y permiten que la "Semilla" colocada hace dos mil años en el corazón humano, también florezca y fructifique. Cuando esto acontezca será verdaderamente una realidad y no apenas un sueño, transformarnos en un "foco deslumbrante de luz, amor y esperanza".

    Es claro que nada acontece sin una causa básica y en la vida humana, el libre albedrío es fundamental. Nuestra presencia en la Tierra tiene como objetivo descubrir las grandes Verdades a través de la experiencia. Las Fuerzas Cósmicas están y siempre estuvieron a nuestro alcance, pero generalmente nos olvidamos de ellas, porque nuestro ser material, objetivo, exterior, habló mas alto. Por esto, bienvenida sea esta crisis mundial, pues ella abre una gran "oportunidad", la oportunidad de re-integrarnos, de re-ligarnos con nuestro Ser Interior, que algunos llaman de Cristo Interno o Ser Crístico. Pero para que esto ocurra, debemos ejercer el atributo privilegiado conocido como Voluntad.

    Precisamente, la Campaña Nacional de Humanización tiene como objetivo esencial, estimular nuestras conciencias para que ellas despierten del sueño en el cual se encuentran, de modo que podamos percibir con total claridad, la imperiosa necesidad de sacar de sus trincheras el sistema de creencias, pensamientos y sentimientos negativos internalizados dentro de nosotros, exponiéndolos a la luz, de modo a ser constituidos por un ramillete de rosas fragantes, de cuyas pétalas irradian la paz, la armonía y el amor.

    Cuando esto sea hecho, la Rosa mística que floreció con la sangre del Maestro durante su Crucifixión será nuestro galardón. Y ella se manifestará en nuestro interior exactamente como un "foco deslumbrante de luz, amor y esperanza".

    ( Plan de Acción

    En realidad, las posibles actividades a ser desarrolladas, son prácticamente un número infinito, de modo que en este momento nos vemos obligados a presentar solo algunas de ellas, tales como:

    a) Desarrollo del Arte "Pró-Vida"

    La construcción de una sociedad nueva, involucra tanto aspectos racionales como emocionales y espirituales. Junto con análisis profundos, lógicos y científicos, relativos al proceso de "humanización", es necesario agregar sensibilidad, emotividad, fuego interior, inspiración, armonización cósmica.

    Por lo tanto, se crea un amplio terreno para el arte, en todas sus formas. De manos dados con los filósofos sociales y los verdaderos científicos, los artistas tienen un inmenso campo abierto en la Pró-Vida, para desarrollar su creatividad. De modo que habrá gran demanda para la creación de nuevos y maravillosos cantos a la vida, para la creación de nuevas y fascinantes imágenes, para nuevas y fecundas ideas.

    Los poetas, seguramente, abrirán la marcha con poemas cargados de vida, impregnados de luz, de sol, de aroma de flores silvestres, de espuma de mar, de amor por la Naturaleza, de sexo y ternura y olvidarán para siempre aquellos cargados de dolor, sufrimientos, quejas y tristeza.

    La música popular (obviamente también es el caso de la música erudita) podrá contribuir grandemente a la Pró-Vida, pues su poder de penetración en la masa de la población es enorme, ya que su efecto es directo e inmediato. En lugar de esas letras pesadas, transpirando sufrimiento, resignación e impotencia frente a un mundo avasallador, se deberían crear canciones centradas en un homenaje a la vida, en una decisión y una voluntad de impulsar la creación de un mundo mejor y más humano, en una esperanza gloriosa de que la Humanidad se encamine por la senda de su rescate, en un sentimiento de paz y armonía con la Naturaleza y con los otros seres humanos.

    El cine es otro arte con posibilidades casi ilimitadas en relación a la difusión de la Pró-Vida. La combinación inteligente de diálogos e imágenes, proporciona un campo riquísimo en el proceso didáctico de concientización en el cual estamos empeñados.

    Naturalmente que dibujantes, novelistas, ensayistas, dramaturgos, pintores, escultores y, todo otro tipo de artistas, tienen también un papel muy importante en la difusión de las ideas Pró-Vida y de ellos se espera una contribución sustancial. De ellos se esperan palabras, gestos e imágenes que cincelen en nuestra mente la promesa de un mundo nuevo, irrigado por el amor, iluminado por la armonía, coronado por la paz, besado por la libertad, fertilizado por la generosidad y fecundado por la creatividad y la fraternidad.

    La Campaña Nacional de Humanización deberá participar, proporcionando facilidades a los artistas para que éstos puedan preparar y presentar sus trabajos. Por ejemplo:

    • Concursos de creatividad "Pró-Vida" frecuentes y distribuidos por todo el territorio nacional, englobando poetas, músicos, novelistas, ensayistas, pintores, escultores, actores, etc.

    • Ayuda económica dirigida a películas, programas de radio y televisión, etc., cuyos contenidos estén armonizados con el concepto de Humanización".

    • Creación de diarios, revistas, boletines, canales de televisión, editores de libros, productoras de películas, etc., administradas directamente, o en asociación con grupos que comportan los mismos ideales.

    b) Publicidad maciza exaltando la Pró-Vida

    Esta publicidad es de gran importancia, ya que su objetivo es sustituir gradualmente la escala de valores del hombre actual, que acaba manteniéndolo en el cautiverio de la Anti-Vida, centrado en cosas negativas tales como: sed de lucros, ansia de poder y status, agresividad, destrucción de la Naturaleza, despilfarro de recursos naturales, superficialidad y falta de conciencia, por otra escala de valores, que sirva de rescate a la Humanidad y por lo tanto, teñida de amor, armonía, paz, optimismo, confianza, seguridad y fé en el futuro.

    Esto implicará en una explosión de creatividad, para la cual se debe convocar principalmente a las reservas de toda comunidad: la juventud, así como los publicitarios y comunicadores en general. En vez de ejercitar la imaginación creando publicidad para vender una marca de jabón, auto o televisor, bien parecido a una docena de competidores; en vez de utilizar la materia gris en encontrar una forma de obligar a los consumidores a comprar artículos cada vez más caros, más superfluos y menos durables; en vez de hipnotizar al público para que continúe en la escalada de despilfarro y de evasión, a través de la adquisición de bienes que proporcionan status; o sea, en lugar de crear para la Anti-Vida, es necesaria una re-orientación de la publicidad con base en la Pró-Vida.

    Así aquella explosión de creatividad, deberá tomar cuenta de radios, diarios, canales de televisión, cines, así como de medios audio-visuales colocados en las calles, plazas, carreteras, edificios públicos, etc.

    No debe olvidarse que la propiedad de las ondas electromagnéticas es del Estado; las estaciones y canales son apenas concesionarios. Y el Estado está integrado por sus habitantes; éstos, los ciudadanos, tienen sus deberes y derechos. Dentro de ellos, sobresale el derecho a una vida digna y elevada. Debemos concientizarnos del mismo y exigir su efectivación. Y una vida digna y elevada es incompatible con el papel de títeres o marionetas que la actual Anti-Vida nos impone.

    c) Aspectos tangibles

    Si bien la Campaña Nacional de Humanización es aquí propuesta como un medio de contribuir al desarrollo espiritual de la población, no es menos cierto que el ser humano no puede ser fraccionado en partes. Ya vimos que él es una unidad integral: material, emocional, mental y espiritual. Precisamos sí desarrollar nuestra vida interior, pero también precisamos atender los aspectos exteriores, tangibles. En relación con ellos, se sugiere:

    Asuntos básicos: organizar debates, conferencias, seminarios, cursos y congresos acerca de cuáles son los principales problemas concretos que la Pró-Vida debería reformular en el seno de la sociedad. Asimismo, debería ser estimulada la creación de Grupos de Trabajo dentro de la población, autónomos y descentralizados, cuyo objetivo principal sería la Humanización, a través de la transformación del modelo Anti-Vida en un nuevo paradigma Pró-Vida.

    – Asuntos específicos. Entre otros:

    • Defensa del consumidor

    • Defensa del medio ambiente

    • Defensa del trabajo

    • Defensa de la educación y la cultura. En particular, la Campaña Nacional de Humanización deberá articular, urgentemente, la realización de investigaciones que analicen radiográficamente todo el sistema de enseñanza, desde primaria hasta post-graduación. En este análisis, el centro de la cuestión deberá ser dirigido a la orientación de la educación. En efecto, educar ¿para que? ¿Para formar científicos, técnicos y educadores alienados, que solo serán aptos para servir a la Anti-Vida, constituyéndose así en los principales mecanismos de su auto-perpetuación? o ¿graduar científicos, técnicos y educadores – o simples ciudadanos – centrados en valores Pró-Vida y por lo tanto, agentes de cambios, capaces de crear una nueva sociedad, libre, pacífica, justa y armoniosa?(*)

    d) Desarrollo espiritual propiamente dicho

    Este es el corazón de la Campaña Nacional de Humanización que podríamos denominar de educación no formal, la cual sería transmitida a través de la palabra oral (radio, televisión, cursos(**), conferencias, festivales de canto, etc.) y escrita (diarios, revistas, libros y folletos) dirigidos específicamente a adolescentes, jóvenes u adultos, hombres y mujeres. El objetivo central de este trabajo es el de concientizar a cada uno, de las magníficas potencialidades que yacen en nuestro interior, de modo que así – sintiéndonos seguros y capaces de realizar nuestros ideales – consigamos dominar el arte de vivir en paz con nosotros mismos y con los otros.

    Por lo tanto, nuestra afectividad será plenamente desarrollada y un sentimiento de solidaridad será profundamente despertado; esto nos llevará a una relación de armonía con la Naturaleza y con los otros seres humanos. En ese marco referencial es que comprenderemos que todos formamos parte de la Unidad en la verdadera dimensión de la Realidad, mientras que en la dimensión aparente nos presentamos separados individualmente.

    El propósito de la difusión de conocimientos de índole espiritual no es – naturalmente – el de erudición o del saber por el saber. Tiene sí un motivo bien práctico, que es el de capacitarnos a resolver nuestros propios problemas y poder auxiliar a los otros a enfrentar los suyos. Para que esto pueda ser realizado, es necesario apoyarse en bases claras, firmes e integrales, que engloben todas las facetas constitutivas de la personalidad humana. Y esto no será posible considerando separada y aisladamente las ciencias, las artes, las filosofías y las religiones. Es necesaria una coordinación holística y esta solo puede ser procesada a través de la Sabiduría Eterna, de naturaleza transdisciplinaria.

    Existe – con todo – un requisito para progresar en el estrecho camino de la Sabiduría Eterna: el rechazo a dogmas que nos fueron inculcados durante la infancia y la adolescencia, o aún en la vida adulta. Un desarrollo espiritual genuino nos exige aceptar la responsabilidad de dudar y aún de errar; él antes de todo implica en ejercicios continuos de libre albedrío, hasta encontrar la senda de la armonización cósmica. Aceptar dogmas sin evaluar la posible veracidad de los mismos, es retroceder espiritualmente, obstruyendo la expresión plena del Ser Crístico en nuestra vida cotidiana.

    ( Recursos

    Independiente de recursos emergentes de convenios, donaciones, aportes de instituciones internacionales, recaudaciones de espectáculos públicos, etc., una parte importante del presupuesto para financiar esta Campaña deberán provenir de tasas o impuestos específicos relacionados con aspectos característicos de la Anti-Vida, correspondientes a productos superfluos, despilfarro, producción y consumo de venenos, lujo, juego, ganancias excesivas, tierras improductivas, destrucción y devastación de la Naturaleza, contaminación, etc.

    Es importante subrayar que aquellos que quieren perpetuar la Anti-Vida arrojando sobre el ciudadano indefenso avalanchas de bienes superfluos e innecesarios (que apenas postergan por unos momentos la frustración que está a flor de piel en los hombres y mujeres de hoy), pretenden justificar este estado de cosas, diciendo que cualquier cambio importante introducido en el modelo existente, producirá el enfriamiento de la economía, con la consiguiente secuela de desempleo, hambre y sufrimiento.

    Sin embargo, el Proyecto propuesto está indicando otra cosa. Él nos dice que si apenas una parte de los recursos hoy utilizados para el despilfarro de recursos naturales no renovables, para la alienación, cautiverio y mecanización del hombre, para el lujo desenfrenado y para los vicios sociales, fuera invertido en una Campaña Nacional de Humanización, no sólo obtendremos beneficios reales – aunque algunos de ellos sean intangibles – derivados de tal humanización, sino y bien más visiblemente, la economía mejorará con la creación de millares y millares de nuevos empleos. Sólo que estos nuevos empleos, a diferencia de la mayoría de aquellos existentes en el modelo actual, no significarán apenas una forma de sobrevivencia de amplias camadas de la población, sino y sobre todo, una maravillosa oportunidad para desarrollar la riqueza creativa con que todo ser humano nace.

    Llegado este punto, podremos comenzar a transitar un camino hoy inexistente: la relación placentera entre el hombre y su trabajo. Esta relación es uno de los vértices del cuadrado básico de la estructura humana y cuyos otros tres son: satisfacción de las necesidades vitales, relación afectiva amorosa y solidaridad con el medio humano adyacente. En el centro del cuadrado, un punto irradia como un verdadero sol: es el Desarrollo Espiritual. Cuando este diseño se configure, comenzará a ser alcanzada la meta propuesta: la Humanización.

    Economía y política

    Economía

    La economía mundial está regida por el modelo norteamericano, el cual ha sido exportado a las regiones más lejanas y subdesarrolladas del planeta. Ahora bien, ¿cuál es la eficiencia de ese modelo? En verdad es bastante baja, pues son utilizados más de 40% de los recursos naturales del mundo para sustentar apenas 5% de la población total, sin que esto haya traído ninguna mejoría perceptible en términos de paz, felicidad, bienestar o desarrollo cultural. Se trata de una sociedad totalmente direccionada para el trabajo, las ganancias y el consumo de bienes materiales, estéticamente bonitos, pero de dudosa calidad y seguramente de baja durabilidad.

    Hasta en los bienes más necesarios – alimentos – los adornos, coloridos y sabores artificiales son más importantes que lo esencial: el contenido nutritivo. Y si el modelo es ruin en su lugar de origen ¿qué esperar de él en el mundo subdesarrollado, donde problemas muy serios nos aplastan?

    La idea de que el crecimiento económico pueda ser en ciertas circunstancias, prejudicial o hasta patológico, no parece pasar ni por casualidad por las sisudas mentes de los economistas contemporáneos – salvo excepciones – sean de tendencia capitalista o socialista (autoritaria). Pero el hecho real es que para que el crecimiento económico sea bienhechor para la sociedad, necesita ser calificado. Esta calificación tiene que ver con la relación o mejor dicho con la dependencia que la economía tiene del medio ambiente, de los recursos naturales.

    Esto significa claramente que en un mundo materialmente finito, el crecimiento infinito de la producción y del consumo es completamente imposible. Un hecho tan evidente, comprensible para las personas a cualquier nivel de educación formal, es ignorado o despreciado por los tecnócratas y burócratas que aún sueñan en una solución para los problemas humanos, a través exclusivamente de "las tecnologías de punta".

    Si somos completamente honestos, deberemos reconocer que nuestros conocimientos científicos, aunque considerables, son bastante pequeños en relación a lo que ignoramos, por lo que no debemos dar grandes y peligrosos pasos y sí avanzar con cierta parsimonia, experimentando poco a poco, pues una de las cosas más problemáticas que actualmente ocurren es la aplicación en escala amplia de conocimientos parciales y a veces realmente incipientes. El ejemplo del uso de la energía nuclear y de los tremendos problemas que la misma ocasiona a varios niveles, es bien claro y actual.

    Por otro lado, ya fue discutido ampliamente en capítulos anteriores, el hecho de que no es por falta de conocimientos científicos y tecnológicos que estamos en esta situación tan difícil. El problema es otro: la visión del mundo, el sistema de sentimientos, pensamientos y creencias que la sociedad humana aún profesa, está obsoleto. Su paradigma es anticuado, precisamos cambiarlo por uno más de acuerdo con la Era de Acuario, con el Tercer Milenio; precisamos zambullir en un paradigma nuevo. De ahí el papel fundamental de la comprensión holística, específicamente desarrollada en el Capítulo 1 de este texto.

    Volvamos al dogma del crecimiento permanente, aceptado por economistas y políticos como la panacea que asegurará que la riqueza material llegue a los más necesitados. Con todo, Henderson (23), nuestra por medio de diversas pruebas que ese modelo, por el cual la riqueza "escurre" para los pobres es totalmente irreal. Así tasas altas de crecimiento económico no sólo contribuyen muy poco a amenizar los problemas sociales y humanos más urgentes sino que también, en muchos casos, son acompañados con un desempleo creciente y con un empeoramiento general de las condiciones de vida, tales como éxodo rural, hinchazón de las ciudades y aumento real de los productos básicos.

    Un ejemplo cristalino de esto es el Brasil (donde vivimos 35 años).donde durante la década del 70 pasó por el llamado "milagro brasileño" (con tasa de crecimiento anual del orden de 10%). La consecuencia de esto fue inflación galopante (los precios aumentaron en media 10.000 veces en siete u ocho años), desempleo y subnutrición. O sea: los ricos quedaron más ricos y los pobres más pobres (también algunos que estaban en el medio se beneficiaron, es claro).

    De cualquier manera, para cada país y cada situación, esto es fácil de determinar; apenas es necesario – a partir de los indicadores publicados en las estadísticas oficiales – calcular la distribución de las rentas según las clases sociales. La norma es el agravamiento en el reparto de la "torta": cada ve más tienen que conformarse con menos y cada vez, un número pequeño – más o menos constante – aumenta más su pedazo. A nivel internacional ocurre lo mismo: los países del Norte agrandan su participación; lo que significa que los del Sur – nosotros – vemos reducir nuestra parte. Aunque no fuera más que por esto, precisamos mudar de modelo.

    El nuevo modelo, o mejor dicho paradigma – holístico – implica en algunos aspectos esenciales, fundamentalmente el siguiente:

    La relación esencial entre desarrollo económico, visión ecológica y comprensión holística es fundamental, pues debemos anclar nuestro sistema productivo en una dependencia clara de los recursos naturales disponibles, así como en atender las necesidades reales de la comunidad ahora, pero también en el futuro.

    Es extraordinariamente interesante revelar aquí un pasaje de "El Capital" de Marx, por encima del cual han sobrevolado sin tocarlo, millones de estudiosos de marxismo: "Todo progreso en la agricultura capitalista es progreso en el arte de robar, no sólo del trabajador, sino también del suelo" (lo mismo ocurre con la industria). O sea: la plusvalía no es retirada apenas del trabajador y sí de la sociedad entera, a través del uso y abuso de los recursos naturales (así como de la utilización de infraestructuras comunitarias, del capital educacional, etc.).

    El no adoptar una visión holística de los problemas y por el contrario, seguir una orientación claramente reduccionista, centrada apenas en un rígido economicismo es – probablemente – el motivo más fuerte que ha llevado a las sociedades del Este de Europa a mudar de rumbo. Un hecho muy significativo es que sus gobiernos – dejando de lado los anhelos y los sentimientos de naturaleza genuinamente socialista, por lo tanto impregnados de vida y de respeto por las personas y por la Naturaleza – siguieron el paradigma prevaleciente de "crecimiento por el crecimiento" sometiendo a su medio ambiente a impactos realmente negativos.

    En verdad, éstos no fueron tan negativos como en Occidente, simplemente porque el consumo fue menor. El gran drama es que ahora – electrizados por la economía de mercado – pueden pasar a una fase más funesta aún que la de los países capitalistas. (Y esto sin hablar de la China y de la India).

    Por otro lado, será necesario discriminar muy bien lo que producir. Por lo menos 90% de la producción deberá corresponder a necesidades reales de la población. Esta orientación, independiente de atenuar los impactos ambientales negativos, conducirá a un nuevo modelo de vida, donde la auto-realización sea bien más significativa que la posesión de cosas. O sea que el Ser esté en una dimensión superior al Tener. Este re-dimensionamiento de la producción, podrá ser hecho de acuerdo con un Plan Maestro (en el caso de la agricultura, ver el ítem correspondiente en este mismo capítulo).

    Según Henderson (23) todas las principales causas de la inflación (y de los restantes males de la economía) envuelven variables que fueron excluidas de los modelos econométricos usuales. Ellas son:

    a) La riqueza no surge del aire; ella tiene como origen los recursos naturales y el trabajo humano. Cuanto más se presiona la base de recursos, ellos deben ser extraídos o explotados más lejos o en condiciones más difíciles, lo que hace aumentar su precio. Por otra parte, economías de capital intensivo privilegian el uso de recursos naturales, dejando el recurso humano para una segunda posición. Es esta orientación la que presiona violentamente los recursos naturales (por ejemplo un periódico dominical saturado de publicidad, a través de la cual se aumenta la demanda por recursos naturales, destruye directamente un número elevado de hectáreas de bosques, necesario para la fabricación del papel, contaminando las corrientes de agua con los residuos químicos de la celulosa, etc).

    b) La ideología dogmática de la "maximización de lucros" lleva a socializar los costos sociales y ambientales. Así la empresa moderna se caracteriza por un rasgo perverso: individualiza los lucros y colectiviza los perjuicios. De este modo, al decir de Henderson "ellas excluyen esos costos de sus balances y los transfieren para la sociedad, para el medio ambiente y para las generaciones futuras". Así por ejemplo, quien paga los maleficios causados por problemas de salud (cuentas de hospital, médicos, remedios, funerarias) originados por la contaminación industrial, es la comunidad. Quién pagará por la destrucción y devastación de tierras serán las generaciones futuras.

    c) El costo general de mantener la tecnología funcionando, cada vez más compleja y sofisticada aumenta rápidamente. Aquí no se consideran apenas los accidentes y colapsos en el sistema productivo, cada vez más frecuentes y sí toda la problemática relacionada con el defasaje creciente entre hombre y máquina. Este defasaje incluye aquellos que no se adaptaron al sistema: ineptos, viciados, criminales, pero también aquellos que se "adaptaron" pero resisten al mismo, a través de actitudes de oposición, más o menos solapada: enfrentamientos, conflictos, actividades diversionistas, falta de responsabilidad y hasta sabotaje. En verdad, lo normal es que se gaste más tiempo en mantener y regular el sistema en un nivel razonable, de que producir bienes y servicios de algún valor.

    Según Henderson (23), la única solución real sería: "mudar el propio sistema, reestructurar nuestra economía descentralizándola, desarrollando para esto tecnologías "blandas" y operándola con una mezcla más parsimoniosa de capital, energía y recursos naturales y una mezcla más rica de trabajo y recursos humanos. Una economía como esta, capaz de conservar los recursos naturales y de proporcionar empleos para todos, sería también una economía no-inflacionaria y ecológicamente equilibrada".

    En realidad, la comunidad humana es un sistema vivo, un ecosistema. En un ecosistema existe un tamaño ideal para cada estructura, cada organización, y en el caso de un ecosistema humano, lo habrá para cada concepto, cada valor. De modo que si maximizamos una única variable o valor, por ejemplo "lucratividad", eso podrá tener algún sentido durante cierto tiempo, pero a partir de un momento dado, la expansión de esta variable comienza a perjudicar a las otras, rompiendo el equilibrio interno. De esta forma el principio holístico auto-afirmativo prevalece sobre el integrativo, haciendo el ecosistema más rígido y así más susceptible a influencias negativas. Es como si él perdiese su inmunidad natural, pudiendo ser fácilmente victimado por las enfermedades más diversas.

    Ese es el estado exacto de nuestra sociedad en este momento: profundamente enferma, pues no sabe aprovechar sus inmensos recursos y conocimientos para hacer el hombre más feliz.

    Es necesario que despertemos para esta dura realidad. Sobre todo, porque es la única forma que nos permitirá operar sobre ella, tal vez en forma quirúrgica, para restaurarle su "plenitud" y su "armonía", a través de lo cual podremos alcanzar la "auto-realización".

    El uso de tecnologías socialmente apropiadas es una llave básica para el nuevo enfoque holístico de la Economía. Schumacher (21) habla de un concepto similar, que él llama de "tecnología intermedia". Remitimos a los interesados a la lectura de este autor.

    Con todo, el enfoque holístico de la Economía incluye algo más, especialmente una capacidad para comprender e interrelacionar elementos tales como una concientización ecológica profunda, una sensibilidad ética a flor de piel y un desarrollo espiritual de elevado nivel. Es a través de la integración de esta red de sentimientos, de ideas, de intuiciones, que la visión holística podrá ser percibida y vivenciada efectivamente, para posteriormente ser aplicada a las diversas áreas, entre ellas Economía. Esto significa que, en verdad, no existe un enfoque holístico específico para esta área y sí un enfoque general holístico, un verdadero paradigma, el cual aplicado a un cierto sector del conocimiento, conducirá a ciertos conceptos particulares.

    El concepto básico en este caso, tal vez sea considerar que siendo la sociedad un ecosistema, el "apoyo mutuo" como manifestación más efectiva del principio integrativo deberá ser el valor fundamental a desarrollar. Así una solidaridad genuina dentro de la comunidad humana deberá ser estimulada a crecer y desarrollarse en forma exuberante (Recordar que por ser la solidaridad un atributo intangible, ella es de naturaleza infinita; no tiene pues las limitaciones que cercan actividades tangibles, como la producción de bienes y servicios).

    ¿Cómo desarrollar esta solidaridad humana, a partir de un abordaje económico? En verdad, no se trata de ninguna novedad: esta solidaridad ya es ejercitada por las personas, sobre todo de las clases más pobres, sólo que de una forma espaciada y un poco excepcional. Ella se manifiesta, por ejemplo, en lo que los brasileños llaman de "mutirão", donde varias personas trabajan juntas para alguna obra de interés comunitario o aún de interés individual, como es el caso de la construcción de una planchada. El trabajo es hecho de forma espontánea, gratuita (a no ser algún alimento necesario para resistir la larga y sobre todo esforzada tarea). El hecho es que las personas, sin ningún pagamento, cumplen una actividad agotadora y desgastante, trabajando más de ocho horas e inclusive perdiendo el descanso semanal, ya que es cumplida en domingos (o feriados).

    Quiere decir que en el centro, en el corazón del ser humano, palpita esa posibilidad, capaz de transformarse en auténtica realidad solidaria, si las condiciones ambientales lo permitiesen.

    La idea es la creación de lo que podemos llamar de cooperativas holísticas. Esta creación encierra dos aspectos básicos, uno que tiene que ver con aspectos económicos; el otro con la forma de ver el mundo y las cosas.

    Analicemos primero el último concepto. Se trataría de la formación de Grupos de Trabajo, integrados por individuos que cansados de una vida gris, monótona y dirigida por otros, han decidido mudarla de alguna manera positiva, de algún modo que les pueda dar una esperanza de felicidad, de una forma que puedan alcanzar, aunque sea parcialmente, las gracias de la plenitud, la armonía y la auto-realización.

    Para transitar por este camino fecundo, estos Grupos tendrán que discutir con cierta profundidad, cosas tales como los objetivos de sus vidas, cual es la visión que tienen del mundo, cuales son los recursos disponibles para alcanzar aquellas metas y como ellos podrán ser utilizados, etc. O sea, precisarán leer, reunirse, informarse y discutir sobre asuntos tan trascendentes, lo que implica tiempo. Esto involucra un proceso de autogestión.

    ¿Cómo usamos nuestro tiempo? ¿Por qué en vez de desperdiciarlo en actividades superfluas, empobrecedoras y fútiles, no dedicar un bien porcentaje del tiempo libre a organizar un Grupo de Trabajo con el objetivo de crear una Cooperativa Holística? Los diversos capítulos de este texto y de uno anterior (Bonilla, 2), proporcionan diferentes líneas de análisis – aunque ellas son en conjunto, de naturaleza convergente – tendientes a dar un apoyo básico a los participantes. Es claro que existen otros libros y materiales capaces de dar una ayuda sustancial (muchos de los cuales son citados en las bibliografías expuestas al final de cada capítulo) y por lo tanto también podrán ser usados, así como otros, que están sintonizados con las ideas presentadas.

    Este cambio de percepción implicaría en por lo menos tres aspectos esenciales:

    a) Modificación de actitudes personales (especialmente en lo relativo a crecimiento interior, a comprensión holística, a solidaridad humana y a desarrollo espiritual).

    b) Concentración de esfuerzos en relación a la elaboración y ejecución de esquemas productivos en base a bienes y servicios que satisfagan necesidades reales de la comunidad, especialmente alimentos básicos, ropas sencillas, productos culturales (tales como libros), remedios naturales, etc.

    c) Creación de fuentes de trabajo a partir de recursos propios.

    Este último aspecto ya tiene clara referencia con el factor económico, que es el que vamos a comentar brevemente ahora. La Cooperativa Holística implicaría en que cada participante integraría una cierta cantidad de dinero, así como de recursos físicos y mentales durante un tiempo determinado. Estos elementos podrán – perfectamente – ser variables. Así un desempleado podrá ofrecer ocho o más horas de trabajo por día, ya una persona empleada podrá dar apenas dos horas por día de su tiempo o quien sabe podrá trabajar a fin de semana. Es claro que las disponibilidades de tiempo de cada uno, tendrán que ser integradas de una manera útil, lo que deberá influir en la elección del tipo específico de actividad a escoger, la cual será también dependiente de los recursos económicos disponibles, así como de las habilidades de cada miembro.

    Dependiendo del caso, sobre todo en las clases económicas más bajas, es probable que sea necesario hacer primero una acumulación de capital durante un período más o menos largo, si fuera el caso de ser necesario comprar algún equipamiento relativamente caro. Cada Cooperativa deberá resolver antes de todo una cuestión vital: ¿Cómo distribuir los beneficios de la asociación, siendo que cada uno participa con tiempos y recursos diferentes? No nos parece adecuado proponer una norma general; es el propio Grupo que deberá resolver y en esta tomada de decisión – como en las otras – estará gestándose toda una nueva experiencia, sobre todo para personas que durante toda su vida han sido obligadas apenas a obedecer. Ahora ellas estarán pensando, decidiendo y actuando. Muchos errores serán cometidos, pero es de ellos que todos aprendemos. Así en unas Cooperativas los beneficios serán dados en función del tiempo de trabajo de cada miembro, en otras se enfatizará más la contribución económica de cada uno y en otras, se hará una combinación específica de los dos factores. No nos debemos preocupar mucho con esto.

    Lo realmente importante es que la propia comunidad invierta en su propio bienestar, por ejemplo produciendo frutas y verduras para su consumo; bloques o ladrillos para sus construcciones o aún productos para vender exteriormente, tal como sería el caso de una pequeña gráfica.

    El plan de contribución es un asunto fundamental, que deberá ser discutido ampliamente y él tendrá que ser compatible con la naturaleza y magnitud de la actividad que está siendo planeada. Una cooperativa podrá considerar que lo correcto es que cada miembro haga una contribución del mismo valor; ya otra preferirá que el más pudiente contribuya con más, como una especie de diezmo, u otras combinaciones. El Grupo será soberano en este asunto. Véase que al tomar ésta y otras decisiones importantes, el proceso de concientización y desarrollo humano comenzará a funcionar.

    Alguien puede objetar que las personas pobres no tienen con que participar. Como ya dijimos, ellas pueden participar con tiempo y en muchos casos con algún dinero que irá a ser ahorrado cuando se abandonen ciertos hábitos negativos como el tabaco, la caña y algunos productos que también ellos son obligados a comprar para no parecer como absolutamente miserables, como es el caso actual de los celulares. Y ahora podrán enfrentar la presión social, porque seguramente por primera vez en su existencia, estarán comenzando a crear su propio proyecto de vida, así como el de sus familias.

    Por otra parte, las Cooperativas Holísticas no están restrictas a pobres; ellas están abiertas para todos. En el caso particular que alguien no pueda contribuir con ningún recurso económico, dado su grado de pobreza, caberá al Grupo examinar – con base en las características del individuo – si él justifica, por otros motivos, su entrada en el mismo.

    Tenemos plena confianza en que si las personas llegan a la conclusión de que la creación de estas Cooperativas es una esperanza de vida más venturosa para ellas, harán todo lo posible para que, simplemente aplicando la sabiduría popular, las hagan funcionar con plenitud.

    Esta propuesta no es nueva, corresponde a la autogestión, desarrollada con total eficiencia por la población en épocas de conflictos sociales graves. Por ejemplo: Unión Soviética (1917-1921) o España (1936-1939). Ambas fueron desarticuladas, no por incompetencia organizacional y sí por el poder de las armas.

    Política

    Dice un viejo aforismo que no hay nada nuevo bajo el Sol. Por lo tanto, no traemos ninguna innovación al repetir la vieja frase: "Un pueblo unido, jamás será vencido". Sólo que ella no explica que tipo de unión es esa. ¿Acaso se trata de unirse y luchar por unas migajas más, para evitar que el ya reducido salario se deteriore nuevamente, mientras aceptamos como conejillos de Indias que se destruya el medio ambiente con sus recursos naturales; que se nos vendan productos de bonita fachada pero de contenido y/o durabilidad pésimos; que se nos anestesie con publicidad científicamente programada; que se degrade la cultura con novelones de bajo nivel y que se nos venda la falsa imagen de un crecimiento infinito con los escaparates llenos de mercaderías superfluas, etc, etc?

    La unión que nos interesa es otra; es una unión que surge del centro, del corazón del ser humano. Una unión que nos identifica como hermanos, hijos del mismo Padre. Es la unión de la solidaridad como seres integrales, dotados de cuerpo físico sí, pero también de afectividad, de generosidad y de sentimientos espirituales. Entonces, cuando un pueblo se une realmente, o sea por sus raíces y no apenas por sus ramas, es que toma sentido verdadero aquella estrofa del himno tan querido: "¡Tiranos temblad!"

    Invitamos, pues, a todos los luchadores sociales a que reflexionen profundamente sobre estos asuntos y que imbuídos de un espíritu de auténtico humanismo, de una visión holística del mundo, así como una percepción profunda del futuro, amplíen sus plataformas ideológicas, incluyendo en ellas, los problemas globales de la comunidad, como si esta fuera una Unidad, un verdadero ser vivo. Esta será la única manera en que podremos pasar de la Anti-Vida para la Pró-Vida, y así manifestar como Realidad, la Gran Utopía.

    El tema Política es inmenso. Aquí solo mencionaremos dos asuntos:

    El salto cualitativo de la clase trabajadora

    Cuando un problema no puede ser resuelto después de haber sido hecho grandes esfuerzos en ese sentido, utilizándose enfoques diferentes y gran gasto de energía, tenemos que admitir que él está en un contexto inapropiado. Por lo tanto, lo más correcto será esbozar y definir un nuevo contexto y en él tentar una nueva solución.

    Un asunto que se encuadra perfectamente en esta problemática es la explotación del capitalismo sobre los trabajadores, así como la reacción de los mismos a aquel acontecimiento. Ellos reclaman – y con justicia – por lo menos una mayor tajada de los lucros, o hablando en términos marxistas, de la plus-valia. El caso es que lo "justo" es necesario, pero tal vez no sea lo suficiente.

    De la misma manera que el capitalista quiere aprovechar al máximo su posibilidad de extraer ventajas de los trabajadores, estos desean vender lo más alto posible sus habilidades. En esta lucha, a veces violenta, a veces sangrienta, los trabajadores arriesgan su sobrevivencia, mientras que los empresarios arriesgan una parcela, más o menos importante, de sus ganancias. La mayoría de las veces en que este combate se entabla, el poder económico vence, no tanto por su fuerza – que es mucha – y sí por la propia incomprensión y visión corta del proletariado.

    Hablamos de visión corta, porque apenas se preocupan en tentar mejorar el nivel de vida y dentro de esta percepción, sólo el nivel de vida del sector o grupo específico; hablamos de incomprensión porque no perciben que para vencer en su lucha, necesitan el apoyo real (y no apenas formal) de los otros trabajadores y especialmente de la comunidad toda.

    En efecto: ¿cuál es el interés y la preocupación que esos trabajadores demuestran en relación a los consumidores que utilizan los productos o servicios por ellos producidos? ¿Se preocupan o se interesan acaso por la calidad de los materiales utilizados? ¿Y qué decir de la durabilidad de los bienes de consumo que son fabricados con sus propias manos? ¿O son conniventes con los empresarios y por lo tanto, interesados en que se cobre el precio más alto posible, que el producto dure lo menos que pueda, así la demanda crece y que se coloque encima de él toda una montaña de publicidad, no importa si honesta o deshonesta, de modo que sobren más migajas para ellos?

    Y en el caso de las industrias contaminantes – que son la mayoría – ¿cuál es la preocupación que esos trabajadores demuestran acerca de los efectos negativos y destructivos que tales prácticas causan sobre el medio ambiente, tanto en términos de contaminación con sustancias venenosas como con despilfarro y devastación de los recursos naturales? ¿Acaso ellos se interesan por los residuos tóxicos que emanan de sus propias cañerías y chimeneas, llenando el aire y el agua con productos venenosos que acaban afectando a ellos mismos y a la comunidad que los rodea?

    Sabemos muy bien que estas palabras son muy duras y que quizás hasta ahora nadie las dijo. Pero cada uno tiene que asumir sus responsabilidades. Ya es pasada la hora en que la clase trabajadora tiene que dejar de repetir consignas, que válidas en tiempos pretéritos, se han ido quedando huecas y no han sido renovadas por líderes sociales que fueron anquilosándose al pasar de los años. Esta práctica nefasta – entre otras – acabó de derribar una antigua estructura burocrática en los países del Este de Europa, de la noche a la mañana, como si se tratase apenas de un castillo de naipes.

    Estamos en el amanecer del Tercer Milenio y los trabajadores tienen que comenzar a identificar las características de la nueva época. Por lo tanto, si siguen teóricamente unidos con la comunidad, pero separados en la práctica, no interesándose por las necesidades de aquella, serán – otra vez – una y mil veces masacrados por falta de apoyo solidario real.

    Véase bien que la orientación general empresarial es tomar todo de la comunidad (infraestructura de carreteras, puertos, aeropuertos, centrales de energía eléctrica y teléfonos, sistema de abastecimiento de agua, sistema educacional, etc.) y extraer de esto el máximo rendimiento, aunque el producto final sea ruin, caro y hasta peligroso para la salud (es claro que colocado en un envase muy bonito y publicitado por alguna figura atractiva).

    ¿Y cómo se posicionan frente a esto los trabajadores? Como grupo sindical, generalmente no toman el mínimo conocimiento, pues la gran disputa está centrada en cómo cortar la torta. ¿Cuánto para los capitalistas, cuanto para los trabajadores? El caso es que ni unos ni otros tienen en cuenta que la torta no se hace apenas con agua y harina. Se precisa azúcar, huevos y fermento. O sea: también la comunidad tomada como conjunto y los consumidores específicos son ingredientes fundamentales. La primera exige responsabilidad social de las empresas (y de los trabajadores); los segundos, esperan productos realmente necesarios, de precio razonable y de buena calidad.

    En la medida en que los trabajadores no perciban esta nueva realidad – que cada vez se hará más fuerte y evidente – y por lo tanto no hagan alianza con por lo menos estos dos importantísimos componentes del ecosistema social, no podrán superar la gran dificultad que encuentran. Porque esta dificultad no es apenas de ellos y sí de casi todos.

    Esta percepción es lo que llamamos de cambiar de contexto. Y este cambio de contexto, implica en un salto cualitativo gremial, de modo que en vez de repetir la consigna debilitada por el tiempo: "Proletarios uníos", sea pronunciada otra, más sonora, más profunda, más completa, una consigna verdaderamente holística: "Seres humanos, uníos contra todo tipo de opresión, represión y explotación; uníos contra la Anti-Vida, comencemos a crear la Pró-Vida".

    De este modo, cuando trabajadores de empresas o sectores específicos tengan conflictos importantes con sus patrones, podrán pedir la solidaridad de los consumidores y de la comunidad tomada como conjunto. Esta les será dada – entre otras formas – a través del boicot del consumidor a la compra de marcas específicas. Es así que el capital encontrará ante sí, no apenas un puñado de trabajadores aguerridos (y desesperados) y sí la comunidad organizada, conciente de sus deberes, pero también de sus derechos.

    Pero esta alianza de acero entre los trabajadores, los consumidores y la comunidad tomada como conjunto, solo podrá ser realizada cuando aquellos se concienticen que no constituyen un componente aislado de la sociedad y sí una parte fundamental del ecosistema social. Y la salud global de este ecosistema global es bien más importante que la de cualquiera de sus partes.

    Esto nos lleva – necesariamente – a que los trabajadores precisan comenzar a discutir lo que producir. Esto – naturalmente – implica un proceso de negociación en el cual toda la comunidad se debe involucrar, determinando las prioridades productivas correspondientes.

    Cuando la clase trabajadora alcance este punto, se habrá comenzado a desarrollar un tipo auténtico de socialismo, que a falta de mejor nombre, designaremos como socialismo holístico

    Obviamente, lo escrito aquí es apenas una abordaje preliminar sobre el asunto; nuevos análisis, desarrollos más completos, contribuciones inter y transdisciplinarias, serán necesarias. Esperemos que esta pequeña semilla pueda alentar el crecimiento de un magnifico árbol, capaz de florecer y fructificar con profusión, elevando los sentimientos, los pensamientos y las actitudes de los trabajadores, de los consumidores y de la comunidad toda, en beneficio de su propia "plenitud", su propia "armonía" y su propia "auto-realización". O sea, en última instancia que nos conduzca a la Gran Utopía transformada en Realidad (ver Bonilla, 2).

    Política, Gobierno y Comunidad

    Un aspecto político clave es la relación entre el Gobierno y la Comunidad respectiva. Lo mejor que hemos conseguido a lo largo de siglos de enfrentamiento a la prepotencia de los más fuertes, es la Democracia Representativa, cuyos orígenes remontan a la Revolución Francesa (1789).

    Este avance político significó un duro golpe para las castas privilegiadas a lo largo de los siglos se encarnaron en el poder: la nobleza y la aristocracia, lo que fue extraordinariamente importante.

    Sin embargo, debido a que la Revolución Integral de las Conciencias aún no fue efectivada, esa Democracia Representativa se ha transformado de gran esperanza en desilusión en prácticamente todos los países, especialmente en el Tercer Mundo.

    Dos procesos actuaron debilitando y en uno de ellos, inviabilizando, tal tipo de representatividad.

    La inviabilidad ocurrió a través de la irrupción de dictaduras generalmente sangrientas que cancelaron todos los derechos democráticos. En Europa, los ejemplos son bien conocidos: Unión Soviética (Stalin), Alemania (Hitler), Italia (Mussolini), España (Franco). Ya en América Latina los "años de plomo" duraron unos 15 años (década del 70 y mitad de la del 80), especialmente en el Cono Sur (con mucha violencia en Argentina, Uruguay y Chile, y en menor grado en el Brasil).

    En el caso particular de América Latina, cuyas dictaduras más conspicuas acabaron hace 20 años, hubo (y hay) durante éstos, nuevos acontecimientos negativos. Embalados por la democracia representativa, numerosos gobiernos latinoamericanos, a pesar de ser legítimamente elegidos, entraron por un camino tenebroso, que acaba haciendo de la democracia representativa una verdadera farsa.

    Así negociados, corrupción, nepotismo y verdaderos pillajes, han acontecido en aquel período. En el caso de Brasil tenemos muchos ejemplos: el "impeachment" del Presidente Collor por el Congreso Nacional, ex-intendentes y ex-gobernadores con gruesas sumas en el exterior, etc. Recientemente, nuevos problemas surgieron durante el gobierno de Lula: "mensalones" (una especie de sobresueldo mensual a ciertos legisladores, pagados por personas desconocidas), "sanguijuelas" (nombre dado por la población a políticos que superfacturaban ambulancias destinadas a municipios carentes, de modo a quedarse con la diferencia), etc.

    Estos hechos, una vez comprobados acabaron provocando la caída del Ministro José Dirceu (mano derecha del Presidente Lula) y del Sr. Severino Cavalcanti, Presidente de la Cámara de Diputados. Posteriormente, le tocó el turno al todopoderoso Ministro de Economía, Antonio Palocci.

    En otros países, la cosa fue parecida, con destaque para el Perú, con el Presidente Fujimori y antes de él Alan García, recientemente electo nuevamente por el sistema de la democracia representativa. En Venezuela, el Presidente Pérez; en la Argentina, Menem, que fue Presidente durante 10 años, etc.

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