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La revolucion permanente en Rusia y China (página 5)




Enviado por Rafael Herrera Robles



Partes: 1, 2, 3, 4, 5

Mariátegui hace la distinción entre Indoamérica donde las elites gobernantes indígenas y sus descendientes fueron exterminadas por los conquistadores, y "oriente", donde existen clases dominantes y elites nativas con la misma cultura de sus pueblos, que en ciertas coyunturas acaudillan movimientos contra el "occidente" capitalista, combinándose elementos progresivos y retrógrados como el caso de la India liderado por Mahatma Gandhi que, repudiando la ciencia y la técnica, pretendía liberar a su pueblo del dominio imperialista británico mediante la "resistencia pasiva". Cuando intelectuales, entre ellos Henri Barbusse, decían que Lenin en su lugar (de Gandhi) hubiese hecho lo mismo, Mariátegui123, que admiraba a Gandhi y estimaba a Barbusse, comenta que es imposible liberar a un pueblo con ayunos y oraciones. "Los revolucionarios de todas las latitudes, tienen que elegir entre sufrir la violencia o usarla. Si no se quiere que el espíritu y la inteligencia estén a órdenes de la fuerza, hay que resolverse a poner la fuerza a órdenes de la inteligencia y del espíritu".

En otros casos el nacionalismo (en "oriente") apelaba a las tradiciones más arcaicas y reaccionarias.

En China, la dirección del Kuomintang desde la época de su fundador Sun Yat sen se proclamaba revolucionaria y formalmente era aliada del gobierno ruso de los bolcheviques que lo apoyaba con armas e instructores militares para luchar contra los sectores feudales y los imperialismos. A la muerte de Sun Yat sen (1925) las contradicciones en su seno se agudizaron, haciéndose del liderazgo los sectores más reaccionarios con Chiang kai Shek que en 1927 asesinó a miles de revolucionarios.

Sobre el proceso mejicano, Mariátegui también piensa que se inscribe en un proceso socialista. En 1926 (cuando Méjico era gobernado por Plutarco Elías Calles), llegó a escribir: "Las formas políticas y sociales vigentes en Méjico no representan una estación del liberalismo sino del socialismo124". (La revolución mejicana se inicia en 1910 con la participación activa de los campesinos y entra en declive a partir de 1917. Su principal reivindicación fue la tierra. Sus principales caudillos durante el auge: Villa y Zapata)

Ni la revolución china ni la revolución mejicana, liderados por movimientos burgueses o pequeño burgueses se proyectan al socialismo. Mariátegui extrae la conclusión de que una revolución para triunfar necesita una organización con claros principios socialistas. Los movimientos "nacionalistas" burgueses y pequeño burgueses, atrapados entre el movimiento popular y el imperialismo a la final optan por el imperialismo.

Sobre la revolución china (1925-1927) Mariátegui escribió: "La traición de la burguesía China, la quiebra del Kuomintang, no eran todavía conocidas en toda su magnitud. Un conocimiento capitalista y no por razones de justicia social y doctrinaria, demostró cuan poco se podía confiar, aún en países como China, en el sentimiento nacionalista revolucionario de la burguesía125".

Sobre Méjico, Mariátegui escribió en marzo de 1930: "Méjico hizo concebir a apologistas apresurados y excesivos la esperanza tácita de que su revolución proporcionaría a la América Latina, el patrón y el método de una revolución socialista, regida por factores esencialmente latinoamericanos, con el máximo ahorro de teorización europeizante. Los hechos se han encargado de dar al traste con esta esperanza tropical y mesiánica. Y ningún crítico circunspecto se arriesgaría hoy a suscribir la hipótesis de que los caudillos y planes de la Revolución Mejicana conduzcan al pueblo azteca al socialismo126".

Luego de las experiencias de China y Méjico, Mariátegui reivindica a la clase obrera como clase dirigente del proceso revolucionario y al mismo tiempo acentúa su crítica a movimientos "pequeño burgueses", que a la postre ahondan sus divergencias con Haya de la Torre.

En su reivindicación de la clase obrera como encarnación del socialismo, Mariátegui crítica al "socialismo humanitario" de intelectuales que no comprenden el marxismo y hablan de "parias", "pobres", "desheredados", es decir, de masas amorfas, sin comprender el papel de la clase obrera, como el caso del "gran" Henri Barbusse. En una exageración, Mariátegui llega a criticar el himno a la internacional porque comienza aludiendo a los "pobres" del mundo antes que a la clase obrera127. Es evidente que a partir de 1927 se produce una "ruptura" en el pensamiento político de Mariátegui (Conforme lo exponemos en "Mariátegui o la revolución permanente")

Queda para el análisis hasta qué punto la dirección "pequeño burguesa" de la revolución cubana (1959) fue empujada o presionada por el movimiento popular -en un contexto internacional favorable-, a no dejarse doblegar por las presiones del imperialismo. Pero hechos como éstos constituyen la excepción. La guerra de los sandinistas en Nicaragua contra el dictador Somoza no siguió la misma dirección.

No puede compararse la propuesta de Mariátegui del tránsito de las comunidades indígenas al socialismo con la propuesta de Mao Tse Tung, porque en China no existía ese tipo de organización comunal. Durante la edificación socialista, particularmente en el periodo denominado del Gran Salto (entre los años 1958 a 1962) a iniciativa de Mao Tse Tung se crearon Comunas Populares intentando autoabastecerse, fracasando por falta de tecnología y porque en el agro, las limitaciones del suelo no se prestan para una producción variada.

En las culturas agrarias andinas que culminaron en el Tawantinsuyo se crearon unidades productivas que se autoabastecieron, sobre todo en los andes, gracias a la biodiversidad que, en espacios geográficos reducidos, pueden abarcar desde las profundidad de los valles en el lecho de los ríos hasta las cumbres que bordean los cielos a más de cuatro mil metros de altura. Las herramientas rudimentarias –si lo comparamos con las de ahora- fueron suplidas con un trabajo racional gracias a su organización social, logrando solucionar el problema del hambre. La conquista cortó ese proceso. Actualmente la biodiversidad andina adecuada a la explotación capitalista condena a la pobreza a las mayorías.

TRES CONCEPCIONES SOBRE LA REVOLUCIÓN INDOAMERICANA

Sintetizando lo que hemos expuesto en otros escritos, en 1924 Haya de la Torre desde su destierro de Méjico propone formar un frente antiimperialista la: Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), cuyos principios lo sintetiza en 1926 en cinco puntos.

1. – Acción contra el imperialismo yanqui.

2. – Por la Unidad Política de América Latina.

3. – Por la nacionalización de tierras e industrias.

4. – Por la Internacionalización del Canal de Panamá y

5. – Por la Solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidas del mundo.

Mariátegui aceptó el planteamiento de Haya de la Torre y en 1926, al fundar la revista "Amauta", lo pone al servicio del proyecto. Sin embargo, el Apra no tuvo organicidad y tampoco existía una "ideología aprista" que se diferenciara sustancialmente del socialismo (marxismo) promovido principalmente por Mariátegui. Los cinco puntos señalados anteriormente no contradicen al marxismo. Haya de la Torre, uno de los colaboradores de Amauta, utilizaba un lenguaje radical principalmente contra el imperialismo yanqui y hasta proponía extirpar de raíz la propiedad privada en el campo teniendo de base a las comunidades indígenas, cuestión que es mencionado por Mariátegui en los "7 Ensayos…" para demostrar sus coincidencias.

En 1928 –desde Méjico- Haya de la Torre se autoproclama candidato a la presidencia de la república pero no a nombre del Apra –que sólo era un proyecto- sino a nombre de un inexistente Partido Nacionalista. Y en vez de su propuesta inicial de un Apra frente único, proponía un "Apra" partido. En respuesta, Mariátegui, además de reivindicar la propuesta inicial de formar el Apra como frente único, critica los métodos caudillistas de Haya de la torre, basados en el bluf, la criollada y la mentira, poniendo en peligro que el movimiento revolucionario aborte en una vulgar y miserable agitación electoral. En esa coyuntura, en setiembre octubre de 1928, Mariátegui funda el Partido Socialista adhiriéndose a la Internacional Comunista (en pleno periodo ultraizquierdista), con la que tenía diferencias radicales, evidenciado en parte, en el Congreso Sindical de Montevideo (mes de mayo) y en la reunión comunista de Buenos Aires (mes de junio), ambos, el año 1929.

Por otra parte estaban las Ligas Antiimperialistas adscritas al comunismo, a cuyo primer congreso mundial realizado el año 1927 en Bruselas asistieron Haya de la Torre y Eudocio Ravines, quienes, luego de una serie de reparos, suscribieron sus principios. También allí, Haya de la Torre tuvo una discusión con el cubano Julio Antonio Mella.

En época ultraizquierdista del estalinismo, el segundo congreso antiimperialista mundial de 1929 condena al Apra y, sin asistir, Mariátegui fue nombrado miembro de su Consejo General. Mariátegui comenta la realización del congreso –resaltando las personalidades que asistieron- pero no hace alusión al cargo que le asignaron. La propuesta de Mariátegui de que –sin descuidar ninguna reivindicación nacionalista, agrarista o de liberación nacional- al imperialismo se debe oponer el socialismo, era diferente a la propuesta de las ligas que limitaban su "antiimperialismo" a los marcos nacionales capitalistas.

Para Mariátegui la liga antiimperialista en el Perú debe organizarse previo debate con todos los elementos de avanzada, sin descartar la formación del Apra como frente único (adscrito a las ligas antiimperialistas). Pero por su precaria salud, alista viaje a Argentina que no llega a realizar porque lo sorprende la muerte el 16 de abril de 1930.

A partir de allí, sólo se "aplicaba" –al margen de las peculiaridades de los pueblos- las consignas estalinistas. El Partido Socialista es transformado en Partido Comunista, adecuándose a la estrategia estalinista en ese periodo ultraizquierdista, renunciando a las reivindicaciones democráticas más amplias y, a cuanta organización no sea comunista (estalinista) era tildado de enemigo, de "socialfascista", incluyendo el Apra, liderado por Haya de la Torre, fundado en 1930, poco después de muerto Mariátegui. En realidad, hasta medidos de la década del cuarenta los apristas criticaban desde una posición de izquierda al estalinismo, incluyendo los frentes populares. Sin embargo, a mediados de 1938 se subordinan a la política de "buena vecindad" del presidente norteamericano Roosevelt. Haya de la Torre pretendiendo diferenciarse de los comunistas y para camuflar su claudicación, utiliza la frase: "Interamericanismo democrático sin imperio".

En la década del treinta, la Internacional Comunista (estalinizada) se había impuesto para Indoamérica, la tarea de liquidar al trotskismo, al luxemburguismo, al aprismo y al mariateguismo. Para lo último, la consigna fue "¡Acabemos con el amautismo!". En contrapartida, una vertiente de trotskistas argentinos reivindican a Mariátegui.

El estalinismo llevó al descalabro al marxismo indoamericano. El (proyecto) Apra, en tiempos de Mariátegui sin organicidad y sin ideología, se abrió paso como alternativa revolucionaria de masas antioligárquica y antiimperialista.

En la reunión sindical de Montevideo y comunista de Buenos el año 1929 colisionaron la propuesta de Mariátegui y de la Internacional Comunista. Se ha escrito mucho sobre la "polémica" entre Haya de la Torre y Mariátegui de los años 1928 a 1930, pero ésa polémica no existió porque Haya de la Torre aún no cohesionaba su ideología y además no existía una organización aprista, sino células, más que todo en el extranjero formado por peruanos. En todo caso la "polémica" se limitó a discutir si se forma un Apra frente único como era la propuesta inicial de Haya de la Torre que hizo suya Mariátegui, o la nueva propuesta de Haya de la Torre de un Apra partido. Mariátegui tenía una posición coherente sobre la alternativa socialista, mientras Haya de la Torre usaba el cliché de "revolución social", pero en comunicación (cartas) con algunos sectores, mencionaba hasta la dictadura del proletariado y de los campesinos.

Se ha convertido en un lugar común decir que por su ideología más amplia y su "carisma", Haya de la Torre "ganó" la "polémica" a Mariátegui. Lo real es que mientras vivió Mariátegui el Apra no tenía ideología propia ni organicidad en el Perú, por lo que Haya de la Torre para lanzar su candidatura a la presidencia de la república en 1928 lo hace a nombre de un inexistente Partido Nacionalista. El "despegue" de Haya de la Torre es después de la muerte de Mariátegui.

En amplios sectores académicos a Mariátegui lo arrinconan al papel de simple "intelectual", menospreciando su labor de animador de congresos indígenas y obreros, de organizador y difusor cultural incluso con la fundación de la revista Amauta (1926) y del quincenario Labor (1928), a lo que se suma el organizador político sindical con la creación del Partido Socialista (1928) y de la Confederación General de Trabajadores del Perú (1929). Cuando Haya de la torre en vez de un Apra frente único como era su propuesta original de 1924, propone un Apra partido, Mariátegui retoma la propuesta original de un Apra frente único antiimperialista u otra organización similar, -previo entendimiento con todos los que estaban comprometidos a la lucha- que se adscriba a las ligas antiimperialistas, con lo cual no quedaba espacio político para el caudillismo de Haya de la Torre, que en el Perú quedó reducido a su mínima expresión. El "lisiado", como alguna vez llamó Haya de la Torre a Mariátegui, lo ganó desde la partida.

La debacle del marxismo peruano vino luego de la muerte de Mariátegui, con las erradas "orientaciones" estalinistas que en ese periodo ultra izquierdista, en vez de tender puentes en todas direcciones para aglutinar a la mayor cantidad y calidad de adherentes a la revolución, "excomulgó" a organizaciones e intelectuales que eran ajenos al estalinismo, acusándolos de "social fascistas". Con esto, en vez de promover la posibilidad de un Apra frente único –adherido a las ligas antiimperialistas-, como era una de las tácticas de Mariátegui, dejaron el camino libre a Haya de la Torre para abrirse camino formando el Apra partido. Gran parte de intelectuales ligados a la revista Amauta y al socialismo (de Mariátegui) se pasaron en los años treinta al aprismo que, desde una posición de izquierda criticaba al estalinismo (al "marxismo congelado" de Moscú) y reivindicaba a su manera, al propagador del anarquismo Manuel Gonzales Prada y a Mariátegui, presentándolos incluso como antecesores del aprismo (y de Haya de la Torre). También reivindicaron a Trotsky. Con una crítica desde la izquierda, Haya de la Torre y el Apra se impusieron sobre el estalinismo.

El partido aprista y la ideología aprista se cohesionan después de la muerte de Mariátegui, en la agitación electoral de los primeros años de la década del treinta. Se diferencia de la propuesta de Mariátegui y de la propuesta estalinista, por lo que a partir de esa época se pueden apreciar tres concepciones sobre la revolución indoamericana: La estalinista de la tercera internacional; la pequeña burguesa de Haya de la Torre y la marxista de Mariátegui. Las tres concepciones señalaban al Perú y demás países andinos como precapitalistas (semifeudales), estando a la orden del día las reivindicaciones democrático burguesas.

El estalinismo negaba que el imperialismo, de acuerdo a sus intereses, promueva el desarrollo capitalista, mientras que para Haya de la Torre y Mariátegui, el capitalismo en gran parte es impulsado por intereses imperialistas que se apoderan de las principales fuentes de riqueza por lo que a mayor capitalismo hay mayor dependencia, mayor colonialismo.

Para el estalinismo, era necesario que el capitalismo se desarrolle antes de llegar al socialismo. Por eso, hasta 1928, con toda claridad, señalaban que las reivindicaciones democrático burguesas se cumplirían en una revolución burguesa dirigida por la burguesía nacional "revolucionaria", para que desarrolle el capitalismo que implicaba a la vez independencia nacional. A partir de 1928, se da un viraje al ultra izquierdismo y, a cuanta organización no comulgue con ellos, se les designaba como "socialfascistas". A pesar de esto, a pesar que se llama a formar soviets, conforme acordaron en la reunión de partidos comunistas de Buenos Aires en 1929, si bien no se menciona a la burguesía nacional "revolucionaria" como caudilla del proceso, se hace hincapié en que el socialismo llegará luego de una serie de etapas, de modo que siempre queda postergado. A partir de 1933, con la política de los frentes populares, se vuelve a la versión original de subordinación a organizaciones burguesas, incluyendo a las que poco antes (en su periodo ultraizquierdista) habían llamado "socialfascistas". En 1943, presionado por sus socios del imperialismo "democrático", el estalinismo disuelve la Tercera Internacional y pregona que a la coexistencia entre estados capitalistas y socialistas corresponde la unidad entre burguesía y proletariado, quedando el socialismo como un objetivo remoto.

Haya de la Torre decía que la burguesía nacional está entrelazada al feudalismo y subordinada al imperialismo, por lo que la revolución lo acaudillarían las "clases" medias y dentro de ellas, los intelectuales, por mediación de un estado antiimperialista de las clases explotadas –"clases medias", obreros y campesinos- promotor del desarrollo de un capitalismo diferente al de libre cambio y diferente al imperialista, para que posteriormente venga el socialismo. Se debe vigilar a las "clases" (se debe decir "capas") medias para que no evolucionen a gran burguesía, ya que sería una "regresión" al imperialismo. A la burguesía nacional, Haya de la Torre lo incluye en su propuesta corporativa del Congreso Económico Nacional, para que junto al estado antiimperialista y los trabajadores discutan sobre la realidad.

(Intelectuales de la oligarquía, entre ellos Francisco García Calderón o Víctor Andrés Belaunde, intentaban incorporar a las capas medias al proceso productivo y a las elites políticas dominantes como una forma de consolidar el dominio oligarca. Haya de la Torre reivindica a las capas medias –en especial a los intelectuales- para oponerse a la oligarquía. La propuesta corporativista del congreso económico, Haya de la Torre las pudo tomar de Víctor Andrés Belaunde permeado de catolicismo medieval y del ambiente fascista europeo de la época)

Para Mariátegui las tareas democráticas burguesas serían impulsadas por la alianza de obreros, campesinos y el conjunto del pueblo, pero no se detendrían en reivindicaciones burguesas, sino que partiendo de ellas harían avanzar la revolución al socialismo. Las comunidades indígenas serían pilares en la colectivización del agro, con la ayuda de la ciencia y la técnica, inmersos en la revolución latinoamericana y mundial.

Mientras Stalin proclama el socialismo en un sólo país, Haya de la Torre y Mariátegui estaban convencidos de la necesidad de la revolución mundial para el triunfo del socialismo. El fundador del aprismo dijo expresamente que para que triunfe el socialismo en Rusia es necesario la revolución mundial. Además, buscaba la unidad de todos los pueblos de América porque la revolución en un sólo país sería avasallado por el imperialismo yanqui como lo ha demostrado la experiencia histórica.

Mariátegui decía que el Perú, desde la conquista, con todas sus particularidades, es parte de la realidad mundial, siendo imposible aislarse, recordando que la guerra contra el dominio español fue internacional, continental, incluso recibiendo apoyo del liberalismo europeo. Resaltaba la labor de las internacionales obreras, en particular, de la Tercera Internacional que promovía la revolución mundial. Además, reivindicaba de Trotsky el internacionalismo y la lucha contra el burocratismo.

Contrariamente a la idea que los elogios de Mariátegui a Trotsky son antes de la ruptura con Stalin, hemos demostrado128 que es a la inversa. En 1926 Mariátegui escribe que el trotskismo es una corriente derrotada dentro del bolchevismo, poniéndose claramente del lado de Stalin. Pero cuando se agudiza la pugna llegando a la ruptura y al destierro de Trotsky, Mariátegui toma una postura equidistante, presentando a Stalin como entendido en problemas nacionales, que ha hacho suyas algunas propuestas centrales de Trotsky para Rusia, entre ellas, luchar contra el burocratismo. En contrapartida presenta a Trotsky como internacionalista capaz de acaudillar la revolución con majestad napoleónica a Europa. (Mariátegui desconocía que Lenin pasó sus últimos días intentando separar a Stalin del cargo de secretario general del Parido Bolchevique y de encargado de las nacionalidades no rusas que formaban la Unión Soviética, porque no era un entendido en problemas nacionales)

Otra cosa son las concepciones entre Mariátegui y Stalin, opuestas en todos los terrenos. Al contrario, Mariátegui y Trotsky tienen mayores coincidencias en la estrategia revolucionaria, en el análisis sobre el fascismo, en el arte y literatura, en la transición cultural al socialismo, etc., pero no se puede encasillar a Mariátegui en alguna vertiente de esa época, por la autonomía y fuerza de su pensamiento que sindican como el principal promotor del marxismo indoamericano.

PROGRESAR ES REALIZAR UTOPIAS

Lo intrínseco del devenir humano es que para sobrevivir y proyectarse, tiende a subvertir toda forma de opresión y enajenación. Por eso Hegel decía que la historia es el devenir en lucha por la libertad, lo cual es evidente desde los orígenes, cuando una criatura logra sobresalir por encima de las demás especies animales, emergiendo el hombre, el ser más activo de la naturaleza, que jamás se ha postrado ante las injusticias y, -a pesar de todas las precariedades-, desde las culturas primigenias ha soñado con establecer una sociedad igualitaria y libertaria, al inicio bajo manto mítico religioso, luego, -con el advenimiento de la modernidad– basado en sus propias fuerzas, porque la verdad del hombre debe buscarse y encontrarse en el hombre mismo.

Por más horrible sea la opresión y explotación de las clases dominantes sobre la sociedad, hasta hoy, en todas las épocas han surgido vertientes libertarias que han luchado por dar continuidad al devenir de la especie humana sobre el planeta.

A la sociedad libertaria se le ha dado el nombre de socialismo (o) comunismo, cuya visión científica más coherente nos da el marxismo, que se ha constituido en eje de la vertiente libertaria de la modernidad, confluyendo con multiplicidad de movimientos emancipatorios, -desde religiosos a ecologistas y feministas- reivindicando todo el legado progresivo de la humanidad.

Mentalidades conservadoras y reaccionarias tildan al marxismo de ser una utopía, porque, según ellos, el proyecto socialista es irrealizable. Son incapaces de comprender que el devenir humano es una constante realización de utopías129, que se evidencia incluso en las vertientes libertarias de las religiones, cuya utopía de "salvar", de "redimir" a la humanidad, ha bajado de los cielos a la tierra, por lo que en las luchas sociales se ponen del lado de los humildes y tienen como meta establecer el paraíso bíblico en la tierra.

Todas las clases sociales que se han sucedido en el dominio de la sociedad condenan las reivindicaciones sociales que contribuyen a dignificar la condición humana como utopías irrealizables y, en caso se realicen, alegan que sería el final de la humanidad. Sin embargo, cuando esas utopías –por ejemplo, la abolición de la esclavitud o la abolición del trabajo servil- se han hecho realidad, no ha sido el final para la humanidad, sino el final para las clases dominantes –entre ellos esclavistas y señores feudales- que condenaron esas utopías, porque sus intereses particulares dejaron de confluir con los intereses humanos, convirtiéndose en clases sin historia o al margen de la historia.

En la antigua Grecia, frente a las luchas de los esclavos por su libertad, Aristóteles decía en tono de burla que la esclavitud desaparecería cuando las hilanderías y telares "caminen solos". No imaginó que en nuestros días, que entramos a la era de la automatización, -cuando la invención humana hace posible la creación de vida en laboratorio-, no sólo hilanderías y telares pueden "caminar solos", sino también máquinas que orbitan espacios interestelares, lo cual es un indicativo de que las condiciones técnicas científicas para establecer una sociedad libertaria están dadas.

Inmerso en el desenvolvimiento desigual y combinado, el capitalismo surge hace siglos, acumulando capital bajo diversos regímenes de trabajo, desde pre capitalistas (tribales, comunales, esclavistas, serviles) hasta salariales, etc., con la tendencia al mayor empleo de maquinaria y ha depurarse de las relaciones de explotación precapitalistas, cuestión que ya ha ocurrido en las principales potencias. Y particularmente desde la segunda mitad del siglo XX, en reducidos sectores o áreas de la economía, se extiende el proceso de "automatización", sobresaliendo en la industria de guerra y en la exploración del cosmos.

En mayo de 1965 apareció un artículo en la conocida revista Selecciones del Reader"s Digest bajo el título de "Tiempo libre, problema del futuro" en el que se lee: "El Dr. Richard Bellman, matemático de la Rand Corp., predice que en no más de cinco lustros el dos por ciento de la población producirá todas las mercancías y alimentos que el otro 98 por ciento podrá consumir. ¿Qué haremos con las horas libres que quedan? ¿Será una bendición o una calamidad?".

Ya han pasado más de quince lustros. Las matemáticas fallaron porque su pronóstico se hizo al margen del proceso social. La automatización generalizada del proceso económico dejaría tiempo para disfrutar del ocio y para la libre realización de las capacidades de cada individuo. El problema es que la automatización generalizada –que dejaría sin empleo a la inmensa mayoría de la población- es imposible en una sociedad de compradores y vendedores, de explotadores y explotados que llega a su extremo en el capitalismo, porque no habría compradores que consuman todas las mercancías producidas por máquinas automatizadas. Son las relaciones sociales de producción capitalistas que frenan la creatividad humana, extremándose la contradicción expuesta por Marx, entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones sociales capitalistas, entre la apropiación privada de la riqueza por sectores cada vez más reducidos y la forma social de producción, que desde hace siglos traspasa fronteras nacionales, extremándose en nuestros días con el capitalismo de las transnacionales.

Hoy, el sistema mundial capitalista se parece a culturas decadentes de la antigüedad, con el deterioro de sus elites dirigentes, por lo que sus instituciones públicas y privadas son copadas por la corrupción y criminalidad en todas sus formas. No obstante, para sus apologistas, si es que no vivimos en el mejor de los mundos, vivimos en el único posible. Eso mismo decían los autócratas, los esclavistas, los señores feudales, los encomenderos, los corregidores, los mandarines, los virreyes, los gamonales, los oligarcas, etc., que han desaparecido del escenario de la historia bajo el torbellino de las revoluciones sociales porque se constituyeron en rémoras para el devenir humano.

El marxismo es la concepción filosófica más coherente de la cultura moderna que confluye con todos los movimientos emancipatorios y con todo el legado libertario de la humanidad. Al contrario, la ideología capitalista burguesa tiende a rechazar todo legado libertario, y, desde hace algunos decenios se propaga la idea apocalíptica de que la historia humana ha llegado a su fin, que lo entienden como el final de la realización de los grandes ideales altruistas, incluyendo del seno de las religiones, por lo que para ellos el final de la historia implica el final de las ideologías, el final de la era moderna y el advenimiento de la "postmodernidad". Es fácil darse cuenta que esta ideología apologética tiende a legitimar la continuidad del dominio de la burguesía.

En realidad, es la burguesía que se ha tornado en una clase sin historia, en tanto sus intereses particulares, privados, han dejado de coincidir con los intereses humanos y, al igual que todas las clases dominantes del pasado, identifica su destino con el destino de la humanidad.

De no concretarse el proyecto de una sociedad libertaria sin explotadores ni explotados, se perpetuaría el dominio de la burguesía y del capitalismo, extremando la degradación del medio ambiente y de las relaciones sociales, poniendo en peligro la vida en el planeta, con lo cual se llegaría al final de la historia.

Hasta hoy, las principales revoluciones triunfantes –Rusia, China, Cuba, Vietnam- se han realizado en territorios que sufren los males del "pasado" y del presente, pre capitalistas y capitalistas, donde se extrema el desenvolvimiento desigual y combinado, y donde las clases dominantes –que devienen al margen de la historia- no han podido consolidar su dominio y poder. Por otra parte, la crisis y caída de gran parte de estos regímenes, demuestra que el devenir humano está lleno de adversidades, incluyendo retrocesos, como advertía Trotsky en junio de 1921, en contra de la creencia generalizada en el movimiento revolucionario de que el advenimiento del socialismo está garantizado:

"La humanidad no se ha movido siempre hacia adelante… Ha conocido en su historia largos periodos de estancamiento. Ha conocido recaídas en la barbarie. Ha habido casos…, en que la sociedad, después de haber alcanzado cierto nivel de desarrollo, fue incapaz de mantenerse en ese nivel… La humanidad nunca puede detenerse completamente. Cualquier equilibrio que pueda alcanzar como resultado de las luchas entre las clases y las naciones, es inestable por su propia naturaleza. Una sociedad que no avanza tiene que retroceder. Una sociedad de la que no emerge ninguna clase capaz de asegurar su progreso, se desintegra. Entonces queda abierto el camino a la barbarie130".

(abril julio 2017)

Notas

1.- Marx: "Mensaje del Comité Central a la Liga de los Comunistas" (1850)

2.- Trotsky: "A 90 años del manifiesto comunista". Escrito en Coyoacán, Méjico, en octubre de 1937 (consultado en su edición digital).

3.- Los escritos han sido publicados en, Marx, Engels: "Materiales para la Historia de América Latina", Cuadernos Pasado y Presente Nº 30, Méjico, 1979.

4a.- Aricó, José: "Marx y América Latina". Fondo de Cultura Económica, Argentina, 2009.

Haya de la Torre, el fundador del Apra, que hasta mediados de la década del cuarenta se mantuvo a la izquierda del estalinismo, decía que del mismo modo que Marx, supera a Hegel haciendo suya la dialéctica, él (Haya de la Torre) supera a Marx retomando la dialéctica marxista. Critica a Marx como europeísta teniendo de referencia los escritos que hemos comentado.

4b.- Gaido, Daniel Fernando: "Los orígenes de la teoría de la revolución permanente: nueva evidencia documental". Comentario al libro de ese título editado en inglés el año 2009 por Gaido, Daniel Fernando y el profesor Ricard B. Day de la Universidad de Toronto. (El comentario es digital)

Si nos remitimos al movimiento revolucionario en América, la revolución permanente ha sido interpretada y expuesta por diversos autores. Mencionemos entre otros a George Novack: "La ley del desarrollo desigual y combinado de la sociedad", escrita en 1957, publicada en español por Editorial Pluma, Bogotá, 1974; Carlos Rossi (pseudónimo de Michael Lowy): "La revolución permanente en América Latina", publicado por primera vez en Francia (1972); Nahuel Moreno (pseudónimo de Hugo Bresani): "Capítulo V: La ley del desarrollo desigual y combinado" (capítulo de "Lógica marxista y ciencias modernas") y Guillermo Lora con su conferencia (junio 1969): "Marx y la teoría de la Revolución Permanente". (Todo lo anterior se puede apreciar en publicación electrónica)

5.- Marx: "Prologo de la Contribución a la crítica de la Economía Política" (1859)

6.- Marx, Carlos: "Contribución a la crítica de la economía política". Méjico, 1970, p. 255.

7.- Isaac Deutscher: "Marx, Engels y Rusia", en, "Herejes y Renegados". Ed. Ariel, Madrid, 1970.

8.- Carta de Marx a la revista rusa "Hojas Patrióticas" (finales de 1877). En, "El Capital", tomo I.

9.- Trotsky: "1905" y "Resultados y perspectivas". Ruedo Iberico editor, 1971, p. 211.

10.- Trotsky: "1905" y "Resultados y perspectivas" pp. 171-172

11.- Trotsky: "Las características del desarrollo de Rusia", capítulo primero de "Historia de la Revolución Rusa". SARPE (España), 1985, tomo I.

12.- Trotsky: "Gogol", en, "Sobre Arte y Cultura". Alianza Editorial, Madrid, 1974.

13.- Marx: "Introducción a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel"

14.- Marx: "Prólogo" (a la primera edición de El Capital del año 1867). FCE, Tomo I, Méjico, 1974.

15.- Trotsky: "Metrópolis y colonias", incluido en, Lenin, Trotsky: "El problema nacional y Latinoamérica". Ediciones 1º de mayo, Callao (Perú), 1976.

16.- Herrera Robles, Rafael: "Desenvolvimiento autónomo desigual y paralelo" (capítulo del libro en preparación "Barbarie y modernidad: el Perú en la globalización capitalista")
17.- Trotsky: "Las características del desarrollo de Rusia"

18.- Herrera Robles, Rafael: "Mariátegui: La cuestión nacional", capítulo de "Mariátegui o la revolución permanente". La segunda edición corregida y aumentada (en forma digital), año 2016. La primera edición corresponde a Ediciones pensamiento y acción, Lima, 1980

19.- Marx, Engels: "Manifiesto del Partido Comunista". Fondo de Cultura Popular, Lima, 1973.

20.- Lenin: "El imperialismo, fase superior del capitalismo".

21.- Luxemburgo, Rosa: "La acumulación del capital"

22a.- Lowy, Michael: "La dialéctica del progreso en Marx" (publicación electrónica)

22b.- Mandel, Ernest: "Particularidades del desarrollo capitalista en Europa Occidental" (en, "Tratado de Económica Marxista", FCE, Méjico, 1971, tomo I)

23a.- Trotsky: "Las características del desarrollo de Rusia".

23b.- Mariátegui: "El Problema de las razas en América Latina". En, "Ideología y Política".

24.- Mariátegui: "lo nacional y lo exótico". Incluido en "Peruanicemos al Perú". Biblioteca Amauta, Lima, 1959.

25.- Mariátegui: "7 Ensayos" ("Carácter de nuestra economía actual")

26.- Mariátegui: "7 Ensayos", p. 201

27.- Miroshevsky: "El "populismo" en el Perú" (papel de Mariátegui en la historia del pensamiento social latinoamericano). Lima, s/f. Según los editores, la primera edición en español fue en la revista Dialéctica Nº 1, mayo-junio de 1942, La Habana, Cuba. (traducción directa del ruso de Ruben Calderio). Esto lo comentamos en el capítulo "Las comunidades y el socialismo" de nuestro estudio "Mariátegui o la revolución permanente".

28.- Mariátegui: "7 Ensayos", p. 56

29.- Mariátegui: "La cuestión de las razas en América latina". En "Ideología y Política". Biblioteca Amauta, Lima, 1971.

Esto lo abordamos en el capítulo "Las Comunidades y el socialismo" de nuestro estudio "Mariátegui o la revolución permanente".

30.- Mariátegui: "Principios programáticos del Partido Socialista". En "Ideología y Política".

31.- Quijano Aníbal: "Reencuentro y debate: una introducción a Mariátegui", Lima, 1981.

32.- Tarcus, Horacio: "Samuel Glusberg, entre Mariátegui y Trotsky". En la revista "El Rodaballo". La primera parte en el Año 2, N° 4, otoño invierno 1996, y la segunda parte en Año 3, N° 5, verano 1996/97, Buenos Aires. La parte referida a Mariátegui está bajo el subtítulo: "el silencioso recorrido del mariateguismo argentino".

33.- Herrera Robles, Rafael: "Literatura y modernidad: el indigenismo" (publicación electrónica), constituirá un capítulo de "Barbarie y modernidad: el Perú en la globalización capitalista".

34.- Haya de la Torre: "El Antimperialismo y el Apra" (Capítulo IX: "Realidad económico Social"). Esta tesis también se encuentra en la "Nota a la tercera edición" (fechada el 22 de febrero de 1970) del referido libro.

Cuando Haya de la Torre se vuelve contra el marxismo, particularmente desde la década del cincuenta, hace apología al crecimiento del niño "monstruoso".

35.- Haya de la Torre: "Espacio tiempo histórico". Recopilación de ensayos escritos desde 1935 a 1947. Edición del Centro de estudios e investigaciones jurídicos, políticos, sociales, Lima, 1985, p. 10

36.- Eugenio Chang Rodríguez: "La teoría del Espacio-tiempo histórico de Haya de la Torre". (publicación electrónica)

37.- Herrera Robles, Rafael: "La historia" (publicado digitalmente con el título de "Historia y Antihistoria", formará parte del libro en preparación "Barbarie y modernidad: el Perú en la globalización capitalista".

38.- Mandel, Ernest: "Tratado de Economía Marxista", Ed. Era, Méjico, 1969, tomo II, p. 274.

39.- Vitali, Luis: "Historia Social de los Pueblos de América Latina" (Capítulo IX: "La cuestión nacional en América Latina") http://www.archivochile.com/

40.- Amin, Samir: "Presentación a El capitalismo deforme y la nueva cuestión agraria" de Kostas Vergopoulus. Centro de Estudios andinos Bartolomé de las Casas, Cuzco, 1979.

41.- Herrera Robles, Rafael: "Mariátegui: La cuestión Nacional"

42.- Lowy, Michael: "Dialéctica de la civilización: barbarie y modernidad en el siglo XX" (publicación electrónica)

43a.- Trotsky: "La revolución permanente". Fondo de Cultura Universitaria de Lima y Ediciones Amaru, Lima, 197(¿), p.p. 3-4

43b.- Barcelli S., Agustín: "Crónicas de las luchas obreras en el Perú". Cuadernos Sindicales, Lima, 1979, tomo I, p. 16.

44.- Entre los textos más conocidos de Lenin tenemos a "Dos Tácticas de la Socialdemocracia rusa", donde abogaba por una revolución democrático burguesa con el gobierno democrático de obreros y campesinos que impulse el desarrollo del capitalismo, acabando con todos los vestigios precapitalistas, siendo este, el camino revolucionario (americano). El camino reaccionario de desarrollo del capitalismo es el prusiano, donde los terratenientes precapitalistas se convierten en burgueses, con un desarrollo lento del capitalismo, sin intervención del pueblo. La misma posición se encuentra en el prólogo a la reedición (en 1908) de su obra "El Desarrollo del Capitalismo en Rusia". En el prefacio a la primera edición (1899) de la misma obra, Lenin señala sus coincidencias con la obra de kautsky, "El capitalismo en la agricultura", donde se abogaba por la destrucción de la comunidad campesina para el libre desarrollo del capitalismo.

45.- G.D.H. Cole: "Historia del Pensamiento Socialista". FCE, Méjico, 1961, tomo V.

46.- Carta de Gramsci a Togliati, Terracine (y otros), fechado en Viena, 9 de febrero de 1924. En, Gramsci, Antonio: "La Concepción del Partido Proletario". Artex Editores, Lima, 1978.

Un análisis completo de las discusiones sobre el proceso revolucionario ruso se encuentra en el ensayo de Ernest Mandel: "Los debates sobre la naturaleza y las perspectivas de la Revolución Rusa". (Reproducida en la revista "Imprecor")

47.- Lenin: Los textos aludidos "Tesis de Abril" o "Cartas desde lejos" se pueden encontrar en edición digital.

48.-Gramsci, Antonio: "Cuadernos de la Cárcel". Reproducción digital de la publicación de ediciones ERA (Méjico) por parte del Instituto Gramsci a cargo de Valentino Guerratama.

49a.- Trotsky: "Historia de la revolución rusa" t.II, p 245 (correspondiente al Capítulo XXXVIII: "El campesinado ante octubre")

49b.- Lenin: "Carta a A. Lunacharski", en, "La literatura y el arte". Editorial Progreso, Moscú, 1976, p. 211.

50a.- Trotsky: "Nuevo Curso y Problemas de la vida cotidiana". Cuadernos de pasado y Presente, Buenos Aires, 1974.

50b.- Mellado, Vicente: "Trotsky y Gramsci. En torno a la revolución en las democracias capitalistas" (IV). En la publicación digital "La Izquierda Diario" del lunes 29 de junio del 2015.

El autor analiza las propuestas y controversias de Trotsky, Gramsci y otros, en torno a la estrategia revolucionaria en Europa Occidental. Las críticas (sin fundamento) de Gramsci a Trotsky las atribuye a que el marxista italiano se dejó llevar por la propaganda estalinista contra Trotsky.

51.- Marx: "Prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política"

52a.- Trotsky: "1905" y "Resultados y perspectivas", p. 111

52b.- Basadre, Jorge: "Colofón sobre el país profundo" a la Tercera edición de "La multitud, la ciudad y el campo" (1941).

"Para qué se fundó la república". Escrito fechado el año 1943

53.- Perry Anderson: "Las antinomias de Antonio Gramsci". Reproducción digital de la edición de Editorial Fontamara, Barcelona, 1981

54.- Trotsky: "Las tácticas del frente único". Presentadas en 1922 para el pleno del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista. (Edición electrónica)

55a.- Trotsky: "Las características del desarrollo de Rusia", capítulo primero de "Historia de la Revolución Rusa".

55b.- Mariátegui: "Prensa de doctrina y prensa de información". En, "Ideología y Política".

"La Prensa Italiana". En, "Cartas de Italia". Biblioteca Amauta, Lima, 1959.

55c.- Duverger:

55d.- Galeano, Eduardo: "Las venas abiertas de América Latina". Siglo XXI editores, 1978.

56.- Mariátegui: "La agitación revolucionaria y socialista en el mundo oriental", incluido en "Historia de la crisis mundial". Biblioteca Amauta, Lima, 1973.

57.- Citado por Meseguer Illan, Diego: "José Carlos Mariátegui y su pensamiento revolucionario". IEP, Lima, 1974, p. 168.

58.- Deutscher, Isaac: "Trotsky, el profeta desarmado". Ed. Era Méjico, 1971

"El maoísmo y la revolución cultural". Ed. Era, Méjico, 1971. (La primera parte referida al proceso de la revolución china está fechada en enero de 1964. La segunda parte sobre la revolución cultural es una entrevista para la revista italiana "La siniestra". (El autor muere en 1966)

59.- Guillermaz, Jaques: "Historia del Partico Comunista Chino". Ediciones Península, España, 1970, p. 33

60.- G.D.H. Cole: "Historia del Pensamiento Socialista". FCE, Méjico, 1961, tomo VI p. 295

61.- G.D.H. Cole: O.C. p. 296

62.- Payne, Robert: "Mao Tse Tung". Ed. Bruguera, España, 1973

63.- Deutscher, Isaac: O. C.

64.- Deutscher, Isaac: "Trotsky, el profeta desarmado", p. 302

65.- Trotsky: "la Internacional Comunista después de Lenin"

66-69.- Trotsky: "Trotsky contra el Apra". Con este título lapidario se publica en 1980 (Ed. Clave, Lima) escritos de Trotsky sobre el Apra.

67 66.- Mao Tse Tung: "Mi vida" ("Autobiografía") Entrevista del periodista norteamericano Edgar Snow en 1937. Publicación digital en base a una edición argentina de 1973, p. 23.

68.- Citado por Robert Payne en: "Mao Tse Tung", p. 170

69.- Schlesinger, Rudolf: "La Internacional Comunista y el problema colonial". Cuadernos Pasado y Presente Nº 52, Buenos Aires, abril 1974, p. 94

70.- 73.- Citado por Arthur Cohen: "El Comunismo de Mao Tse Tung", 1968.

71.- Anna Louise Strong: "Porqué lucha china". Ed. Futuro, Buenos aires, 1944, p. 133.

72.- Jan Myrdal: "Una Aldea de la China Popular". Ed. Seix Barral, 1965, p. 426

73.- Mao Tse Tung: "Discurso ante una conferencia ampliada del trabajo convocada por el Comité Central del Partico Comunista de China" (30 de enero de 1962). Ediciones en lenguas extranjeras, Pekín, 1978, p. 21.

74.- Guillermaz: O.C. p. 312.

75.- Mao Tse Tung: "Acerca de una declaración de Chiang Kai Shek" (artículo fechado el 28 diciembre de 1936). En, "Obras Escogidas, tomo I.

76.- Mao Tse Tung: "Autobiografía" p. 16

77.- Mao Tse Tung: "Análisis de las clases en la sociedad china" (marzo, 1926), en, Obras Escogidas t. I

78.- Mao Tse Tung: "Investigaciones del movimiento campesino en Junán", (marzo, 1927), en, "obras Escogidas, t. I.

79.- Mao Tse Tung: "¿Porqué puede existir el poder rojo en China?" (5 octubre, 1928), en, "obras Escogidas, t. I.

80.- Mao Tse Tung: "La lucha en las montañas Chingkang", (25 noviembre 1928), en, "obras Escogidas, t. I.

81a.- Mao Tse Tung: "Una sola chispa puede incendiar una pradera", (5 enero, 1930), en, "obras Escogidas, t. I.

81b.- Kohen: "El comunismo de Mao Tse Tung", p. 50

82.- Mao Tse Tung: "Sobre la táctica de la lucha contra el imperialismo japonés" (25 dic. 1935), en, "obras Escogidas, t. I.

83.- Mao Tse Tung: "El papel del Partido Comunista de china en la guerra nacional" (octubre, 1938), "Obras Escogidas", t. II.

84.- Mao Tse Tung: "Problemas estratégicos de la guerra de guerrillas contra Japón72", en "Obras Escogidas", t. II.

85.- Mao Tse Tung: "La guerra prolongada" (mayo, 1938), en, "Obras Escogidas", t. II.

86.- Mao Tse Tung: "La revolución China y el Partido Comunista de China" (diciembre 1939), en "Obras Escogidas", t. II.

87.- Mao Tse Tung: "Sobre la nueva democracia" (enero 1940), en, "Obras Escogidas", t.II.

88.- Mao Tse tung: "Stalin, amigo del pueblo chino" (20 de diciembre de 1939), en Obra Escogidas, t. III.

89.- Mao Tse Tung: "Intervenciones en el foro de Yenan sobre arte y literatura"76" (mayo 1942), en, "Obras Escogidas", t. II.

90.- Lenin: "La organización del partido y las publicaciones del partido", en, "Acerca de la prensa". Editorial Progreso, Moscú, 1979

91.- Trotsky: "El futurismo", capítulo de su obra "Literatura y revolución", en, "Sobre Arte y Cultura". Alianza Editorial, Madrid, 1974.

92.- Mariátegui: "La Casa de Cartón", "Defensa del disparate puro" y "el anti-soneto", en, Peruanicemos al Perú". Biblioteca Amauta, Lima, 1975

93.- Mariátegui: "Historia de la Crisis Mundial". Biblioteca Amauta, Lima, 1973 p. 201.

94.- 95.- Mariátegui: "El alma matinal". Biblioteca Amauta, Lima, 1970, p. 200

(En el mismo sentido Antonio Gramsci hace suya la apreciación de Croce que dice mas o menos: el arte es educador en cuanto arte y no en cuanto arte educador)

95.- Lowy, Michael: "La teoría revolucionaria del joven Marx". Siglo XXI editores, Buenos Aires, 1972, pp. 256-267.

96.- La cita de Mao pertenece al texto de Lu sin (Lu hsun): "Opiniones sobre la liga de escritores de izquierda" (conferencia en el año 1930).

97.- Lu sin: "Literatura de una época revolucionaria", Incluido en, "Cultura y sociedad en china". Editorial Grijalbo, Méjico, 1975.

98.- Lu sin: Ob. c.: "Respuesta a Xu Mouyong sobre el frente unido antijaponés", fechado el 5 de agosto de 1936 cuando en Moscú, en juicios amañados, se condenaba a muerte a la plana mayor bolchevique. (Lu sin murió en 1936)

99.- Mao Tse Tung: "Chiang Kai Shek está provocando la guerra civil", en Obras escogidas, t. IV.

En la Conferencia de Postdam del 26 de julio de 1945, China (Kuomintang), Inglaterra y Estados Unidos exigen la rendición incondicional de Japón, la liberación de los territorios que ha invadido, entre ellos, en Corea y China (Manchuria), desarme de sus ejércitos y desmantelamiento de su industria de guerra. El comunismo chino fue totalmente marginado. Para las grandes potencias, incluyendo la Unión Soviética de Stalin, fue como si no existieran, pero sus líderes, con gran audacia, se colocaron frente al Kuomintang y en el ámbito internacional como beligerantes.

100.- Mao Tse Tung: "Dos telegramas del Comandante en jefe del XVIII grupo de ejércitos a Chiang Kai Shek", en, Obras escogidas, t. IV.

101.- Raymond L. Garthof: "Las relaciones militares chino soviéticas". Ed. Troquel, Buenos Aires, 1968, p.p. 113-114.

102.- Mao Tse Tung: "Llevar la revolución hasta el fin" (30 de diciembre de 1948), en, "Obras Escogidas", t. IV. (la cita corresponde a la p.316)

103.- Mao Tse Tung: "filosofía, economía, política". Librería Editora Lima S.A., Lima (S/F), p.55

104.- Sobre la traducción y publicación de los textos de Trotsky para la cúpula dirigente china, la entrevista a los estudiosos chinos Stone Song y Li Hengge, por la revista electrónica Left Voice.

105.- Citado por A. Doak Barnet: "China después de Mao". Ed. Paidos, Buenos Aires, 1978, p.211.

106a.- Mao Tse Tung: "Tratamiento correcto de las contradicciones" (La cita corresponde al punto VIII: "Sobre las consignas "que se abran cien flores y compitan cien escuelas" y "coexistencia duradera y supervisión mutua", p. 445), en, "Obras Escogidas", t. V.

106b.- Mao Tse Tung: "filosofía, economía, Política" (escritos inéditos). Las citas corresponden a dos conferencias de Mao en los años 1958 y 1959, sobre el texto de Stalin: "Problemas económicos del socialismo en la URSS". La crítica al "Manual de Economía política de la URSS", según los editores, probablemente sea de 1960.

107.- "Sobre el problema de Stalin", en: "Polémica acerca de la línea general del Movimiento Comunistas Internacional". Ediciones en lenguas extranjeras, Pekín, 1965.

108.- Romualdo, Alejandro: "Prólogo" a "Figuras y aspectos de la vida mundial" (2º tomo). Volumen 17 de las obras de Mariátegui publicadas por la Empresa Editora Amauta.

109.-110.- Deutscher, Isaac: "El maoísmo y la Revolución Cultural China", p.p. 74,75.

110.-111.- Citado por A. Doak Barnet: "China después de Mao".

111.- Orbegoso, Manuel Jesús: "Reportaje a China". Editorial chimú, Lima, 1972

112.- Deutscher, Isaac: "El maoísmo y la Revolución Cultural"

113.- Deutscher, Isaac: "Marx, Engels y Rusia", en, "Herejes y Renegados". Ed. Ariel, Madrid, 1970.

114.- Deutscher, Isaac: "El maoísmo y la Revolución Cultural", p. 37-38.

115.- Trotsky: "El ultraizquierdismo y la cuestión nacional", en, Lenin, Trotsky: "El problema nacional y Latinoamérica".

116.- Deutscher, Isaac: "Trotsky, el profeta desterrado". Ediciones Era, Méjico, 1971, tomo III, p.p. 382, 383.

117.- Sanjinés, Alfredo: "La cuestión agraria en Bolivia" (24 de abril de 1937), en, Lenin, Trotsky: "El problema nacional y Latinoamérica".

118.- Trotsky: "Por los Estados Socialistas de América Latina", en, "El problema nacional y Latinoamérica".

119.- Trotsky: "El imperialismo británico y el petróleo mejicano", en, "El problema nacional y Latinoamérica".

120.- Trotsky: "Moral de Cafres", en, "Su moral y la nuestra". Juan Pablos Editor, Méjico, 1973.

121.- Mariátegui: "7 Ensayos…", p. 56.

122.- Mencionado por Palti, Elías José, en: "El enfoque genealógico de la nación y sus descontentos: el dilema de Hobsbawn". Revista "El Rodaballo", Año II, Nº 4, Buenos Aires, otoño/invierno, 1996.

123.- Mariátegui: Artículos publicados bajo el nombre de "El mensaje de oriente". En, "La escena contemporánea". Biblioteca Amauta, Lima, 1959.

124.- Mariátegui: "La reacción en Méjico". En "Temas de Nuestra América". Biblioteca Amauta, Lima, 1974.

125.- Mariátegui: "Punto de vista anti-imperialista". En, "Ideología y Política". Biblioteca Amauta, Lima, 1972.

126.- Mariátegui: "Al margen del nuevo curso de la política mejicana". En "Temas de nuestra América".

127.- Mariátegui: "Defensa del marxismo". Biblioteca Amauta, Lima, 1976, p. 74.

128.- Herrera Robles, Rafael: "Opinión de Mariátegui sobre la pugna entre Trotsky y Stalin". Capítulo de nuestro estudio "Mariátegui o la revolución permanente". Publicado previamente con el título de "Mariátegui y Trotsky", y con algunos agregados, con el título de "Mariátegui, Trotsky y Stalin".

Alberto Flores Galindo en su libro "La agonía de Mariátegui, su polémica con el Comintern" (Lima, 1980), también resalta que Mariátegui, no obstante la adhesión del Partido Socialista a la Tercera Internacional (estalinizada) no renegó de sus elogios a Trotsky.

129.- Mariátegui: "La Imaginación y el Progreso". Incluido en "El Alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy".

130.- Citado por Deutscher, Isaac: "Trotsky, el profeta desarmado", p. 67

 

 

Autor:

Rafael Herrera Robles (sociólogo)

Partes: 1, 2, 3, 4, 5
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