El fabuloso mundo subterráneo del estado de Guerrero. Mexico (página 2)

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va mencionando todos y cada uno de los picos, montañas y cerros que co-
nocen o se observan desde Zacalcuatepec.
La llegada de la l luvia vendrá
.
a convertir en férti les los ahora secos campos para que los hi jos del Seño

Fuerza de la Naturaleza, puedan recoger tiernos frutos y sacien su prolon-

gado ayuno.

Los riñones del chivo se ofrecen para pedir abundancia de frijol ,

la cabeza para que se cubran de vegetación los montes, los valles y las –

cañadas y también ofrendan para que abunde el dulce alimento de la cala_

baza y piden que proliferen las flores para la alegría del alma y de los

píritus. Además solicitan pastos, granos y plantas para el alimento de los

animalitos que también son hijos de la Fuerza de la Naturaleza.

Forma parte del ritual el pereg rinar, ofrendar, sacrificar y pedir

con inaud ita devoción y éste cu lmina al besar los participantes a la madre

tierra.
La fiesta prosig ue con el almuerzo comuni tario, compartiendo
el
morral que cada quien trajo y se bebe aguardiente; hay cantos,
plegarias,
chascarri llos y se danza hasta prolongadas horas de la noche. A veces,
–
las ceremonias y sus correspond ientes festejos se prolongan por días y se r!_

piten del 1o. al 2 de mayo y aún por los primeros días de junio. Cuandoel

ciclo agrícola ha terminado, dan gracias por las cosechas levant adas.

Al conv ivir con l os creyen tes y rudos indígenas y sabiendo e l v
lor del agua — tan preciado l íqu ido — comprende uno el por qué de estos
ri tuales que han perdurado por sig los, o qu izás m i len ios.

DANZA CON EL CRANEO DEL CHIVO OFRENDADO
..
..

LA SIMA DEOXTOTEMPAN

El ri tual en el pozo de Oxtotempan (2 ) en donde se reúnen unos dos

mi l nahoas, es, tal vez, la ceremonia más significativa a los dioses de las

profundidades de las que perduran hasta nuestros días. Según las creencias,

en Oxtotempan habi tan l os dioses y los cuatro vientos : uno que viene de –

donde sale el sol que es un viento bueno; otro que es el malo, que trae –

las heladas ( el del norte ); el que v iene del mar que a veces es bueno, –

más cuando se enoja ( en temporales y huracanes ) es malo; y el úl timo, –

al que más temen, es el que l lega por donde se ocu l ta el sol, es el que –

provoca las sequías.
&,
e l pueblo indígena de Atl iaca cuya población es bi l ingue, –
arlo con arlo, al filo del medio día, del 30 de abril se escucha una sono-

ta y rítmica percusión que indica que ha llegado el momento de reunirse
en capi llas, ig lesias, y ermitas;
un gran tambor de aproximadamente 1.5 –
metros de diámetro al que cargan tres o cuatro personas y lo tocan otras –
P.!
dos produce ondas que recorren algunos k i lómetros a su alrededor y los

regrinos van entonces a ofrendar, rezar, cantar y adornar con flores sus —

cruces; después al atardecer partirán con rumbo a Oxtotempan en donde se

reunirán con los peregrinos que vendrán de Zumpango, Atliaca, Apongo, –

Huil tzi patl y otros pueblos de los alrededores.

Cada mayordomo l leva la cruz de su veneración y por senderos –

ascienden cantando, rezando e implorando; le siguen los fieles y l os músi

cos, por la noche se reunen en Oxtotempon donde es recibido lo cruz ben
d i ta principal que es la de At l ioco, hay entonces una especie de bend i –
–
ción de cruces con incienso, Tepayole (f lores de mayo ), y l istones con pol-

vos bri l lan tes; los hachones de ocote i lumi nan l os senderos y l os pun tos de

reunión.

Después hay efectos pi rotécnicos, el torito, mezcol, cantos y do

zas; por un lodo andan los tlococoleros, el tigre, lo muerte, los pescados,

los ni ños postoras y otros daizon tes que seguidos por los peregrinos se po–

son lo noche recorriendo 450 metros que aproxi madamente tiene lo circunf!

rencio de lo boca del Pozo de lo Vida depositando en algunos puntos cru-

ces, ofrendas y semi l las.

Los peregrinos l legan o un al tor -donde siempre hoy unos doce –
cruces- o rezar y ofrendar con devoción;
los cruces no l levan al crucifi-
codo, van solos y los ri tos que se practican son uno mezclo de costumbres pre-
h ispánicos y cristianes, ambos fuertemen tecrroigcdcs.
Aún bojo el —
mon to de lo noche, alrededor de fogatas se cuelgan los reatos y cestos que

forman les chitos ( especie de enormes canastos de ramas y flores ), los que

l levarán den tro velos, cigarros, pon y alimentos; colocan también un pi-

co de mog uey como punto inferior que le dará equil ibrio en su descenso-

al fondo, donde Tloloc, Quetzalcotl y Ehecatl recibirán los ofrendas de –

sus hijitos.

Cuando empieza la aurora están al lí los rezanderos, los mayord

mos, los cantores y danzan tes; hay humo y olor a copal, es la hora de ala

* Pico central de maguey, formado por el conjunto de retoños de hojas agrupa
dos en forma envolven te, que tiene poco más de med io metro de largo.

bar al sol . Un espíritu mi'Hco, paga no-rel igioso, invade al cerro ceremo–

nial , se prepara la procesión de las cruces y los de cada pueblo, ranche-

ría o grupo llevan su chita; el rezandero principal , el que puede invocar,

es e I encargado de ofrendar a nombre de sus hermanos; cirece entonces ga_

l los y guajolotes que son lanzados vivos al fondo del pozo de la vida , I"!_

90 con fé , veneración y esperanza se van arrojando las chitas . Al terminar

de ofrendar , con cantos, alabanzas y peticiones se regresan a sus iglesias,

capi llas, ermitas o altares personales, donde depositan nuevamente sus cru-

ces para continuar con rezos hasta el día de la Santa Cruz del ritual cris-

tiano.

Los tlapanecos* efectúan ceremonias simi lares en la caverna de —

Ayotoxtla, (3 ) en donde el 24 de abri I se reúnen . Ahí se sacrif ican gallos ,–

guajolotes y chivos, adem6s todo el ano se practican hechicerías, l impias,

cirendas, mandas y penitencias.

También los mixtecos acuden a las cuevas y ahí colocan a sus –

d ioses sobre nichos naturales o van a enterrarlos. Las bolas de piedra labr

das a veces con ojos y rasgos de boca , t ienen un signif icado míHco para
ellos, el de eludir al mal y atraer al
bien.
los mitos, las aventuras, las traged ias y los encantos son los te-

mas que se relacionan con las cavemos.

* Grupo Etnico.
..

Chita 11 en la Sima de
11
Preparación de rituales y ofrendas
Oxtotempa
Vista parcial del pozo de Oxtotempa
:..,
. ,
..'!…;:
V"

Ofrendas de los tlapanecos en la Caverna de Ayotoxtla.

ESPE LEO ARQUEOLOGIA
Elactual Estado de Guerrero fue una regi6n importante de Mes
américa según se desprende de los cientos de sitios arqueol6gicos que aún-
existen; lo agreste de la regi6n permiti6 a infinidad de tribus encontrar ahí
refugio, además según estud ios Iinguísticos .de Don tvanuel Orozco lbarra –
en el ai'lo de 1864, todavía se cata logaron hablantes de 24 lenguas difere!!
tes, entre otros el tarasco, e l cuit lateca, el izcuco y el camoteca ( las –
tres ú ltimas ya extinguidas ) lo que hace suponer q ue esaregi6n del Pacifi-
co fue cuna de culturas en el horizonte cenoliHco. También son variadas –
las manifestaciones de arte rupestre y de los vest igios arqueo16gicos locali-
zados en cuevas y cavernas; a lgunos mura les en su colorido originaldeben
de haber resaltado en forma impresionante , m6s el tiempo, las filtraciones,
el polvo, e l h umo o el descuido han opacado y ensombrecido su nit idez; –
su origen no fue meramente casual pues los artistas pre-occidentales solían
plasm:2r su .obro principal mente por mot ivos solemnes, relacionados con su –
mitología y sus actividades cotidianas.
Los cominos que poco a poco se construyen permiten ir conocien
do los secretos que en cada regi6n se guardan celosamente. Son gu ías a —
nuevos descubrimientos, los pastores, los campesinos de t ierras de temporal
que usan las cuevas como ref ugio desde el cual cuidan su t lacolol o pare!..

las, así como otros que van a recoger el guano que uti !izarán como fertil.i_
zante . Los rezanderos y bl'U jos , hacen de las cavernas casi una propiedad –
privada; l os profanadores en busca de tesoros e íd olos así como los perse–
gu idos son también asid uos incursionistas. Cada intruso por lo general reco_
ge o destruye los elementos que encuentro en la superf icie de las oqueda-
des y esto dificulto la labor de los espeleo arqueólogos .
Los olmecas o su poso por la zona costera del Océano Pacífico,
entre otras muestras de su cultura , legaron maravil losas pinturas rupestres –
como son las local izadas a 1 300 metros de incursión dentro de la gruta de
Juxtlahuaca (4) cuya plasticidad de col ores rojo, negro y anaran jado , nos ha-

b la de las técn icas desarrolladas por los art istas d e hace
más de dos mil
..
años .
Toma ndo la población de Ch i lapa como base se pueden
explorar
la cueva de Oxtotitlán donde se pueden admirar los murales que decoran –

las pizarras de la cueva y , en la gruta de Pantitlán, internarse para adm

rar y conqu istar las gal erías de la gruta y si se t iene la suerte de encon–

trar un gu ía parlanch in , se escucharán anécdotas sobre los encantos ( de –

encantam iento ) de la caverna , donde aún se pued e escuchar , de vez en –

cuando, el tañ ir de una campana o el au llar del t igre o sent ir e l contacto

con los vientos malos.

En la parte alta del cerro de Pantitlán , sobre la cai'ada princi-

..
pal , se pueden apreciar a ambos márgenes las pinturas rupestres del sol , un

buho, estrellas , manos y otras f iguras¡ ahí existe un sitio pred i lecto para –

hechicer ías. Cont inuamente se encuentran veladoras, cirios , f iguras depa-

pel , l istones, viboras m uertas e incluso amu letos como los que guardaba el

Prof. Isidro Miranda, ( q.e. p. d. },incansable explorador y estudioso de la

región.

Una de las pocas zonas espeleo-arqueológicos estudiadas es la de
Oxtoti tlan.
En 1968, D. C. Grove, el Prof . Héctor León, Eduardo lvien–
dez, Pedro Mi rcmda y arqueólogos del INA H exploraron detenidamente la –

cueva, catalogando los principales pinturas rupestres cle Oxtitlan, como —

obras de arte de la cultura olmeca, plasmadas entre 1 200 y 800 años – –

A. C.

En la cueva de Oxtotitlan diversas tribus dejaron más de cincuen

ta pinturas rupestres de las cuales destocan la del g uerrero óguilo, pal ier< PLEISTOCENO
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FORM. BALSAS
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CUADRO EST R ATI GRAFICO
con las partículas minerales que 01Tas-
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I Iones de olios por lo naturaleza del –

globo te1T6queo emergieron sobre el n..!,

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y playas como un cuento hecho reol i-

es el fen6meno de covemoci6n más co
OR. BONET
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