Los dominios de los Taramaquas o Taramas (Tarmas, Taramaynas o Toromaynas) abarcaron desde Naiguatá y todas las serranías y vertientes del Guaraira Repano o "Sierra Grande" (Ávila), Macuto, Maiquetía, La Guaira o "Viento Veloz del Fuego", Cabo Blanco (Guaracarumbo), Chichiriviche o "Aquí Si Se Puede Vivir", El Palmar del Tuy (La Colonia Tovar), El Jarillo, puerto de Cagua (Puerto Cruz), Panariwa (El Limón), Maya, Chuao, Sepe ("Guerrero Valiente"), Choroní, Borburata, Patanemo, las orillas del Lago de Tacarigua o Valencia, los valles de Caracas, Aragua y el Tuy; al oriente llegaron a Araira, Chuspita, Capaya, Cúpira y todas las tierras de Karai–acá o Caracallaca (Carayaca) que en lengua de la Civilización Katugua significa: "… Sede de Señorío…".
Hay una versión que fue extrañamente enarbolado por algunos cronistas de más lejanas datas nos dieron a conocer que el vocablo Carayaca significa "Cerca de la Nación de los Caracas". Claro está, tenemos otros poblados indígenas como los fueron Petáquire, Cataure y el actual pueblo de Tarmas, que fue el epicentro de poder del Gran Caciqueado o Confederación de los Taramaquas.
Casa de la Hacienda en Chichiriviche de la costa
Los Taramaquas o Taramas se extendieron por los lados de Cúpira; lo que nos indica que estuvieron muy relacionados con sus parientes los Cumanagotos, quienes extendieron sus dominios desde el oriente del país y que en su proceso migratorio llegaron a establecerse en las cercanías del pueblo de Chirimena y Puerto Francés.
En las historias orales de nuestros ancianos y ancianas en el pueblo de Tarmas manifestaron que nuestros ascendientes y sus descendientes arribaron a nuestras tierras como las aves que en sus andares volátiles vinieron de lugares muy lejanos y remotos de nuestra América (Abya-Yala) del sur; y presumimos que desde allí es de donde proviene el nombre de nuestro ancestral pueblo al oeste del actual Edo. Vargas.
El historiador e investigador venezolano don Arístides Rojas, sobre Los Tarmas en su obra "Estudios Indígenas" hizo la siguiente referencia:
"… Es el Tuy, con un curso de 307 km de largo, de los cuales 96 son navegables, desde el vecindario de Santa Teresa hasta el mar, el río célebre de esta región: porque en sus orillas y en las colinas y valles de sus treinta y siete tributarios y otras tantas quebradas, vivieron los arbacos, paracotos, teques, taramainas, Meregotos, tarmas, mariches, charagotos, quiriquires y sobre todo los célebres caracas…". (p.42).
Los Taramas o Tarmas tuvieron un asiento muy importante en el sitio del Jefe Amanaure en donde está asentado el pueblo de Nuestra Señora de Carballeda o Caraballeda. La conquista española de nuestras tierras se debió a las incursiones que hizo el Almirante Cristóbal Colón por tierras de los Chichiribenses entre los años 1.492 y 1.498. Sobre los cuales hay relatos que están registrados en la bitácora de su tercer viaje, en donde expresó que logró recalar con sus navíos en la costa venezolana por los lados de Macuro y en los señoríos de los Waraos o Guarahunos, que significa en lengua warao: "… Hombre del Agua o habitantes de canoas…".
Papa Alejandro VI de Borgia
Lo más interesante de esta veraz narración histórica, es que los indígenas Waraos fueron quienes les dieron vida al Delta del Río Orinoco; ya que han estados establecidos más de treinta mil años en esas aguas, islas y tierras. La desembocadura del río padre es conocida como Delta Amacuro y por ende esa porción territorial lleva ese nombres. La palabra Amacuro en lengua Warao significa: "… Pájaro…".
El Almirante Cristóbal Colón desde Granada en España le escribió a la Reina Isabel de Castilla lo relacionado cuando conoció la región de Macuro en su navegación por esos lares el 3 de agosto de 1.498 y que la escritora doña Julieta Salas de Carbonell registró en estos términos en su obra "El Misterio de las Fuentes":
"… torno a mi propósito de la tierra de Gracia y rio y lago que allí hallé, a tan grande que más se le puede llamar mar que no, lago más, yo muy asentado tengo en el ánima que allí donde, dije es el Paraíso Terrenal…". (p.21).
Los viajes de "descubrimientos geográficos" realizados por los españoles fueron a través del Patronato Regio; que como política de dominación en los aspectos religiosos y teológicos por parte de la iglesia católica romana y española fue implementada en contra de nuestros antepasados por parte de La Casa de La Contratación de Sevilla y el Estado Pontificio de El Vaticano en la ciudad eterna de Roma en el siglo XV.
Los firmantes de esas vagabunderías esclavizantes fueron don Fernando
II de Aragón (Rey de Castilla) y su celebérrimo
compinche el Papa Juliano de Róvere, quien fue un empedernido
ratero de oficio. Allí dejaron muy claro y definido el uso de la espada
como forma de penetración en las posesiones que esos forajidos llamaron
tierras del "Nuevo Mundo Americano", donde implementaron la
ideologización doctrinaria y teológica de los pobladores originarios
a través del símbolo de la Cruz Cristiana; para extrañamente
sincretizar culturalmente a los pueblos dominados, tanto en la América
como en el África milenaria.
El Papa Alejandro VI fue un reconocido sádico y miembro de la degenerada Casa Real española de los Borgia; quien dictó dos bulas papales denominadas Inter Cetera y Dudum Siquedem del 3 y 4 de mayo de 1.493, respectivamente. Ese indigno y miserable Pontífice romano de origen español y cristianamente llamado Rodrigo de Borgia, fue educado por su tío materno Alfonso Borgia, conocido en las barraganías vaticanas, como el infalible Papa Calixto III.
El Papa Alejandro VI de Borgia sustituyó en el Pontificado Romano al Papa Inocencio III, quien era el padre biológico de César y Lucrecia Borgia. Convirtiéndose ese pérfido genocida en un claro y manifiesto ejecutor del Santo Oficio del Tribunal de la Inquisición durante su mandato como Obispo de Roma; ya que él fue quien ordenó la ejecución del reformador florentino Girolamo Savonarola; donde burlando El Tratado de Tordesillas que fue firmado con los Reyes Católicos Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla, quienes dividieron el mundo conocido en aquel entonces, entre los reinos de España y Portugal; dándole legalidad al proceso de conquista y despojos de las tierras aborígenes en las Indias Occidentales, como el establecimiento de la esclavitud como forma de explotación en sus pobladores originarios.
Los Reyes Católicos de España
El Máximo Pontífice Alejandro VI dictó 5 bulas que fundamentaba el dominio mundial del papado hacia todos los pueblos del Orbe conocido y que fueron avistados por los conquistadores portugueses y españoles durante su reinado en El Vaticano. Ese vulgar purpurado hispánico le dio más fuerza a la Bula del Papa Nicolás V en el año 1.455, quien les dio cancha a los navegantes portugueses para que se adentraran en el Cabo Bojador y en la Guinea Ecuatorial africana y devastasen a esos pueblos a través del Régimen de la Esclavitud.
En esas travesuras los españoles se apropiaron del Archipiélago Canario y del África tropical; donde nuestros antepasados guanches desaparecieron para siempre del mundo de los mortales y los africanos fueron traídos a la América en la Trata Negrera; siendo su primer mercader en tierra venezolana, nada más y nada menos que el Capitán Don Simón de Bolívar "El Viejo", "ilustre antepasado" del Libertador Simón Bolívar y Palacios y fundador de ese apellido en la ciudad de Caracas y los valles de Aragua, quien introdujo 1.000 esclavizados africanos en las nuevas haciendas que se fueron formando en los alrededores de Carayaca en el año 1.590 y que fueron comercializados en el Mercado de Punta de Mulatos en La Guaira, una vez traídos de la Guinea Ecuatorial española; en vista al fracaso del Régimen de Encomiendas que fue implementado en estas tierras.
La tenencia de las tierras por parte de los primeros conquistadores españoles, adelantados y encomenderos, como despojo a los pobladores originarios, nació con la "Merced de Tierras". El ancestro del Padre de la Patria, don Simón de Bolívar, la obtuvo en el valle de los indios Caracas en el año 1.594. Mientras que el Capitán Garcí González de Silva obtuvo dos mercedes de tierras; una de 20 fanegadas castellanas en las riberas del Río Anauco el 8 de mayo de 1.593 y otra contentiva de 12 fanegadas en el Valle de La Pascua (El Valle-Caracas) el 24 de mayo del mismo año. El Capitán Juan de Riberos fue beneficiado con 30 fanegadas de tierras en la Quebrada del Jefe Merequetepe el 31 de julio de 1.592.
El difunto historiador don Federico Brito Figueroa en su obra "el problema tierra y esclavos en la historia de Venezuela" nos da a conocer como la monarquía española en su extraña "Política Indiana" fundamentó el derecho a la propiedad territorial en manos de sus capitanes y adelantados en estas tierras de Nuestra América Siempre Rebelde en conformidad con el cuadro de "Regalías" que presentó en uno de sus tratados don Juan de Solórzano y Pereira, bajo estas letras:
"… fuera de las tierras, prados, pastos, montes y aguas que por particular gracia y merced suya –es decir, de la Corona- se hallaren concedidas a las ciudades, villas o lugares de las mismas Indias, o a otras comunidades o personas particulares de ellas, todo lo demás de este género y especialmente lo que estuviere por romper y cultivar, es y debe ser de su Real Corona y dominio…". (p.11).
El antes mencionado investigador histórico venezolano, nos refleja lo siguiente:
"… En consecuencia, a la luz de la doctrina antes mencionada, es necesario considerar las capitulaciones y las mercedes como los primeros instrumentos, legales que permiten poseer la tierra, con carácter privado, en las colonias hispanoamericanas…". (p.11).
Esas políticas de incrementar "Las Regalías" se ha mantenido inclusive dentro de nuestra industria petrolera desde los tiempos del mandato del General en Jefe Juan Vicente Gómez Chacón y que fueron tocadas en el gobierno del Presidente-Comandante Hugo Rafael Chávez Frías y que aún se siguen manteniendo a favor de algunas familias burguesas como los Vollmer y los Cisneros; sin obviarse a los nuevos manda más que forman parte del "Chavismo Socialista y Bolivariano".
Esa desgracia de despojos a nuestras tierras ancestrales tuvo uno de sus momentos más cruciales en tiempos del Rey Fernando VI de Borbón en España, cuando ese degenerado conjuntamente con el monarca de Portugal firmaron un acuerdo en la ciudad de Madrid el 13 de enero de 1.750, que fue conocido como El Tratado de San Ildefonso. La historiadora Julieta Salas de Carbonell sobre esa situación que no es solo el preludio de lo que repartió en su época el Papa Alejandro VI, sino que fue la pérdida de gran parte de nuestra Amazonía venezolana con el viejo imperio del Brasil; dándonos a conocer lo siguiente:
"… Y por tanto lo que mira a la cumbre de la cordillera que ha de servir de raya entre el Marañón y el Orinoco, pertenecen a España todas las vertientes que caigan al Orinoco y a Portugal las que caigan al Marañón…". (p.271). "El Misterio de las Fuentes".
Todo lo que se relaciona con el Río Marañón tiene que ver con el Capitán Lope de Aguirre, quien siendo el último de los soldados del Capitán Francisco de Orellana salieron en una misión hacia la selva amazónica en busca de El Dorado y llegaron a las islas de Trinidad y Margarita en el Mar Caribe en el año 1.843. El marañón Lope de Aguirre con sus soldados cimarrones se convirtió en el máximo jefe de esa expedición que salió del Perú.
El Capitán Francisco de Orellana era primo de los conquistadores españoles don Hernando de Pizarro, Gonzalo de Pizarro y Francisco de Pizarro, quienes sometieron a los Incas en tierras del Perú, Chile y Quito. El Capitán Orellana cristianizó a Santiago de Guayaquil, quedando para la posteridad como el "fundador" de dicha comarca incásica a orillas del Rio Guayas con acceso al Océano Pacifico.
Don Francisco de Orellana nació en la ciudad de Trujillo en España en el año 1.511 y muy joven vino a la conquista de América en el año 1.527, luego emprendió una incursión en búsqueda del "País de la Canela" en la Amazonía para dar con los orígenes del Río Amazonas. Siendo atacado en su recorrido por unas amazonas el 24 de agosto del año 1.543, en la desembocadura de un gran río al Mar Atlántico que él denominó según los vocablos de las aldeas que les atacaron en esos cruciales momentos como el Río Coroni u Orinoco.
Luego con un navío a vela desplegada se dirigió a la Isla de Cubagua, adonde arribó el 11 de septiembre de 1.543. Finalmente se dirigió a España, haciendo una escala en Portugal para conversar con el Rey Juan III de Braganza, donde le ofrecieron villas y castillos para poblar la región amazónica. Al fin contrajo matrimonio con la sevillana doña Ana de Ayala y siendo financiado por su padrastro judío sefardí don Cosmo de Chaves al servicio de la Corona española; su hijastro realizó otro viaje a la América meridional.
En esta última expedición a la selva amazónica fue fuertemente diezmado y sucumbió en sus afanes de conquista en noviembre del año 1.546. Sobreviviendo su esposa y el Capitán Diego García de Paredes, "extraño fundador" de la ciudad de Trujillo en los Andes venezolanos, y quienes pudieron llegar a la Isla de Margarita.
Para los geólogos y aborígenes Panares de la Gran Familia Caribe en el sitio de Los Pijiguaos en el año 1.987, cuando se comenzó a explotar los grandes yacimientos de bauxita que se encuentran a casi a ras de la tierra en los territorios de los estados. Bolívar y Amazonas, con casi un 68 % de pureza y que es transportada por moto empujadores a las empresas del aluminio en la zona de Matanzas en Ciudad Guayana, según un investigador minero chino de Shanghái, nos manifestó lo siguiente:
"… Todos esos indígenas Panares son chinos y sus lenguajes están fonéticamente ligados algunas lenguas chinas que desaparecieron en nuestra tierra hace miles de años atrás, y sus piedras grabadas que aquí conocen como petroglifos son formas de las escrituras más remotas que tuvimos en China y que ahora se traducen en la escritura ideográfica que tenemos en el presente…".
"… Hace miles de millones de años por El Paso del Torno o Paso del Infierno se produjo un fuerte hundimiento sobre la base de un meteorito que cayó en donde ahora está el Golfo de Cariaco y desvió el curso del Río Orinoco que iba a Urumaco en tierras falconianas y desembocaba en las aguas que les circundaban hacia el mar de esos tiempos; ya que el Orinoco era el Rio Padre, debido a que en el desembocaba el Río Amazonas. Ese gran cataclismo desvió al Orinoco hacia el curso que ahora tiene hacia el Océano Atlántico y el Río Amazonas cogió su curso hacia donde desemboca en Belem do Para en el Brasil…".
"… Y en cuanto a la bauxita, el descubrimiento se dio debido a que los indios Panares pintaban sus guayucos con algo que les daba el color rojizo y eso era la bauxita…".
A raíz de los sucesos que se dieron en las cercanías del pueblo de Tumeremo en el Edo. Bolívar, donde fueron asesinados a mansalva y vilmente varios mineros y mineras, tenemos que denunciar públicamente que esa situación obedece a las formas como estamos pasando de un estado rentista en base a la industria petrolera para entrar en una fase de dominación capitalista que conocemos ahora como El Arco Minero, que no es otra cosa que la fase superior del Capitalismo Rentista de manera oculta y entreguista a los países que integran el Bloque Comercial de la Brics; el cual está conformado por países como China, Rusia, India, Suráfrica y el Brasil; cuyos minerales de vitales importancia para explotar son el Coltan, el Torio, el Oro Monotónico y paremos de contar; cuyo ideólogo principal de esta entrega es el afro-mirandino Rodolfo Sanz, Ex–Presidente de la CVG en tiempos del gobierno del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías y actual Alcalde de Guarenas-Edo. Miranda.
Generalísimo Francisco de Miranda
Con esos agravantes es casi seguro que las comunidades aborígenes
asentadas en la selva guayanesa y amazónica corren el riesgo de ser exterminadas
por los extraños amigos del "desarrollo y el progreso"
en la actual coyuntura histórica. Siendo necesario ante esa situación
evocar las palabras del generalísimo y Almirante Sebastián
Prudencio Francisco de Miranda y Rodríguez: "…
Alzaos y la victoria será vuestra…".
El escritor R. Frondizi en "Introducción a los Problemas Fundamentales del Hombre", nos manifiesta lo siguiente:
"… La religión es una creación humana, lo mismo que todas sus nociones básicas, incluyendo la idea de Dios. En su aspecto intelectual, es un modelo interpretativo del mundo y del hombre, su origen y su destino. En su aspecto moral ha servido de sostén del hombre en un mundo incierto, complejo y en constante zozobra. Para algunos, todavía desempeña este papel. En cambio, otros han renunciado a fundar el orden ético en un ser o en un mundo transcendentes y lo buscan en la razón y la experiencias humanas…". (p.424).
Los viajes geográficos realizados por los reinos de España y Portugal hacia el mal llamado "Nuevo Mundo Americano" es una clara continuación de Las Guerras de las Cruzadas que fueron propiciadas por los sumos pontífices romanos del Estado Soberano de El Vaticano a partir de los siglos XV y XVI. Los Tarmas fueron los primeros aborígenes que combatieron y derrotaron en el primer Combate Naval de Chichiriviche de la Costa en tierra firme de este continente a las huestes invasoras hispánicas al mando del Capitán Alonso de Ojeda en 1.499. Quienes en su retirada hacia el occidente de Car Hua Ná o Curiana denominaron a ese lugar bajo el nombre de Puerto Viejo de El Flechado.
El viejo Mercado de La Guaira en las cercanías de El Cardonal
Cabe decir, que el Capitán Alonso de Ojeda zarpó con sus navíos y con viento en popa en sus velas desde el puerto de Santa María de Cádiz el 18 de mayo de 1.499. Iniciando su exploración en las costas venezolanas a partir del 24 de agosto del mismo año; encontrándose entre los miembros de su tripulación el judío sefardí y Piloto Mayor Don Juan de La Cosa.
La Confederación de los Taramaquas o Taramas (Tarmas) estuvo bajo la conducción del Dopootorü Charaima "Señor del Valle de Costa de Maya" o "Señor de las Charas"; semanas después libró un cruento combate naval en contra de tan afamado capitán español en tan bellas y distantes playas tarmeñas de Chichiriviche de la costa; las fuerzas invasoras navales hispánicas tuvieron 20 heridos y un muerto en ese histórico combate naval y de tierra.
Algunos meses después del primer combate naval en esa zona se produjo una segunda incursión naval española en esos predios tarmeños; librándose el segundo Combate Naval de Chichiriviche de la costa en el año 1.500 de nuestra era; donde el Dopootorü Charaima derrotó al contingente naval español comandado por el Capitán Don Pedro Alonso Niño, quien había partido con su tripulación y soldados desde Puerto de Palos de Moguer en España en junio del año 1.499, siendo acompañado en esa expedición por los hermanos don Luis Guerra y don Cristóbal Guerra.
En las bitácoras de navegación que burilaron los primeros conquistadores españoles a las tierras de Car Hua Ná o Curiana (Lugar cercano a tierra rica en perlas), en la región costera de los antiguos Taramaquas, convirtieron dichos lugares y sus profundidades en puntos de referencia para los navegantes y cartógrafos en esos lejanos tiempos; quienes en sus navegaciones a viento en popa, pudieron trazar su derrota ortodrómica desde sus puertos en el levante español, hasta alcanzar las islas y tierras en la costa firme de lo que desde esos lejanos días llamamos Venezuela en el Mar Caribe.
Itinerario del Capitán Alonso de Ojeda en 1.499
Lo acaecido en las costas de Chichiriviche al oeste del Cabo de Joao Branco o Juan Blanco (actual Aeropuerto de Maiquetía) es el preludio de que los adelantados hispánicos pudieron comprender que no podían entrar en sus afanes de conquistas por esa inmensidad del Mar Caribe que estaba bajo control de los Taramaquas o Tarmas a finales del siglo XV. Dándose comienzos a una guerra envolvente que comenzaría por el oriente y el occidente de la antigua "Veneziola" o "Pequeña Venecia", con destino hacia el centro del país.
Lo interesante de lo que se presagiaba en el devenir de nuestros pueblos precolombinos lo recogen el gran educador guaireño de extirpe margariteña don Alexi José Rojas Guerra y el difunto antropólogo Luis (Laffer) Thanyi en "El Mito de Amavalicá" que burilaron en el libro "Arte Rupestre en el Estado Vargas":
"… No volvió a oírse en el bosque el redoble de esos tambores no el suave sonido de sus flautas. Se apagaron sus gritos de guerra y sus flechas dejaron de cruzar el aire de las sabanas.
Pero ni el huracán ni las lluvias cayendo sobre la montaña han logrado borrar los signos de la roca pintada que Amavalicá, padre de las gentes, grabó como señal de su paso por la tierra en la edad de las aguas…". (p.31).
¿No sería esto el preludio del diluvio universal?
¡He allí el comienzo del gran engaño papal de los voceros de El Vaticano en nuestras tierras!
Vista de Taguao desde Zapateral, año 2.005
Los poderes imperiales romanos y españoles crearon sus nuevas
leyes en contra de los aborígenes indo-americanos debido a las confrontaciones
que se dieron en la Misión de Píritu en el año
1.515 y en las de Chichiriviche en 1.525.
Con el gobierno del Rey Carlos V de Habsburgo quien era de origen germánico, fue cuando se incrementan con más vigor los viajes de los adelantados hacia estas regiones equinocciales del Hemisferio Occidental; dándole mucho poder a sus aliados y mercaderes alemanes conocidos como los Belzares o Welseres. Quien sobre el criterio de la Monarquía Universal y bajo el lema de "que en mis dominios no sale el sol" fundamentó sus planes expansionistas y esclavistas a través de la legitimación imperial española en ultramar y que recogió el jurista español don Miguel de Ulcurrum en su obra "Catholicum Opus Imperiale Regiminis Mundi" en el año 1.525 y donde manifestó que el derecho de gente (jus gentium) se tenía que consolidar en base a una integración de los reinos en la comunidad internacional; algo parecido a la OTAN y a lo que fue el desaparecido Pacto de Varsovia, y que el Presidente-Comandante Hugo Rafael Chávez Frías pretendió crear en este continente bajo el nombre de OTAS.
Hay datos que nos indican sostenidamente que en el sitio de Puerto Maya hubo una Aldea de las Taramaquas o Tarmas en el año 1.555. El cual fue el asiento principal del Dopootorü Charaima, una vez que los conquistadores españoles se asentaron en el puerto de Arrecifes o puerto de Guaicamacuto antes de la cristianización de las comunidades tarmeñas; dejándose a un lado a los puertos de La Guaira y Caraballeda, y habiéndose sometido a los naturales de esas comarcas al oeste de Cabo Blanco, quienes fueron desplazados los sobrevivientes hacia otras encomiendas de este litoral en la gobernación de la Provincia de Venezuela; ya para esa época en la mente de nuestros anuános padres precisamos que a Los Tarmas en su centro de mando los convirtieron en Pueblo de Doctrina de Indios, donde fueron obligados a comenzar a sincretizar sus tradiciones y costumbre en el marco de la Teología de la Esclavitud.
Históricamente en los tiempos de la conquista se pudo apreciar que Arrecifes fue un puerto ideal para hacer negocios entre los mercaderes y los capitanes de los buques que allí recalaban. Sin dejarse atrás a los Tarmas, dueños y soberanos de esas tierras y costas; debido a que el puerto de Arrecifes, cuyo nombre se debía a los arrecifes existentes en ese territorio de los Taramas o Tarmas, los cuales protegían a la ensenada y era un camino de comunicación hacia el valle de Los Caracas; ya que dicho trayecto se hacía a través del camino antiguo que iba de Catia de La Mar o por medio del atajo que iba al lugar denominado Mamo y que remontaba la fila de los Tarmas; medio transitorio por el cual los Tarmas hacían sus negocios con algunos mercaderes entre Caracas y las islas del Caribe.
Aparición de la "Santísima Cruz"
En manos mercenarias españolas en 1.492
Como forma de dominación ideológica
Ahora comenzamos a darle forma a estas narraciones históricas bajo el esfuerzo que realizaron los miembros del Equipo Local de Investigación Histórica "Carapaica" y que lo enfocamos a través de la Memoria Popular Colectiva y la Transmisión Oral (Oralidad) como herramientas en la preservación de los acontecimientos y vivencias de los hechos del pasado con grandes protagonistas que se desenvolvieron en los amplios espacios geográficos en los cuales se movieron los guerreros y guerreras de La Gran Confederación de Los Taramaquas o Tarmas y que fueron preservados en las mentes de nuestros abuelos y abuelas a través de los tiempos y las edades.
A través de la historia hemos entendido que el devenir histórico de nuestros pueblos no se puede enmarcar dentro de los ámbitos de las leyendas y mitos; donde consideramos que Fray Cesáreo de Armellada tiene sobradas razones cuando la historiadora doña Carmela Bentivenga de Napolitano en su obra "Leyendas Indígenas Venezolanas", nos da a entender sus letras en esa misma dirección:
"… la leyenda tiene sobre el cuento eso de ser maravilloso; se hacen intervenir fuerzas mágicas, seres extraordinarios. Y ya se sabe que la distancia en el espacio, hace imaginativos a los hombres más allá de lo ordinario, según aquello del refranero popular: a luengas distancias, luengas mentiras…". (p.4).
La antes mencionada escritora nos da a conocer estas letras de Kuhn:
"… el origen remoto de estas narraciones históricas estaría en la natural tendencia de la mente humana a tomar la metáfora por realidad y las figuras del lenguaje por historia y cuento…". (p.4).
Más luego, ella refiere lo siguiente:
"… Las leyendas son un esfuerzo del hombre primitivo para acallar la curiosidad ingénita del ser humano. Recuérdese que hasta los hombres muy científicos gustan de sacudir el yugo férreo de la razón o la lógica para someterse y al yugo florido y suave de la imaginación.
Es esencial al concepto de leyenda que la narración fantástica se haya incorporado a la transmisión oral del pueblo…". (p.4).
El dopooto tarmeño Guaicamacuto libró combate en las cercanías de Maiquetía, hiriendo de muerte al Capitán Jorge Juan Quiñones, quién en carne propia sintió el peso de la derrota al ver diezmadas sus fuerzas en esos cruciales momentos de la resistencia indígena en 1.558. El Capitán Francisco Fajardo en ese mismo año navegando desde la Isla de Margarita en compañía de su madre Isabel con algunos españoles entre su tripulación y algunos indígenas guaiqueries quiso establecer un poblado en un asiento de los Taramaquas de esas costas bajo el nombre de la Villa de El Rosario en El Panecillo.
Playas de Maiquetía
Justamente en la ensenada que da al mar y que hoy es el actual pueblo de Nuestra Señora de El Rosario de La Sabana en jurisdicción de la actual Parroquia Caruao. Para enfrentar esa extraña invasión española proveniente desde la Isla de Margarita, fue necesario que se llevaran a cabo varias reuniones de Consejos de Ancianos entre los dopootos de la Gran Confederación de los Taramaquas o Tarmas en esas comarcas y predios a barlovento de nuestro litoral centro norte costero.
Sobre la conducción de los enfrentamientos posteriores, hubo grandes desavenencias entre los dopootos Guaicamacuare y Paisaná; ya que el primero se planteaba no ir a la confrontación sino buscar el dialogo con el pariente Francisco Fajardo; debido a que su madre Isabel era parte de la familia de los Taramaquas aposentados en el sitio de Maya.
Guaicamacuto o "Cesto de Espinas"
Hermano de Guaicaipuro
Sin embargo, el Dopooto Paisaná creyó que la vía violenta era la mejor para enfrentar a los nuevos invasores que venían en sus piraguas y curiaras desde el oriente de nuestra franja costera: ya que en el mestizo Francisco Fajardo se apreciaban actitudes de querer traicionar a los pueblos que amistosamente le habían abierto los brazos como señal de amistad y buen recibimiento, y para que pudiera convivir entre los clanes y aldeas que eran parte de su propia sangre y existencia.
Finalmente, el Jefe Paisaná atacó a las fuerzas del Capitán Francisco Fajardo con arrojo temerario y con una valentía sin parangón alguno. Pero, las fuerzas del mestizo traidor estaban compuestas por guaiqueries margariteños y por los Píritus al mando de don Juan Caballo. En este combate fue derrotado el Dopooto Paisaná, quién inmediatamente fue ahorcado por órdenes expresas del Capitán Francisco Fajardo.
Aquellos enfrentamientos contribuyeron en aumentar la confrontación entre invasores e invadidos en estas tierras caribeñas de nuestro litoral central. Logrando el dopooto tarmeño Paramaconi destruir el hato o la Villa de San Francisco en 1.562, la cual quedaba situada en donde hoy se encuentran las tierras del Fuerte "Tiuna" en Caracas; contando en ese combate con la colaboración de su guerrero Toconai; ya que ambos dopootos con sus valientes guerreros tarmeños derrotaron a los afamados capitanes hispánicos Juan Rodríguez Suárez y Juan Jorge Quiñones; con el triste y melancólico pesar de que el Jefe Toconai murió combatiendo heroicamente en la destrucción de ese poblado cristiano erigido por el traidor Francisco Fajardo.
Paramaconi o "Cabeza del Caimán"
Señor de la Aldea de los Tarmas de Caracallaca o Carayaca
En aquellos tiempos el dopooto tarmeño Paisaná atacó a la Villa de "El Collado", posteriormente conocida como Caraballeda y asiento del dopooto tarmeño Amanaure en el valle de Nirúa, que fue erigido por el mismo Capitán Francisco Fajardo, quien era de extirpe y sangre tarmeña; ya que a través de su madre la Cacica Isabel descendía del Dopootorü Charaima.
La madre del Capitán Francisco Fajardo murió envenenada a raíz de una pócima de plantas venenosas que fue echada en las aguas del Río Maraca-Curinare o San Julián, donde también fallecieron varios soldados españoles. A raíz de esos sucesos el Dopooto Paisaná fue hecho prisionero y ahorcado en compañía de diez de sus mejores guerreros.
El jefe tarmeño Guanauguta derrotó y le dio muerte al Capitán Diego García de Paredes en el combate que se suscitó en Cabo Blanco el 2 de septiembre de 1.563. Habiendo sido primo del Capitán Francisco de Pizarro, conquistador del Perú; quién habiendo cumplido órdenes expresas del Capitán Diego de Losada logró ejecutar al Rey Miguel I de Buría. La historia originaria de los pueblos de Nuestra América Siempre Rebelde no están aislados los unos de los otros; ya que en el Perú o Pirú hay un pueblo llamado Tarma y sus primeros pobladores fueron "Los Tarumas", habiendo cierta coincidencia con el pueblo de Tarmas y sus primigenios habitantes "Los Taramas".
Entre los sobrevivientes estuvo el Capitán Gabriel de Ávila, quién fue parte del ejército invasor genocida al mando del Capitán Diego de Losada en el año 1.567. Habiendo sido uno de los confesos asesinos del Dopootorü Guaicaipuro (Waikae´puru) y de los vulgares saqueadores de sus minas en Los Teques, y de las que poseía en La Laguneta de Petáquire en tierras de los Taramaquas o Tarmas en el Señorío KATUGUA de Karai-aká o Carayaca.
El Capitán Diego García de Paredes fue el conquistador que por la vía violenta cristianizó al pueblo de Santa Ana de Trujillo en los Andes venezolanos. Entre sus afanes de luchas opresoras y explotadoras combatió en contra del marañón Lope de Aguirre; también estuvo batallando en contra del negro Miguel en las minas de Buría, siendo luego designado Gobernador de la Provincia de Popayán en el Nuevo Reino de Granada.
Insurgentes indígenas en contra
De los conquistadores españoles en el siglo XVI
El Teniente Francisco Carrizo ahorcó al dopooto tarmeño Araguayre en el sitio de Tacata en el año 1.568. Dicho crimen se llevó a cabo traicioneramente y a raíz de la extraña muerte de dos conquistadores españoles que incursionaron en sus predios y dominios. Cuyo fin tuvo como radio de acción frenar el avance del Dopootorü Guaicaipuro (Waikae´puru) ante el esfuerzo y llamado que hizo en su Gran Señorío para tratar de concentrar a todos los dopootos de La Gran Confederación de los Taramaquas o Tarmas y de esa manera tratar de acabar de una vez y para siempre con las incursiones militares de los invasores hispánicos-vaticanos en estas tierras del centro de nuestra patria antigua, conocida bajo el nombre sagrado de Car-Hua-Ná (Cari-Hua-Ná o Curiana).
A raíz de estos enfrentamientos entre indígenas y los pocos conquistadores hispánicos que se hacían acompañar de aborígenes renegados y traidores a sus propios pueblos y comunidades tribales, decidieron que era necesario para ellos mantener poder sobre la vida y la muerte en contra de nuestros ancestrales padres y madres autóctonos de nuestras tierras y parajes. Viéndose en la necesidad de arrebatarles sus tierras, tranquilidad y riquezas naturales.
Claro está, la iglesia se metió en esas vainas con el cuento de que era la dueña de las almas de aquellos aborígenes que defendían sus vidas a toda cuesta y sin temores algunos en contra de los invasores que vinieron desde lejanos lugares allende al Mar Océano. Esa dualidad dominante nos trajo una mala conformación de la personalidad en el ser venezolano y dio paso a una inter relación cultural que hoy sufrimos y vivimos cuando usamos expresiones como estas y que tienen que ver con los rasgos de nuestros comportamientos desde el siglo XVI hasta el presente:
¡No me des, ponme donde hay!
¡No me pongas donde hay, ponme en donde está el poder!
¡Él roba, pero hace!
¡Con el poder se hace de todo!
¡Estoy más o menos!
¿Qué de pinga, vale?
¡La Constitución Nacional sirve para todo!
En aquellos tiempos el Dopootorü Guaicaipuro (Waikae´puru) rememoraba el toque de los tambores del legendario y místico sabio Amaliwak o Amalivaca, Señor de Los Tamanacos, cuando invocaba a sus dioses ancestrales o convocaba a los naturales en sus diferentes señoríos o clanes familiares en los valles, selvas, ríos o montañas de estas tierras ancestrales, para anunciarles que algo iba a suceder en los predios de la Civilización KATUGUA y de la Gran Confederación de los Taramaquas o Tarmas y que esos repiques era los sonidos de los tambores en tiempos de Wazabaras o Guerras.
Guaicaipuro (Waikae´puru) siempre les manifestó a sus pueblos los grandes trastornos que vendrían sobre nuestros antepasados y que de hecho fue una gran verdad. En el pasado nos atacaron las fuerzas imperiales españolas y ahora en el presente vivimos bajo constante acoso y la amenaza constante de invasión por parte de las fuerzas militares del imperialismo norteamericano. Teniendo nosotros en esta coyuntura histórica, la necesidad vital de recordarle a todos los venezolanos y venezolanas, latinoamericanos y latinoamericanas, caribeños y caribeñas, las palabras inmutables de nuestros padres comunes, Amalivaca y Bochi:
¡Wazabara Naná Wayra!
O
¡En la Lucha Venceremos!
Y cuando Guaicaipuro (Waikae´puru) desempolvó el Gran Secreto que estaba vedado a todos nuestros antepasados y a sus descendientes; visualizó que desde un extraño lugar vendrían los hombres de la canoa grande; arengándolos con todo su fuego espiritual a levantar sus armas de guerra, para de esa forma tratar de expulsar de nuestras tierras a esos extraños invasores quienes vinieron a apoderarse de nuestras tierras y riquezas; tratando de exterminar a nuestros antepasados; pretendiendo acabar con nuestra memoria y tradiciones ancestrales.
Guaicaipuro (Waikae´puru) les expresó a los jefes de clanes y señoríos que eran diferentes a los que sobrevivieron en los tiempos del gran diluvio universal, que la gran profecía se había cumplido y que esos hombres que traían el fuego en la boca de sus arcabuces y montaban en sus corceles y caballos eran los conquistadores españoles, pero que ahora venían a nuestras tierras bajo el uso de la espada y su nefasta y maldita "Cruz Vaticana Inquisitorial".
Así fue como se dio la gran reunión bajo los uveros de Macuto, para que todos los jefes y guerreros balo las órdenes de su dopootorü salieran a una sola voz con sus guaicas, macanas y flechas a pelear en contra de nuestros enemigos históricos de siempre; de igual forma lo hizo el Generalísimo Francisco de Miranda y Rodríguez en Londres, cuando le habló a sus oficiales y hermanos de luchas que la Patria única de todos los americanos se extendía desde Río Grande hasta La Patagonia y que su nombre de relevancia era Colombeia o Colombia; donde se elegiría un gobernante que sería conocido como el INCA y sus dominios sería denominado como El INCANATO.
Aldea Kari´ña en tiempos de Boves
Con el aval de que pudo formar en su morada inglesa a todos los libertadores del mundo hispanoamericano de su época; cuyo proyecto fue traicionado por los libertadores de nuestra primera independencia entre los años 1.812 y 1.814. Siguiendo las máximas del Dopootorü Guaicaipuro (Waikae´puru), líder fundamental de la resistencia indígena en tiempos de la conquista española a estas tierras; el Jefe Guanauguta peleó con arrojo y valentía, y murió combatiendo al Capitán Gómez de La Peña en el sitio de Catia de La Mar.
Los Tarmas pelearon con gallardía y denuedo en contra de los españoles en todo el centro y en la zona norte costera del territorio venezolano. Bajo el Tenientazgo de Bartolomé García se llevó a cabo una insurrección de la Nación de los Tarmas o Taramas que fue acaudillada por el Principal o Dopooto Prepocumate en el año 1.570, quién lideró a las aldeas Tarmas desde Maiquetía hasta Petáquire en Carayaca; cuyo epicentro de su poder se encontraba en el sitio de Las Guayabas o Mamo, estando entre sus guerreros su hermano el Dopooto Suapo.
Hay viejos cronistas quienes han tratado de mancillar el nombre del guerrero Mamacuri; cuando manifiestan en sus crónicas que dicho combatiente de la libertad fue un traidor que se había plegado a las fuerzas del Capitán Diego de Losada, para luego ir en contra de sus propios hermanos de raza y de luchas en todo el litoral guaireño y en sus montañas circunvecinas.
El Doopoto Mamacuri "Padre del Acure" fue asesinado por el Jefe y Piache Guaratari, quien lo amarró en árbol para que lo devoraran las fieras. Esto se debió más bien a problemas de celos; ya que el Doopoto Guaratari estaba enamorado de la princesa tarma de nombre Tibayre.
Guaratari fue un buen conocedor de los secretos de las selvas y de sus grandes misterios, y era señor de las tierras que circundaban las riberas de la aldea tarmeña del Lago de Los Tacariguas o Valencia. Siendo arrastrado por las bajas pasiones sentimentales, se dejó embargar por los odios y arremetió en contra del Jefe Queipa, padre de Tibayre. Ante sus guerreros tarmeños los acusó de ser traidores a su pueblo y a su raza; condenando a la muerte a los destacados jefes tarmeños Queipa y a Mamacuri.
Es bueno definir históricamente qué el Doopoto Queipa y su hija Tibayre tenía orígenes Jiraharas de la Gran Familia Arawaca; ya que 150 años atrás los Arawacos y Caribes se fusionaron y de allí vienen Los Taramaquas o Tarmas. El Jefe Guaratari atacó a los conquistadores españoles que estaban al mando del Capitán Alonso Díaz Moreno en las cercanías del Lago de Los Tacariguas; muriendo en dicho combate tan afamado jefe tarmeño; dando paso a la fundación de la ciudad de La Nueva Valencia de El Rey y de La Anunciación.
Aldea Kari´ña en Tascabaña-Edo. Anzoátegui, año 2.008
Finalmente, la princesa Tibayre fue cristianizada bajo el nombre de Irene y luego contrajo matrimonio con el Capitán Don Juan Fernández.
Guaicaipuro (Waikae´puru) como Amalivaca en el pasado más remoto invocó a la Gran Voz de Quién Todo lo Hizo, el Gran Karai. Expresándoles estas palabras alegóricas en el Conclave a los jefes reunidos en defensa de sus pueblos y tierras: "… vamos a poner nuestra gran nave a flote; tenemos que salvar a nuestra gente y a nuestras tierras, como a nuestras semillas…".
César Rengifo en una ocasión comentó lo siguiente: "… Rechazo la Orden Diego de Losada, porque ese es un bandido y un asesino. A mí que me den en su lugar la Orden de Guaicaipuro…".
El Capitán Diego de Losada en la novel ciudad de Santiago de León de Los Caracas fungió como adelantado del gobierno monárquico español; comisionando a los capitanes don Sancho de Villar y don Francisco de Vides para que sometieran a fuego y espada a los reductos aborígenes que hacían armas en su contra; fracasando ambos en esa jornada militar. Siendo después designado el Capitán Garcí González de Silva para llevar a cabo tal empresa; quien por todos los medios posibles trató pacificar a los dopootos de los Taramaquas o Tarmas que tuvo a su alcance en los teatros de operaciones donde operó militarmente; logrando darle muerte al Dopooto Prepocumate en esa acción de armas que se llevó a cabo en el año 1.573.
Todos esos genocidas hispánicos habían sido los exterminadores de las naciones Omaguas, Jiraharas, Teques, Caracas y Tarmas. Asesinos descarados y manifiestos del negro Miguel en las minas de Buría en Nueva Segovia de Barquisimeto y del mal llamado y calumniado "Tirano" Lope de Aguirre "El Peregrino" en el año 1.552 y quien atravesando la selva amazónica vino desde El Perú alzado con sus marañones en contra de las huestes asesinas de los capitanes Francisco Pizarro y Diego de Almagro en tiempos del Rey Carlos V de Habsburgo.
Mapa de Venezuela en tiempos de la conquista
El Dopooto o Jefe Prepocumate le asestó al Capitán Julián de Mendoza un fuerte macanazo en la cabeza; dándole muerte en el sitio de Mamo o de Las Guayabas, cerca del asentamiento Tarmas de Catia de La Mar en el año 1.557. En donde también salieron heridos los asesinos y genocidas hispánicos Juan Ramírez y Alfonso Fajardo.
Esta acción de armas quedó para la posteridad como la Batalla de los Taramaquas o Taramaynas (Taramas o Tarmas). Siendo este el comienzo de una serie de despojos de las tierras que desde tiempos inmemoriales ocuparon nuestros anuános padres, LOS INDIGENAS DE TARMAS. Y que dieron origen a la resistencia indígena y a las luchas campesinas, que con el correr de los siglos se suscitaron en la amplia geografía venezolana.
Grandes guerreros de los Taramaquas o Taramas (Tarmas, Toromaynas o Taramaynas) fueron los siguientes defensores de la libertad y de sus tierras:
Paramaconi o "Cabeza del Caimán": Dopooto de Carayaca y Señor de los Taramaynas, quien por vez primera tradujo el "Padre Nuestro" del castellano antiguo a la lengua de los KATUGUAS.
Charaima o "Señor del Valle de las Charas": Dopooto en Maya.
Chaima: Dopooto de Guaca y Las Adjuntas, muerto por empalamiento.
Poro: Dopooto en Cabo Blanco o Cabo de Joao Branco.
Mamacuri o "Padre del Acure": Dopooto en el valle de Mamo.
Prepocumate: Dopooto en el valle de Mamo.
Parmanacay: Dopooto en los valles de Aragua.
Araguayre: Dopooto en los valles de Aragua.
Caruao o Guaicamacuare: Su nombre significa "Dios o Señor de las Aguas", asentado en el valle de los Toromaynas, actual pueblo de Caruao.
Suxupara: Dopooto del valle de Osmaquao u Osma.
Querequemare o "Tierra quemada": Dopooto de Torre–quemada en las serranías de Maiquetía.
Guare-guare o "Pájaro de Largas Alas Azules": Dopooto de Guare en las cercanías de Tarmas.
Amanaure: "Señor de los Toromaynas" en el valle o pueblo de Nirúa de El Collado, actual Caraballeda.
Mayupán: Señor de un territorio cercano al pueblo de Karai-acá o Carayaca, habiendo sido un dopooto importante bajo las inmediatas órdenes del dopooto Sepe en la Gran Confederación de los Taramaquas o Tarmas.
Guaratari: Señor y Piache de Tiznados en las cercanías del Lago de Los Tacariguas o Valencia.
Anarigua: Señor de Anare en los dominios del Dopooto Naiguatá.
Tiuna: Su nombre significa "Luz del Amanecer" o "Caudal de Agua Cristalina"; Piache de los Taramas o Tarmas en las alturas del Guaraira Repano o Ávila.
Carapaica: Guerrero de Paramaconi, cuyo Señorío llegaba hasta los dominios y tierras del dopooto tarmeño Macarao; su fiel compañero de luchas en contra de la invasión a sus tierras por parte del Capitán Rodrigo Ponce.
Urimare: Jefa de Jefes de origen Cumanagoto, hija del dopooto Aramaypuro o "Ponzoña de Abeja", quien siendo adoptada por el Dopooto Guaicamacuto combatió bajo las inmediatas órdenes del Dopootorü Guaicaipuro (Waikae´puru).
Hacienda Osma al final del siglo XIX
El mestizo Francisco Fajardo cristianiza una aldea de la Nación de los Tarmas en el sitio de Catia, bajo el nombre de la Villa de San Francisco en honor al Seráfico Padre San Francisco de Asís en 1.560. Sin embargo, el dopooto tarmeño Paramaconi acompañado de su joven guerrero TACONAI; tomando en consideración que las fuerzas españolas estaban cerca de sus dominios entre Carayaca y la Quebrada de Tacaguaricane o Tacagua, la cual llevaba el nombre de un sobrino del Dopootorü Guaicaipuro (Waikae´puru).
En ese año decidieron atacar y destruir tan recién cristianizado caserío, hasta que el Capitán Juan Rodríguez Suárez con sus fuerzas provenientes de El Tocuyo y les pusieron sitio a la Villa de San Francisco en 1.561. Lo triste del caso fue como el Capitán Francisco Fajardo terminó sus días como cristiano al servicio de la iglesia católica romana y del Rey de España en esos tiempos; siendo ahorcado en el pueblo de Nueva Córdova o Nueva Andalucía de los Cumanagotos, actual Cumaná; por órdenes del Adelantado Don Alonso de Cobos, Justicia Mayor de ese lugar.
El último de los grandes jefes de la Gran Confederación de los Taramas o Tarmas fue Guaicaipuro; cuyo nombre en lengua cumanagota significa: "Púa Ardiente", "Lancero de la Montaña" o "Púa Aguda". Él nació en el sitio de SURUAPO (hoy San Antonio de los Altos – Edo. Miranda).
Específicamente en la vertiente de la Quebrada de los Paracotos. Su padre fue el Dopooto Catuche y su madre pertenecía a la Aldea Aricagua de los Taramaquas o Tarmas. Se presume que entre hermanos y hermanas eran seis; de los cuales el Dopooto Guaicamacuto o "Cesto de Espinas" era su medio hermano a través de su padre el Gran Jefe Catuche; quienes estuvieron vinculados por línea directa al Dopootorü Charaima o "Señor de las Charas" en costa de Maya.
Las hermanas de más conocidas del Jefe de Jefes Guaicaipuro, fueron las siguientes: "… TIAORA, madre de los guerreros Pariamanece o Pariámánaco y Quetemne o Quetemine; y CAYCAPE…".
Entre sus sobrinos estaban Tacariguane o Tacariguacane y Apetequebe quién era hijo de Taguaiarere.
Capitán Francisco Fajardo
El primer mestizo traidor de la historia venezolana
Cabe destacar, que Guaicaipuro (Waikae´puru) tomó como mujer a Urquía y de su simiente nació el Dopooto Baruta; contando el pueblo que una vez muerto Guaicaipuro (Waikae´puru), su mujer Urquía tomó el penacho que cubría su cabeza y siguiendo la tradición de los guerreros ancestrales lo colocó sobre la cabeza de su hijo Baruta, diciéndole estas palabras:
"… Sean estas rojas plumas el símbolo de la sangre de tu padre y de tú pueblo derramada contra el invasor que viene a arrebatarnos la paz y la tierra que heredamos de nuestros abuelos…".
Los jefes que llegaron a ser los aliados más inmediatos de Guaicaipuro (Waikae´puru) fueron los dopootos tarmeños Anariguá, Naiguatá y Uripatá. A pesar que el jefe Tunayma era el principal en el valle de Nirúa o de Amanaure (Carballeda o Caraballeda); convirtiéndose en un aliado de vital importancia en esas tierras del litoral guaireño.
Entre sus guerreros y súbditos de renombrada extirpes tarmeñas estaban la india REPUCAIS, quién más luego fue cristianizada como Julianilla, siendo luego esclavizada en las encomiendas de los capitanes Cristóbal Cobos, Martín Gámez y Juan Gámez. Su sobrino TACARIGUACANE fue encomendado por el Capitán Diego de Losada a Andrés González. TAGUAIRERE; TAUCAY fue cristianizado como Marcos; TEMEPRO; la india TEMACUM fue cristianizada como Catalina y quién a su vez era hermana de QUEREQUEPANO.
Guaicaipuro o "Púa Ardiente"
Máximo líder de la resistencia indígena en Venezuela
Guaicaipuro (Waikae´puru) fue el jefe de jefes de los Taramas o Tarmas, Mariches, Teques y Caracas a partir del año 1.560, y quien combatió con gran empuje en contra de las fuerzas hispánicas que comandó el Capitán Juan Rodríguez Suárez; quien supuestamente fue el fundador de la ciudad de Mérida, llegando a ser Teniente General de la Provincia de Caracas.
Las luchas de Guaicaipuro (Waikae´puru) le dio gran consistencia de lucha popular y prolongada a sus gestas heroicas y que celebramos en los días 12 de octubre de cada año como "El Día de la Resistencia Indígena" y no la del mal llamado "Descubrimiento de América o Día de la Raza". Obra esclavista legada por el forajido Almirante Cristóbal Colón en nombre de los monarcas españoles y del papado romano.
Sitio de Las Guayabas,
Actual cementerio de Carayaca, año 1.930
El Capitán Juan Rodríguez Suárez después de haber incursionado con sus fuerzas mercenarias por el mar en el Puerto de Cagua o Puerto de La Cruz (Puerto Cruz) subieron por la Quebrada de Tamaira, en donde están infinidades de petroglifos grabados de los antiguos Taramaquas, hasta alcanzar las alturas y librar combate con el Dopootorü Guaicaipuro en la Batalla de San Pedro del Guayro (San Pedro de los Altos).
Los dopootos o principales de los Taramaquas o Tarmas asentados en las tierras colindantes entre las serranías que dan con Macarao y Los Teques tuvieron que combatir osadamente contra los españoles, tanto en las costas como en las alturas de sus montañas; haciendo movimientos de guerra de guerrillas buscaron de entablar combates hacia la zona de San Francisco. Sin obviar en sus tácticas la necesidad inmediata de bajar a combatirlos en el valle de los Caracas.
Guaicaipuro (Waikae´puru), ante tal eventualidad, le ordenó al guerrero Carapaica combatir al Capitán Rodrigo Ponce en la Batalla de La Quebrada o sitio de "Las Guayabas" y quien por órdenes del Capitán Diego de Losada incursionó en ese territorio con 40 soldados a pie y 5 a caballos, y con muchos indios a su servicio, quienes hablaban las lenguas de los Taramaquas o Tarmas y sirvieron de baqueanos traicionando a sus hermanos de luchas, como a sus propias extirpes indianas.
Encontrándose los capitanes Francisco Infante, Pedro Alonso Galeas y Alonso Ruiz Vallejo en ese seguimiento en contra de los Tarmas de la costa y las serranías. Dichos forasteros hispánicos incursionaron en tierra de los Taramaquas con el fin de abastecerse de yuca, maíz y otras raíces. Ubicándose el Capitán Rodrigo Ponce en una loma y desde su caballo divisó el alcance de las tierras tarmeñas y sus sembradíos, y los movimientos tácticos de los guerreros Taramaquas.
En la lejanía pudieron observar la presencia del valiente Jefe Carapaica, quién orondamente venía acompañado y escoltado por cuatro de sus mejores guerreros; efectuando una hábil maniobra y un movimiento rápido, de acuerdo a su táctica de combate, logró ubicarse en la loma del frente, donde con sigilo pudo mirar y detectar con detenimiento todos los movimientos que los españoles y sus vasallos realizaban en sus predios y comarcas.
Resistencia de nuestros pobladores originarios en contra de la llamada "Guerra Justa" Vaticana y española
Dicho combate se dio el 16 de marzo de 1.567, según el Calendario Juliano y en relación al nuevo Calendario Gregoriano fue el 6 de marzo de ese mismo año. El Capitán Rodrigo Alonso Ruiz Vallejo demostrando su valor y arrojo temerario en esa contienda bélica trató de al Jefe Carapaica y al grueso de sus guerreros Tarmas; resultando herido de gravedad en su osadía.
Los cronistas hispánicos en los tiempos de la conquista española hicieron referencia en sus relatos o cantares de gestas en estas tierras de Carayaca; donde indicaron que el sitio de Las Guayabas estuvo ubicado en donde actualmente se encuentra el cementerio de Carayaca.
El guerrero Carapaica tomando en sus manos el arco y calando una
flecha la disparó con gran fuerza hacía el cuerpo del Capitán
Rodrigo Alonso Ruiz Vallejo, quién viéndose herido en la
contienda, con su lanza en la mano derecha y con arrojo y gran temeridad arremetió
en contra del jefe tarmeño Carapaica; hiriéndole en uno
de sus brazos.
Carapaica hizo un ataque frontal contra las fuerzas invasoras españolas, logrando que las mismas se retiraran de sus tierras, sin los bastimentos que buscaban. Atacándolos por la retaguardia con ímpetu, valor y arrojo temerario pudo desordenarles sus fuerzas; a pesar de la guerra de envolvimiento y de movimientos tácticos practicados por los conquistadores españoles, dentro de la estrategia de dominación imperialista de la época.
Grupo Étnico Kari´ña en Tascabaña, Anzoátegui
El Capitán Diego de Henares Lezama salvó milagrosamente la vida en dicho combate; ya que resultó gravemente herido, de manos del mismísimo Carapaica. Los cronistas escribieron o copiaron esa persecución bajo estos términos: "… Para conseguir bastimentos…", "… para socorro del campo…".
Para desprestigiar a nuestros viejos guerreros Tarmas, sus cronistas
de ayer, tan parecidos a los miembros de nuestra actual Academia de la
Historia o de la Sociedad Bolivariana de Venezuela, en aquellos
aciagos tiempos de exterminio y muerte dijeron lo siguiente: "… estaba
entre los gandules uno que llamaban Carapaica, Taramaina de nación…".
El cronista hispánico don Diego de Oviedo y Baños consideró que los Taramaquas o Tarmas fueron los guerreros más poderosos y temibles de las montañas y las costas en la región centro norte costera caribeña. Siendo este un indicativo del valor temerario que los empujaba a rechazar a los extraños invasores de sus tierras y comarcas, donde se valieron de diversas formas de luchas para poder preservar su libertad y el pleno derecho a ejercer el uso de la madre tierra de manera consciente para su subsistencia
En las luchas que libraron los Taramaquas, Taramas o Tarmas en aquellos lejanos días de la conquista española-vaticana; los historiadores de hoy en día han tratado de minimizar las Batallas que libró el guerrero Carapayca en estas tierras de la Gran Confederación de los Taramaquas y que para los anales de la historia fueron las acciones que se dieron San Pedro del Guayro y La Quebrada.
Quebrada de agua que antiguamente pasaba
Por el pueblo de Carayaca, hoy desaparecida
El señor José Félix Tortoza Castillo, bisnieto del viejo Dopooto Hilario de La Caridad Tortoza Rodríguez, en un momento le refirió estas palabras a su nieta Roquelina Kienzler Bello de Morales:
"Yo nací en sitio de Cangonga en la fila de Jesús en 1.886 y con mis 100 años a cuestas y siempre trabajando la tierra en Tarmas, desde mi época de muchacho en mi casa siempre oí muchos relatos que en ocasiones nos contaba mi abuelo José María Tortoza Ochoa, hijo de mi bisabuelo el cacique tarmeño Hilario de La Caridad Tortoza Rodríguez".
"Él narraba que los españoles siempre trataron de incursionar en nuestras antiguas tierras y que sus mayores afanes fue el de tratar de acabar con los Tarmas. Lo que no sabían esa gente, era que nuestros indígenas estaban en todas partes dispuestos a pelear con los dientes si era posible; los españoles trataron de jodernos, pero no pudieron acabar con nosotros nunca; ya que yo desciendo de los Tarmas y aún estamos presentes en estas tierras que ellos nos dejaron a nosotros".
"Los caminos que utilizaron esos españoles en esos tiempos para venir a echarnos vaina aquí en nuestras tierras, sé que ellos se venían desde Maiquetía pasando por los lados de Mare Abajo, hasta alcanzar a Catia de La Mar por El Alto de Curupao, que son las colinas de Catia de La Mar; siempre bordeando las costas y las playas alcanzando la desembocadura del Río Mamo transmontaban las alturas de Arrecifes hasta llegar al valle de Las Guayabas que fue un territorio importante de los Tarmas"
"Allí en ese sitio había una fortaleza española que se llamaba el Fuerte de Santa Isabel del Curupao, aposentado en el cerro Curupao, en la parte alta donde hicieron el Balneario Público de Catia de La Mar en 1.964. Esa vaina tenía una iglesia antigua, muy antigua. Yo paso a creer que la llave de esa última iglesia la tiene el señor Juan José Blanco Fumero; ya que él nació por los lados de Mamo; y yo conocí a toda la familia de él. Ellos como que eran de origen canario y "Cara é Perro" perteneció a la Seguridad Nacional en tiempos de Pérez Jiménez".
"Además está situado entre los pueblos de Mamo y Catia de La Mar, estando como a tres leguas más o menos de La Guaira. Mira cuando jodieron a mis antepasados Tarmas en el puerto de Catia de La Mar, que es en donde hoy está la empresa de cementos llamada Vencemos; se varó un buque de velas inglés, de donde sacaron un cargamento con 17 cañones a bordo. Mi abuelo José María Tortoza Ochoa, decía que esa vaina sucedió pocos años después que mataron al jefe tarmeño Prepocumate".
Avasallamiento y asesinatos de nuestros padres originarios en nombre de la espada imperial española y la cruz católica vaticana
"El pueblo de Catia de La Mar fue creciendo muchísimos años después; cuando yo era niño hay quienes decían que allí hubo 30 familias entre indios y negros por el año 1.720. Quienes comercializaban por los caminos que tenían por las costas y que se utilizaron casi hasta los tiempos en que el General (Ej.) Isaías Medina Angarita gobernaba al país".
"Miren ustedes, lo que son las vainas de la vida. Esos indios que están lejos de aquí o hacia Guayana o a Maracaibo, son los mismos que estaban por aquí; lo que pasa es que ellos no se dejaron agarrar por los españoles, esa es la mera verdad de las cosas. Ustedes lo pueden observar si existen algunas fotografías viejas, que en verdad puedan dar fe de lo que estoy diciendo en estos momentos".
"Ya que en donde está el Hospital "Eudoro González" estuvo una vieja iglesia y muy cerca de allí pasaba una gran quebrada, que la desaparecieron muchos años después. Yo la llegué conocer, porque mucho más arriba está lo que ahora llaman Barrio Nuevo; ya que antiguamente eso fue un gran sembradío de guayabitas pequeñas y que la conocíamos como Guayabita de los Indios".
¿Qué de justa tenía esa guerra de extermino española y vaticana en contra de nuestros pobladores originarios?
Esas incursiones españolas no eran para tales cosas, sino para apropiarse del oro que había en los territorios de los antiguos Taramaquas o Tarmas, a su vez esclavizarlos y quitarles sus tierras; lo demás es puro cuento para justificar su llamada "Guerra Justa".
El agrarista Ángel Herrera Guevara sobre esos momentos históricos, nos dio a conocer que desde esos lejanos días de la conquista es que nos vienen los problemas que tenemos sobre tenencia de tierras. Habiendo sido el Capitán Lope de Benavides y sus descendientes los más beneficiados con esas políticas de apropiación de las tierras de sus legítimos dueños, los naturales o pobladores originarios miembros de La Civilización KATUGUA de La Gran Confederación de los Taramaquas o Tarmas.
Jefe Naiguatá
Dicho honorable anciano hoy vive sus últimos años de vida por los lados de Petáquire y entre sus documentos e investigaciones, nos explicó lo siguiente:
"Hay seis dictámenes de la vieja Corte Suprema de Justicia de la IV República, en donde manifiestan los magistrados de aquel entonces, que no se le diera curso a ningún documento que provenga de la Sucesión Benavides; ya que esas tierras abarcan todo lo que fue el antiguo valle de Caracas, inclusive alcanzaron hasta el propio Fuerte Tiuna en El Valle; debido a que el Capitán Lope de Benavides fue Alcalde Ordinario del puerto de Borburata y aparece como Regidor en la mal llamada fundación de Caracas en 1.568.
"Hay que recordar la conmemoración del 370 aniversario de la fundación de Caracas que se llevó a cabo de manera extraña el 25 de julio de 1.937. Para ese tiempo no existía a ciencia cierta una data que dijera que esa fecha era la definitiva. Sin embargo, hubo dos mujeres que acostumbraban a homenajear al supuesto fundador de la ciudad, como lo fue el asesino Capitán Diego de Losada".
¿Y quiénes eran aquellas dos damas caraqueñas que se dedicaban a esos menesteres en esos tiempos?
Una fue doña María de Fossa y la otra era doña Lolita Cabrujas. Hay que destacar, que Lola Cabrujas era tía del dramaturgo venezolano José Ignacio Cabrujas y fue catequista por muchos años en la Iglesia Parroquial del Sagrado Corazón de Jesús en Catia de La Mar bajo la conducción de los padres franceses de la Orden de "Los Hijos de María Inmaculada" (F.M.I) en la década de los años sesenta del siglo pasado.
Lolita Cabrujas desarrolló la Legión de María en esa iglesia y conjuntamente con el joven León Manuel Morales trabajaron en el levantamiento de la Iglesia de Mare Abajo o Playa Verde en La Parroquia Maiquetía del Depto. Vargas del Distrito Federal.
Comienzo del atropello hispánico
En contra de nuestros antepasados
El judío sefardí don Justo Desque era familia de Abraham Desque, quienes unidos al Capitán Lope de Benavides fueron tres altos mercaderes del pasado, quienes se encargaron de organizar y preparar logísticamente a las fuerzas que apoyarían al miserable extremeño hispánico Capitán Diego de Losada, en sus afanes desmedidos de conquistar el centro de la antigua Provincia de Venezuela; enviando en misión de reconocimiento al Capitán Juan de Salas, quién burló las tierras de los Mariches y pasó por los predios del jefe tarmeño Curucutí, alcanzando y avistando las tierras de Maiquetía, que son las mismas en donde hoy se encuentra el Hospital "San José" y estaban muy cercanas al milenario Rio Piedra Azul.
Finalmente, el Dopootorü Guaicaipuro (Waikae´puru) logró darles muerte a los hijos del Capitán Juan Rodríguez Suárez en las minas que había en las tierras de sus dominios; derrotándolo en la Batalla de Macarao, y cayendo muerto en combate tan afamado conquistador hispánico en el sitio de Lagunetas, semanas después.
Al conocerse los sucesos antes mencionados, el Dopootorü Guaicaipuro (Waikae´puru) llamó a un conclave de jefes en tierras de su hermano el Jefe Guaicamacuto en 1.568, en donde se iba a decidir el futuro de la resistencia indígena, no pudiendo asistir a la acción de armas que se iba a dar en tiempo de navidad en el valle de Maracapana (hoy Catia).
En ese histórico llamado del Jefe de Jefes Guaicaipuro asistieron su hijo Baruta, Naiguatá, Aricabuto, Guaicamacuto, Aramaipuro, Chacao, Paramaconi, Chicuramai, Caruao, Araguayre y el guerrero Carapaica en representación de los Taramaynas o Tarmas del Señorío de Karai-acá o Caraca-llaca (Carayaca). Provenientes de la región oriental arribaron al valle de Maracapana o "Lugar de las Maracas o de las Totumas", los siguientes jefes aborígenes:
Cayaurima (origen cumanagoto) quién vino acompañados de otros dopootos. También vino de la región centro occidental el jefe Doaca o Duaca; del occidente arribó el Jefe Nigale; y desde las riberas del Río Orinoco en forzada marcha llegó el Jefe Huyapari. Tan semejante concentración de jefes con sus respectivos pueblos enaltecen el gentilicio primario de nuestra propia génesis como pueblo. Algo parecido se vivió cuando los generales de la primera independencia vinieron desde distantes lugares del país para derrotar al ejército español que había exterminado y esclavizado a nuestros pueblos por más de 300 años.
La Batalla de Maracapana se dio por los lados de la Quebrada de Maraca-Curinare o Río San Julián en 1.568. Justamente en los predios del Jefe Amanaure en el valle de Nirúa, hoy Caraballeda. Allí el Piache TIUNA, soberano del sitio de Curucutí, tomando su guaica o lanza en una de sus manos derribó de su caballo al invasor hispánico Francisco de Maldonado, hiriéndolo en un brazo y en un muslo.
Sin embargo, dicha confrontación se debió a la oportuna muerte de dos conquistadores españoles que habían incursionado por esas tierras de los antiguos Taramaquas o Tarmas. En donde un indígena traicionero al servicio de sus propios esclavistas disparó certeramente un dardo de su flecha, la cual dio en la espalda del gran jefe tarmeño TIUNA, quién cayó muerto en esa gran celada.
A su vez se buscó acabar de una vez por todas con las empalizadas y campamentos en donde moraban algunos pobladores y soldados españoles, y que ellos denominaron como la Villa de El Collado. Una vez muerto Guaicaipuro (Waikae´puru) en combate, fue suplantado por el Jefe ANEQUEMOCANE, quién moraba en "La Loma de los Caballos" en tierras de la nación de los guerreros Teques.
El Jefe Arichuna y "Señor de Queipa" se estableció a las orillas del Lago de Tacarigua en las cercanías de la recién cristianizada ciudad de la Nueva Valencia del Rey, reuniendo un ejército de guerreros Taramas o Tarmas atacó a las fuerzas españolas acantonadas en dicho poblado; liberando al judío sefardí Capitán Juan de Fernández, quien por su condición hebrea fue condenado a la horca por el Santo Oficio de la Inquisición.
Cabe decir, que don Juan de Fernández una vez liberado de tan atroz y muy católica muerte de esos cruzados cristianos en las tierras meridionales de nuestro continente pasó a formar parte de la Nación de los Taramas o Tarmas en esos equidistantes territorios en el centro de Venezuela; ya que se casó con la princesa tarmeña Tibayre, quien desde esos momentos pasó a llamarse cristianamente como doña Irene de Fernández.
Las luchas de resistencias indígenas fueron comandadas por los jefes Acaprapocón, Conopoima, Caricuao, Cuairicuarian, la jefa Isabel, Maturín, Morequito, Paryauta, Pitijay, Sorocaima, Tiuna, Tamanaco y Terepaima, entre otros.
El Capitán Cristóbal Cobos fue elegido por las autoridades españolas recién establecidas en el valle de Caracas para someter a los Taramas o Tarmas en sus señoríos o asientos en las zonas montañosas y costas del litoral centro norte costero caribeño; muriendo en esos combates su lugarteniente el Capitán Gaspar Pinto.
Los Taramaquas o Tarmas fueron distribuidos en diferentes encomiendas tanto en el litoral central como en el valle de Caracas, además de los llanos del Guárico. Sus mujeres eran altas y muy hermosas, y sus hombres alcanzaban hasta longevas edades.
El Capitán Cristóbal Cobos Cerda era hijo doña Catalina de La Cerda y del Capitán Alonso Cobos, quien fue ajusticiado este último por el marañón Lope de Aguirre cuando tomó la Isla de Margarita; después de una larga caminata o marcha por el Río Amazonas; viniendo con su ejército marañón desde el Perú hasta el océano Atlántico. Alonso Cobos fue quién ahorcó al traidor y Capitán Francisco Fajardo.
El Encomendero y Capitán Cristóbal Cobos era natural de Jaén en España y por sus loables servicios a la corona española recibió las tierras de los antiguos Taramaquas o Tarmas como encomienda; estableciendo una capilla para adoctrinamiento católico a los indígenas que formaban parte de la misma; creándole una defensa algo amurallada en contra de incursiones indígenas o corsarias.
Sobre las encomiendas que le dieron al Capitán Cristóbal Cobos hubo una que perteneció a las tierras que fueron parte del Señorío del Dopootorü Guaicaipuro (Waikae´puru), y que anteriormente habían estado en manos del Capitán Andrés García quién las perdió por un juicio que fue incoado en su contra. Tan afamado encomendero decidió trasladarle la encomienda de indios Tarmas al Capitán Antonio Acosta en 1.570, quién la hizo extensiva en 4 leguas castellanas, equivalente a 5.000 varas; una por cada viento: Norte, Sur, Este y Oeste; partiendo de la plazuela del pueblo y cuya encomienda estuvo compuesta por indígenas Tarmas, Guaiqueries y Petáquires. Cabe decir, que una vara equivalía en esos tiempos a 80 centímetros.
Entre los adelantados que vinieron con el Capitán Cristóbal Cobos de La Cerda estuvieron sus parientes Hernando de La Cerda y el Capitán Juan de Gámez quienes llegaron a establecerse a estas tierras y comarcas con sus hijos y familias. Los Taramaquas o Tarmas (Taramas) al mando del Dopooto Parmanacay lograron derrotar al Capitán Francisco de Vides a principios del año 1.570. Quién para esa entonces era el Gobernador y Capitán General de la Provincia de la Nueva Andalucía de los Cumanagotos.
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